lunes, 20 de junio de 2016

Solsticio de Invierno con Luna Llena






Patricia Fernández Acosta de Ordóñez

 
Este año, se hará el solsticio (de invierno en nuestro hemisferio sur, y de verano en el hemisferio norte), horas después del momento exacto de la Luna llena. Esto no sucede desde hace 70 años.

  • ·         La Luna llena se hizo hoy, 20 de junio, con el Sol a 29º de Géminis y la Luna a 29º de Sagitario.
  • ·        Mañana, 21 de Junio, tendrá lugar el solsticio: el Sol estará a 0º de Cáncer, y la Luna estará en los primeros grados de Capricornio.
La Astrología combina los hechos astronómicos con los alcances simbólicos o de despliegue de sentido de éstos. En Astrología lo cuantitativo y cualitativo no están divorciados, por el contrario, ambos son considerados portadores de sentido. Desde esta perspectiva, podríamos decir que la mirada astrológica es ‘pitagórica’.


La Luna Llena


Por un lado, las fases de la Luna, están relacionadas con la dinámica del vínculo entre la Luna y el Sol. Denominamos luna llena al momento en que ambas luminarias se encuentran en oposición (una distancia de 180º entre estos cuerpos celestes). Es el momento mensual en que vemos el alcance mayor de la superficie lunar.  Astrológicamente, el Sol simboliza la expresión activa del principio vital, fertilizante, portador de información y propósito. El Sol es la expresión de la energía pránica, su fuerza es de carácter Yang, positiva o masculina.  La  Luna, en cambio, simboliza a la capacidad receptiva, yin. También simboliza al aspecto sustancial de la existencia, que es fertilizado por el principio yang, y al recibir la información y propósito de la cualidad solar, el aspecto sustancial representado en la Luna, va tomando la forma que se adecua al propósito transmitido por el primero. De modo que la Luna y el Sol constituyen una Pareja Sagrada, o Sicigia, desde esta mirada simbólica.

Durante la fase de Luna Llena, la forma  (expresión del casamiento sagrado -hierogamia- entre ambos principios) es más visible que en ningún otro momento del ciclo, por lo cual, constituye la fase más oportuna para observar la vinculación entre ambos principios. Es el momento de máxima iluminación y objetividad posible del ciclo entre las luminarias. Psicológicamente hablando, es el período más oportuno para hacer consciente nuestra ‘otra cara’, la sombra; y también para concientizar mejor que en otros momentos nuestras ‘relaciones’, el carácter vincular de la existencia, y en particular,  la relación entre lo femenino con lo masculino (y viceversa). Luego del momento de máxima luz, la luna empieza a menguar,  y la oscuridad empieza a crecer…

El Solsticio


Los solsticios y equinoccios involucran al ciclo anual del Sol alrededor de la Tierra, si tomamos a nuestro planeta como punto de referencia.  Durante el año, hay 4 momentos especiales que forman una cruz en el cielo: los 2 solsticios y los 2 equinoccios, que además de ser eventos astronómicos (dan comienzo a las 4 estaciones), están correlacionados con efectos que alcanzan a toda nuestra naturaleza -terrestre y humana-.
La Luna, por su cercanía con la Tierra, genera y mantiene una inclinación del eje terrestre de 23° 27', haciendo que, a lo largo del año, los días y las noches no sean iguales, y que su duración oscile, como sucede entre las estaciones de invierno y verano. En el inicio del Otoño y de la Primavera, tendremos otros dos momentos anuales especiales -los equinoccios-, en los cuales, como la palabra lo indica, la noche y el día, serán de igual duración, siendo un momento de relativo equilibrio anual entre las fuerzas Yang/Yin, Solar/Lunares, Luz/Oscuridad.

Los solsticios son los puntos del año en los que el Sol alcanza su mayor (en verano) o menor altura (en invierno) aparente en el cielo. Esto determina que la duración del día sea la máxima  del año  (con la noche más corta) en verano; y  que por el contrario, en invierno, tengamos la noche más larga y el día más corto. Suele creerse que el Sol siempre sale por el Este (y se pone por el Oeste). Sin embargo, ello sólo ocurre en los dos días de los equinoccios, cuando comienzan la Primavera y el Otoño. En los demás días del año, el Sol va saliendo cada vez más 'corrido' hacia Sur-Este en el otoño, hasta llegar al 'tope solsticial' invernal. Luego comienza a salir retrocediendo nuevamente hacia el Nor-Este, hasta el 'tope solsticial' del verano, y después vuelve a retroceder hacia el Este. ‘Solsticio’ es una palabra de origen latino que significa ‘ Sol detenido’ (Sol-sistere) ya que durante dos días parece salir al amanecer en el mismo lugar (el lugar más al sur en el solsticio de invierno,  y el lugar más al norte, durante el solsticio de verano).

Ahora que comienza el invierno, fíjense cómo al mediodía, el sol ‘pasa muy bajito’ por el cielo
(saliendo por el sudeste y poniéndose por el sudoeste). Esta lejanía determina un efecto suave, lentificador de la savia vegetal, y de hibernación  en la naturaleza animal y humana. Todos tenemos más deseos de dormir, de comer, y de meternos ‘para adentro', ‘introvertirnos’.
En cambio, durante el verano, los invito a que observen en el cielo cómo  el ‘rayo del sol al mediodía’, está  ‘más alto que nunca’, y quema, dando calor, y activando plenamente a la vida de todo lo que nos rodea.

En las distintas culturas, los solsticios y los equinoccios  eran puntos de cambios en la cualidad de
la energía. Los mismos eran ritualizados en festivales especiales para ayudar a tomar conciencia de estas modificaciones cualitativas. Algunas, por ejemplo, afirmaban que durante estos cuatro  puntos anuales  cambia el ‘reinado angélico o dévico’. Cada estación estaría vinculada, entonces, a un Gran Deva o Entidad Arcangélica.
Asimismo, los grandes templos de la antigüedad, tenían en consideración a los solsticios u equinoccios, como vemos en Machupichu, Stongenhe, el templo de Angkor, las Pirámides, de Egipto, etc.  

Estamos comenzando el invierno en el hemisferio sur.
El Solsticio hiemal o de invierno, es un punto de inflexión de la energía. Aquello que hasta ahora era visible pasa a lo inmanifestado. Es el momento anual de la noche más larga. Espiritualmente hablando, esto convoca al reino de lo Inconsciente, de lo no integrado a la conciencia, de las Fuerzas anárquicas y hasta caóticas de lo colectivo. También se relaciona con el predominio de lo yin, de lo receptivo o femenino sobre lo masculino, activo o Yang… Pero cuando de energías se trata, todo es temporario y relativo. Lo yin llama a lo yang, y por eso, a partir del día siguiente al Solsticio de invierno, la luz comenzará a incrementarse, y el orden a crecer. Por eso el solsticio invernal del hemisferio norte (que aquí se toma como referencia) es la época de la Navidad, ya que "la Luz" del Cristo-Solar comienza a iluminar a la oscuridad y frío máximos de la Tierra.

Esta combinación de Luna Llena con Solsticio de Invierno, tiene un efecto complementario y compensador entre sí. Paradójicamente, en el día más corto y de mayor oscuridad (solsticio de invierno), tendremos la noche más clara (luna Llena).  Ambos eventos son potentes. Tal vez, la luna llena, que simboliza el momento más oportuno para meditar, nos permita esclarecernos un poco más acerca de la oscuridad que habita nuestra naturaleza humana (simbolismo del solsticio de invierno).
 

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