martes, 22 de diciembre de 2020

Meditación para Acuario


 Gracias por acompañarnos.

Se sentía una energía bellísima .

A quienes no pudieron asistir y quieren realizar esta Meditación, vinculada a la Función Arquetípica de Acuario, les paso el link.

 El encuentro inicia con comentarios sobre la conjunción Júpiter Saturno, y luego, tiene lugar la meditación.

Un fuerte abrazo. https://youtu.be/cSXTHYGR_YE

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Los “cuerpos” del hombre

Los “cuerpos” del hombre

En la Teosofía difundida a partir de Madame Helena P. Blavatsky (que abreviaremos, como es usual HPB) se hace referencia a la constitución total del ser humano como formada por siete principios, vehículos o cuerpos. Y al tratar sobre ellos, se suele usar un lenguaje demasiado rígido o concreto –como es casi inevitable-, y con poca flexibilidad psicológica que no sugiere todos los procesos dinámicos y evolutivos a los que están sujetos. Así, se hace conveniente y necesario aclarar algunos malos entendidos, los cuales pueden incluso inducir a varios errores conceptuales que conspiran contra lo que se quiere significar.

En este asunto, podemos aprovechar algunas expresiones aparentemente muy “shockeantes” del “Cuarto Camino”, difundido gracias al esfuerzo realizado por George I. Gurdjieff. Según sus ideas, nuestra psique humana no nos fue dada como un "cuerpo". Ésta palabra, si profundizamos en su significado, no es sólo una forma con una estructura característica, sino que designa a un sistema muy organizado, a una totalidad orgánica, la cual –para funcionar a pleno- debe ser indivisible, aunque estando en constante transformación (es decir, no desequilibrado ni en “equilibrio estático”, sino en “equilibrio dinámico”), que puede servir de vehículo a la conciencia.

¡Pero en lo psicológico –por lo menos al principio- los humanos “promedio” no constituimos un "cuerpo"! En efecto, somos altamente desordenados, y estamos severamente fragmentados: como si nuestra psique fuera un "polvo" o “barro” de sustancia astral hecho de deseos contradictorios y de cambiantes emociones, dependientes de nuestro exterior, de si los demás nos alaban o critican; y además de un "polvo" mental de pensamientos más o menos incoherentes y de  fantasías-ilusiones-imágenes mentales; y todo mezclado dentro de nuestro “huevo áurico”. ¡Nuestra psique suele estar en una inercia caótica, en constante inestabilidad; insensibilizada o “adormecida” (cuando no “borracha”); y es más vehículo de lo inconsciente que de la conciencia, y hasta con unos "yoes" (o “máscaras” personales) altamente contradictorios!

Decía Gurdjieff que la Naturaleza no "otorga" (como de “regalo”) este "cuerpo psicológico" (o, mejor dicho, "cuerpos", emocional y mental, además del causal). Son un "lujo" que cuesta mucho Trabajo esotérico. Por eso, somos seres "inacabados" (o que debemos acabar de construirnos), y tenemos esa sensación de "falta de plenitud", pues debemos completar el “proceso de individuación" (es decir, como decía Carl G. Jung, llegar a ser ‘indivisos’, o seres ‘no divididos’), o lo que es equivalente, pasar por el proceso de las varias "iniciaciones".

Ahora bien, todo lenguaje es limitado, y lo mismo pasa con el de Gurdjieff. Por ejemplo, tanto HPB como el Maestro Tibetano DK, así como la Kabaláh, etc. nos explican que nuestro cuerpo físico fue primero “formado” astralmente, de modo que tenemos una base estructural -una especie de “ADN astral y mental”- que nos fue transmitida por nuestros “ancestros”. Por ende, existe en nosotros una base, pero es sólo eso y sobre ella debemos Trabajar, tal como enseña el Cuarto Camino, la Teosofía, la Kabaláh, etc.

 Según la Teosofía, cuando llega el momento evolutivo apropiado, los Manasaputras (o “Hijos de la Mente” de la literatura esotérica de la India) actúan sobre la humanidad "avivando la ‘chispa´ de nuestra mente" (o el ‘incipiente fuego’, según sea el grado evolutivo). ¡Pero somos nosotros los que debemos acabar de construirnos! De otro modo, sin ese Trabajo Psico-Espiritual sobre nuestra naturaleza (favorecida por el “sacrificio" de esos “Señores de la Mente” o “Angeles Solares”), no se lograría, sino que sería como un “pan de la vergüenza”, o como una “limosna”, y se perdería la dignidad de la condición de “humano autoconsciente”.

Incluso HPB y DK, el Tibetano, dicen algo así, o en términos muy parecidos. En el volumen VI, pág. 132 (Nota 10) de La Doctrina Secreta, HPB dice: “Es un error contar al ‘Kama Rupa’ [kama = deseo; rupa = forma corpórea] como cuarto principio humano [además de: l) cuerpo físico denso, 2) el doble etérico, y 3) el prana o energía vital]; pues hasta después de la muerte no adquiere forma [rupa], sino que sintetiza los elementos kámicos, es decir, los deseos y pasiones tales como la cólera, lujuria, envidia, venganza, etc., que son la progenie del egoísmo y de la materialidad.”

De modo que HPB, profundizando sobre el complejo tema de los “principios humanos” y refiriéndose como nunca había hecho sobre el “huevo áurico”, dice  que el “vehículo astral o emocional” o "kama-rupa" [de una persona promedio] sólo se construye –a partir del huevo áurico que brindan los Manasaputras- después de la muerte, para que se haga una estadía “adecuada a la pasada encarnación” en el Plano astral, y hasta que se consuman ciertos deseos mundanos (“el Purgatorio” cristiano), y lo mismo pasa con el "vehículo devachánico" (donde se experimenta algo parecido al Cielo cristiano, aunque sólo dura un ciclo finito) hasta la próxima encarnación.

La energía o ‘fuego serpentino’ de Kundalini, con el auxilio de los cetros iniciáticos, como el fuego de un crisol, “funde y cristaliza" la “arcilla o barro” –para usar el simbolismo bíblico- de los polvos astro-mentales hasta "consolidarlos" –finalmente- en un verdadero "cuerpo astral" y un verdadero "cuerpo mental" en las tres primeras Iniciaciones. Con respecto a esto, dice el Tibetano en “Cartas sobre Meditación Ocultista”, Carta X, La purificación de los vehículos, pág. 246: “Un definido proceso, llevado a cabo por el Maestro con la aceptación del discípulo, que consolida en forma permanente los esfuerzos y los resultados adquiridos penosamente durante muchos años.  La fuerza electromagnética, aplicada en cada iniciación, produce un efecto estabilizador. Hace que los resultados alcanzados por el discípulo sean duraderos. Así como el alfarero moldea y da forma a la arcilla, y luego le aplica el fuego que la solidifica, así el aspirante moldea, da forma a su carácter y construye, preparándose para el fuego solidificador. La iniciación marca un logro permanente y el comienzo de un nuevo ciclo de esfuerzo.”

En las muchas encarnaciones –y en los intervalos intermedios entre ellas-, y hasta la 4ta Iniciación, se va completando el "cuerpo causal". Dice el Tibetano en “Cartas sobre Meditación Ocultista”, Carta III, pág. 36: “Por consiguiente, la tarea a realizar consiste en procurar que:

1) El punto de luz se convierta en llama, aventando constantemente la chispa y nutriendo el fuego.

2) El cuerpo causal crezca y se expanda desde un ovoide incoloro (que retiene al Ego como lo está la yema dentro de la cáscara del huevo), en algo de rara belleza, conteniendo todos los colores del arco iris.”

En el ritual de la 4ta Iniciación, llamada  "la iniciación de la Crucifixión", el cuerpo causal [que simboliza al “Templo de Salomón”, no hecho con las manos, sino con las piedras de la cantera de la vida] es destruido por el “Fuego Eléctrico” del Rayo de la Mónada (o Iejidáh). Según el lenguaje simbólico de los Evangelios, al morir Jesús en la "Crucifixión", la cortina o "parójet" del Templo de Jerusalén, que separaba el "Sancta Sanctorum", dónde sólo entraba el Sumo Sacerdote, fue cortada de arriba hasta abajo. Y fue así que, el Iniciado Jesús quedó “liberado” de la necesidad de continuar con el “galut ha neshamá” (o rueda de renacimientos y muertes del Alma). Luego “Resucitó” y “Ascendió” hasta la Tríada Superior “en los Cielos”. Esta Tríada, desde entonces, constituyó los tres aspectos manifestados de la Mónada, así como antes cumplieron ese rol –pero “en una octava inferior”, y  para el Alma- los principios físico, emocional y mental.

Adolfo R. Ordóñez

domingo, 1 de noviembre de 2020

Luna llena de Escorpio, 31/10/2020

 Música para acompañar está potentisima luna llena,y ayudar a canalizar su energía. Mientras la escuchamos, meditemos: El Budismo Tibetano, y los hindúes afirman que en las Lunas Llenas, el Espíritu Sagrado de la Tierra emite la 'nota clave' del mes. Hay "Entidades Sagradas Contempladoras del Propósito", que intentan recibir este Mensaje, y lo transmiten a los "Custodios del Plan". 

Cada uno de nosotros, podemos aportar, meditando en estos periodos tan especiales.

Esta luna Llena, tiene algunas peculiaridades, está especialmente sincronizada con la Era venidera o ingresante, la Era de Acuario. No sólo porque tanto la Luna como el Sol en esta lunación hacen aspecto a Urano; sino también, porque Urano está exaltado en Escorpio, y su influencia en este signo es particularmente poderosa.

Urano está en Tauro junto a la Luna, pero aspectando al Sol en Escorpio ( por lo tanto, su influencia alcanza dicho signo en esta ocasión), el signo que propicia el soltar. Escorpio representa el momento oportuno para elaborar duelos, atravesar portales que nos permiten decir adiós a antiguos patrones y modos de vida estereotipados, que obstaculizan la circulación vital de la renovada energía entrante.

Revisemos nuestra existencia, nuestro modo de acumular y materializar ( luna en Tauro), pues Escorpio y Urano nos ayudarán con nobleza y decisión a llevarlo a cabo.


 Tendrá efectos anímicos muy importantes. Sugiero Chicory , Impatien y Water Violet como tres flores a tener en cuenta en esta lunación . Como piedras (según R.Steiner, el reino mineral impacta en la dimensión psíquica de los humanos, principalmente en la mental), será muy útil combinar obsidiana ( para enfrentar los miedos) y Amatista ( transmutadora).

Es de esperar en lo exterior, acontecimientos inesperados y de aparición brusca, del orden de la irrupción y desvelamiento de temas que hasta ese momento se mantenían latentes.

Y en lo subjetivo, la tendencia a impacientarse, perder el temple, o desesperarse pues sentiremos que suceden situaciones que no controlamos.

Todo lo que se revele en esta lunación, ayuda a integrar en la conciencia, colabora en la concientización ( individual y colectiva).

Sugerencia: intentar aceptar aquello que está más allá del control del ego.

Om

( Música: Ennio Morricone, 'Il Figlio e la Nostalgia')

jueves, 22 de octubre de 2020

Alquimia, Psicología y Física


Alquimia, Psicología y Física


 

Los libros Negros de Carl G. Jung, que ya se ofrecen a la venta en Inglés, son previos al libro Rojo. Eran “los borradores” en los que él iba escribiendo lo que después “pasó en limpio” en el libro Rojo. Y lo hizo Negro por la etapa inicial de la alquimia, que empieza con la Tierra Negra, la Nigredo que simboliza al Inconsciente. El libro Rojo representa a otra etapa de la alquimia, la Roja, la Rubedo, vinculada al fuego solar, y dicho “Fuego”, se refiere a lo Consciente.

Tanto Jung como el físico Wolfgang Pauli (Premio Nobel de Física Cuántica, 1945) eran "alquimistas reencarnados": Jung mostrando los profundos vínculos de la Alquimia con la Psicología, y Pauli con la Física. En efecto, con su célebre "Principio de Exclusión", Pauli logró mostrar la razón profunda de que haya distintos elementos químicos y una "Tabla Periódica" (que el ruso Mendeléyev había descripto, pero no explicado). Así se vio que hay plomo, mercurio y oro, y que es, teóricamente posible, "transmutar" uno en otro! Además, los antiguos alquimistas hacían su Obra (Opus) "sincronizando" su psique con la materia. ¡Es decir, logrando un "efecto Pauli"! ¡No es raro que ambos científicos se hayan encontrado, entendido, ayudado mutuamente y hecho amigos! Cuando Pauli enfermó gravemente (por 1958) lo ubicaron en la habitación N° 137. Ahora bien, resulta que α = 1/137 es la constante de estructura fina, que es una constante electromagnética fundamental, la cual permite explicar la estructura observada de los átomos, pero que los físicos no habían podido –ni pueden aún- explicar. Pauli sintió que esto era una Sincronicidad (en el sentido de Jung) “de muy mal augurio”. Y por eso, concluyó que de ahí no saldría vivo, porque  α, es una constante tan importante, y además, es natural o “adimensional” (es decir, es un “mero” número sin unidades, y por ende, es no convencional, a diferencia de otras constantes, como la carga eléctrica de un electrón, que depende de las unidades de medida usadas, las cuales son convenidas arbitrariamente). 

En la entrada de la Catedral de "Notre Dame" [“Nuestra Dama”] de París que, como es bien sabido, fue construida por una Logia masónica operativa, cuyo símbolo de identificación está en varias columnas interiores, y en varios otros símbolos típicamente masónicos, -y donde fueron ordenados muchos “Caballeros Templarios”, asociados al “Santo Grial”- están claramente señalados las 9 Etapas “evolutivas” de la Alquimia, desde la Nigredo (la negrura del inconsciente) hasta llegar al oro- león -fuego –rojo, la Rubedo. Cabe pensar: ¿La "Dama" a la que se hace referencia, era la Virgen María o María Magdalena?  Porque las “Bodas Alquímicas” parecieran más bien  aludir a ésta última…

No podemos dejar de mencionar que 137 es el valor numérico de la palabra hebrea Kabaláh, que significa "recepción". Se trata de la "recepción" de la luz por parte de la materia, y que 1/137 es la relación del Uno (Dios) a la "recepción de la luz por la materia". ¡Tal vez, si Pauli hubiese sabido esto, otro hubiese sido el desenlace!
Dr. Adolfo R. Ordóñez

domingo, 5 de julio de 2020

Video "La Trinidad Divina en Sri Aurobindo, H. P. Blavatsky y el Maestro Tibetano"

Video 

"La Trinidad Divina en Sri Aurobindo, H. P. Blavatsky y el Maestro Tibetano"

En todas las culturas se citan Tres Aspectos Sagrados. Los mismos, se reflejan en el hombre. Por ejemplo, el genial educador Pestalozzi, afirmaba que una buena educación, consistía en promover la formación de un 'triángulo equilátero' en los niños: Un equilibrio entre la Mente, el Corazón, y la Acción.
En el Video, se intenta integrar y profundizar las reflexiones en este sentido del significado filosófico de estos Tres Aspectos Arquetípicos que denominamos Trinidad.


La Fragilidad Psíquica

Un abordaje psicológico de las actuales tensiones estelares Saturno/Plutón, Saturno- Júpiter/Urano- Marte (2020, 2021):
En épocas de Pandemia y cuarentena, en períodos de crisis de transición, qué pasa con la resistencia anímica. ¿Podemos quebrarnos? ¿Cómo responde la psique en estos momentos de enorme tensión e incertidumbre?


La Fragilidad Psíquica

Patricia Fernández Acosta

Hace unos días, conversaba con un ser querido cercano. Él estaba preocupado por un conocido suyo. Y me preguntaba, si yo como psicóloga, podía darle alguna indicación acerca de si esa persona, por su historia personal, por sus antecedentes familiares, y por la crisis actual (pandemia, crisis económica…), padecía riesgo de ‘quiebre, fractura, o descompensación psíquica’, o como deseemos llamarle a un ‘brote’ psicótico: una pérdida del sentido de la realidad, un divorcio de la misma, una ruptura de tal índole que la psique no puede recuperarse totalmente regresando al estado previo de esa ‘disrupción’.
Esa charla me dejó pensando sobre el tema. Recordé, por ejemplo, que Erich Fromm afirmaba que la psique humana es muy maleable (mucho más que la de la vida anímica de los animales más inteligentes, fuertemente regidos por el instinto). Pero, al mismo tiempo, advertía, no es infinitamente maleable. De modo, que hay un tope, una tolerancia, propia de cada ser humano que manifiesta un límite frente al abanico de posibilidades experienciales, vitales.



Por otro lado, también vino a mí el descubrimiento de Alexander Lowen, agudo observador y ‘lector’ del cuerpo humano correlacionándolo a éste con los diferentes modos de organización anímica (obsesiva, histérica, depresiva, psicopática, psicótica, etc.). Lowen se dio cuenta, que más allá de la ‘clasificación’ psíquica que caracterice a cada ser humano, existe un factor común que nos atraviesa a todos sin distinción: el miedo al quiebre psíquico. El miedo a no resistir, a no tener fuerzas para atravesar ciertas situaciones.
Siguiendo las reflexiones en este sentido, pensaba en mi propia experiencia terapéutica, y lo que vengo observando en la práctica de consultorio. En la facultad, predomina hoy la línea lacaniana. Ésta afirma que, en relación a la psicosis, puntualmente hablando, previo a un brote, no podemos, los psicólogos, confirmar con seguridad que estamos frente a una estructura anímica de tal índole.  Por otro lado, otras líneas psicoanalíticas, aseguran que con un psico - diagnóstico, sí es posible. Es decir, frente a la consulta puntual de mi amigo, acerca de si es posible anticipar un ´brote´ cuando una persona está ‘compensada’ y lleva una vida en la que aparenta salud anímica relativa (como cada uno de nosotros), algunos teóricos (los lacanianos) se inclinan a responder que ‘no’, y otras líneas (psicoanálisis no lacaniano, especialmente, la Escuela inglesa), creen poder ‘preveerlo’. En mi caso, soy de las que acompaña a la posición lacaniana: En mi práctica, tanto psicológica como fonoaudiológica, durante muchos años trabajé elaborando psico - diagnósticos. Obviamente que en éstos aparecen indicadores de psicosis. Pero siempre, posteriores al brote, y no previos. En una evaluación psico – diagnóstica, también podemos ver sí, pobreza psíquica, pobreza de recursos. Pero no podemos garantizar que esa pobreza derivará en un quiebre anímico.
Y lo que sí he visto, sin lugar a dudas en los años que llevo de práctica psicoterapéutica, es que el acompañamiento amoroso y perseverante, un encuadre claro, hacen muchísimo en la vida anímica para sostener, compensar y templar una psique. Y no me refiero aquí exclusivamente al espacio del consultorio. Me refiero a la vida misma: la amabilidad amorosa acompañada con límites claros, con nuestros amigos, familia, lugar de trabajo, el contacto casual (¿casual?), con un vecino, o un transeúnte hacen la diferencia en el devenir anímico de un ser humano, sin duda alguna, insisto.
¿Pero, además, cuando hablamos de ‘fragilidad psíquica’, qué queremos decir? ¿Nos referimos a esos seres que observamos más sensibles y vulnerables, a aquellos que parecen menos ‘fuertes’? Sin embargo, he visto humanos aparentemente ‘muy fuertes’, con posiciones muy determinantes y definidas frente a las circunstancias; los individuos considerados de ‘mucho carácter y de poderosa personalidad’, que parecen ‘arrolladores’, y que sin embargo,  han ‘colapsado anímicamente’. Y en cambio, también he sido testigo de personalidades menos auto sostenidas –aparentemente-, y que ‘sobrevivieron’ o ‘resistieron’ a circunstancias que aquéllos que creíamos ‘fuertes’, no.
Algo de esto llamó la atención de Víctor Frankl, en los campos de concentración, y determinó que
cuando terminó la Guerra, abandonara la práctica psicoanalítica tradicional, y desarrollara su famosa Logoterapia o Tercera Escuela de Análisis Vienés, en la que afirma que ‘la búsqueda de sentido’, el preguntarnos el ‘para qué’ de lo que nos acontece, es decisivo a la hora de pronosticar el devenir psíquico de alguien.
En la práctica personal en consultorio, los insights junguianos también me han servido mucho. C. G. Jung afirmaba que la conciencia individual, considerada como ‘el aspecto faro de la psique, que va iluminando los procesos anímicos’, es un logro relativamente reciente de la especie. Recordemos que, en la edad Media, no existía lo que hoy conocemos como ‘autoría individual’. La ‘conciencia de sí, como constituyendo el individuo un centro vital con posibilidades creativas y expresivas, es una adquisición anímica del Renacimiento. 
Las crónicas medievales, el arte en general (pinturas, música, bajo y altos relieves, etc.; en fin, todos estos registros que nos han quedado de esa época), son anónimos, lo cual señala que no se había establecido, a nivel psíquico aún, esta ‘conciencia de sí’ como un foco estable y pesquisable en la vida anímica individual y colectiva. Este momento inaugural en el devenir anímico humano constituye la fase leonina del proceso, diríamos en Astrología. La auto - conciencia individual, recién empieza a aparecer cada vez con más consistencia, a partir del siglo XV, con un Leonardo, un Miguel Ángel, un Boticelli, y así llegando a nuestra época actual. Es decir, recién aparece con la ‘autoría’.


Por este motivo, C. G. Jung nos marca que, en términos de Proceso de Individuación Colectivo, el asentamiento de una conciencia considerándola como este factor que ‘va conscientizando, o comprendiendo los procesos’, es algo que aún debemos cuidar como especie, porque, es perfectamente posible que, debido a ciertas condiciones particulares, una ‘conciencia frágil’, quede subsumida frente al avance de las ‘aguas del océano del Inconsciente Colectivo’, y desaparezcan estos logros históricos de la especie recién citados.
Hecha la introducción junguiana, podemos volver a qué consideramos ‘un humano frágil’.
Ateniéndonos a la aparición prácticamente reciente de la conciencia individual, decíamos, el proceso de maduración de la especie, presenta dos riesgos de quiebre:

  1. ·  Cuando la organización anímica se caracteriza por demasiada sensibilidad, vulnerabilidad, queda más expuesta a los avances desmedidos de las aguas de lo Colectivo, es cierto.
  2. ·   Sin embargo, también, personas con fuertes mecanismos de racionalización defensiva, con una conciencia prácticamente disociada de la dimensión inconsciente corren riesgo de quiebre. Pues lo inconsciente avanza sobre la consciencia regularmente, llevando y trayendo información. Y si el vínculo entre ambas caras anímicas se interrumpe –algo muy común en la cultura actual-, puede sobrevenir lo que C. G.Jung denominaba una ‘compensación enantiodrómica’, una oscilación pendular anímica. Y aquello que fue rechazado por la conciencia durante largo tiempo, avanza de modo compensador sobre ésta, invadiéndola y sumergiéndola en las oscuridades de la manifestación arquetipal numinosa. Esto fue lo que sucedió, según el psiquiatra suizo, durante la 2° Guerra, en la Alemania nazi.
De modo que, honrando a Siddahrta Gautama, Buda; el 'Recto Sendero', es el Sendero del medio: La psique requiere la expansión y el repliegue; la receptividad y la asertividad; tanto como el cuerpo la inspiración y la inhalación.

¡En síntesis, ante la pregunta de este ser querido, no es fácil determinar anticipadamente el ‘quiebre’ de un ser humano, pues éste depende de tantos factores! Consideraremos con atención sus antecedentes familiares (la herencia, sí), su propia historia, la construcción de su carácter, las elecciones vitales(*) que ha venido haciendo, las circunstancias medioambientales y sociales actuales y las que ha tenido que atravesar, pero, sobre todo, el amor y el sostén anímico que vaya recibiendo. Mas, sin embargo, hay un factor inefable al que aludía Víctor Frankl, y es la conexión con ese Núcleo Silencioso que alberga en lo insondable de cada ser humano. No importa cómo lo denominemos. Frankl notó, que, si nos hacemos preguntas existenciales, si lanzamos preguntas al Universo, ese Núcleo en algún momento se hará notar. C.G. Jung también remarcaba que, en los momentos de crisis, hay un factor de Guía Interior, que se expresa como una experiencia trascendente y sanadora para el ser humano.

(*) Por 'Elecciones vitales', me refiero no sólo a decisiones tomadas en el mundo exterior, sino también al trabajo interno, lo vincular, en este sentido, siempre define el paisaje de lo exterior y de lo interior. Aquí entraría el trabajo con la 'máscara' construída, la integración de la sombra, la dinámica ánima/ánimus, etc.


sábado, 9 de mayo de 2020

Entrevista Revista 'Tú Mismo': Momento actual observado desde la Psicología, la Física Cuántica y la Astrología

Entrevista Revista 'Tú Mismo': Momento actual observado desde la Psicología, la Física Cuántica y la Astrología

Entrevista de Tú mismo, revista española.
Aurelio Álvarez, coordina, preguntando acerca del momento actual observado desde la Astrología, la Kábala, la Física Cuántica, la Psicología...


martes, 24 de marzo de 2020

Simbología del 2020. Parte 1°

Nuevos Videos: 

Link: https://www.youtube.com/playlist?list=PLxsj5Lcn-wgExYifhirV0l2FqQyR6LjN3




Aquí presento el 1° tema de una serie de 4 reflexiones en torno al año 2020:
★desde la numerología.
★desde la psicología junguiana.
★desde la Kábala.
★desde la Astrología de A. Bailey. ( Astrología transpersonal o espiritual).
 *Fe de erratas*: cuando me refiero al n° 40 en la simbología cristiana, quise decir, " *los días que pasaron desde la resurrección hasta el Ascenso a los Cielos* ".
Pido disculpas por mi despiste ( mi Asc. Acuario suele jugarme estos deslices).
Saludos.