sábado, 4 de abril de 2015

Parte 4: Oportunidades que ofrece la Era de Acuario




por Patricia Fernández Acosta Ordóñez

Oportunidades que presenta la actual transición entre Eras
Factores condicionantes para la manifestación sombría o luminosa de un Arquetipo

En la Parte 1 y 2 del presente tema explicamos cómo la ‘evolución’ desde una perspectiva esotérica es necesariamente holográfica y cíclica.
En la Parte 3,  sugerimos algunas formas de expresión sombría en este pasaje entre eras astrológicas.
Hoy enumeraremos algunas oportunidades –expresión luminosa- que ofrece el mismo.
Antes de continuar permítaseme recordarles en qué se diferencia una manifestación arquetipal sombría de una luminosa:

  •      La expresión sombría implica una avalancha compulsiva e indiferenciada de determinado Arquetipo desde lo inconsciente sobre la conciencia, el cual al invadirla hace que sus manifestaciones tengan un carácter masivo, como si la conciencia estuviera ‘poseida’ por dicho Arquetipo. Y de hecho, lo está.
  •         La expresión luminosa de un arquetipo implica todo un trabajo previo de ‘ensayo-error’, dificultoso, con idas y vueltas,  con aprendizajes, y dolores, logros y derrotas (desde la perspectiva consciente), mediante los cuales, el Arquetipo va siendo comprendido y concientizado. De este modo, en algún momento, el mismo puede ser expresado por la conciencia de modo diferenciado, con discernimiento, en forma espontánea y creativa. Ya en este estadio, la conciencia hace de vehículo consciente a dicha manifestación arquetipal. Se ha construido un puente entre el consciente y lo inconsciente. Por lo tanto, la manifestación luminosa de un Arquetipo implica modificaciones alquímicas en el vínculo consciente/incosnciente.

Una pregunta que podemos hacernos es:

 ¿Qué factores pueden influir para que la expresión arquetipal, en esta oportunidad de ‘salto’ madurativo planetario que atravesamos –debido al pasaje entre dos eras-, se dé de modo sombrío o luminoso (utilizando la expresión habitual de Jung cuando un arquetipo o varios de ellos se constelan)?

Y para la respuesta hemos de considerar el carácter holográfico y cíclico de la evolución.   

  •  Debido a la naturaleza holográfica de la misma, vimos que  todos los componentes que integran el sistema (tanto los maduros como los inmaduros) vibrarán con la nueva nota acuariana y se despedirán de la pisciana. De qué modo éstos  transitarán  este cambio –creativa
    o caóticamente- dependerá en parte del punto madurativo de los integrantes del sistema planetario. Suelo decir que los seres humanos ‘por afuera’ somos todos iguales, pero como expresan en la India, por dentro, encontramos ‘almas viejas’, ‘almas jóvenes’, y ‘niños en pañales’. Utilicé antes la metáfora de un árbol con frutos: los hay maduros, los hay verdes. Éste factor incide sin duda en la calidad de la respuesta –sombría o luminosa- a estas energías entrantes y las salientes.
  •         Pero además, el factor cíclico no es una cuestión menor.
    Cuando un humano nace no vemos -en esa primera etapa inmadura- la manifestación plena de sus capacidades porque todo en él es aún potencialidad. En forma análoga sucede en la vejez -período en que las cualidades que culminaron en la madurez, ahora se degradan por el predominio’ de la ‘decadencia orgánica', la cual le va 'ganando' a  la ‘homeostasis’ orgánica (equilibrio dinámico que permite la manifestación de un orden integral)-. Del mismo modo sucede en los períodos entre Eras. En los inicios y nacimientos (en este caso de Acuario), y en las postrimerías de un período (en este caso de Piscis), solemos ver las expresiones más pobres y sombrías. Es durante la culminación de una Era cuando veremos sus frutos más maduros y bellos. Sin embargo, continuando con la metáfora madurativa, también hay excepciones: Así como existen los ‘niños prodigios’ que anticipan cualidades antes de tiempo; y así como encontramos ‘ancianos sabios’ que sintetizan el aprendizaje de todo lo vivido; también, durante la transición entre Eras habrá expresiones luminosas tanto de Piscis como de Acuario.
    Serán estas expresiones luminosas tempranas las que nos permitirán avisorar algo de la Era por venir, y las que nos harán de orientadoras como lo fueron para Hansel y Gretel, aquel sendero de migas de pan que les permitió retornar al hogar. Como ejemplo, de esta manifestación acuariana luminosa temprana, tenemos a Jiddu Krishnamurti, el filósofo indio, verdadero avatar acuariano que corporifica todos los talentos de este arquetipo ( Krishnamurti tenía Ascendente Acuario en su carta natal).
Ojalá las siguientes manifestaciones en Luz (de Piscis y Acuario, ya que la primera le hace el traspaso a la segunda, constituyéndose así el necesario puente-rito de pasaje), nos sirvan de faro y estímulo en los momentos en los que la oscuridad propia de la expresión nueva, nos sobrepase. Como diría el Maestro Tibetano, a quien amo desde lo profundo de mi corazón: “Mantegamos la Mente firme en la Luz”.

1.      )      Factores piscianos maduros que se suman integrándose a las nuevas influencias acuarianas:

  •     
      
    Urano, el regente exotérico de Acuario, en mitología representa al Dios del Cielo, esto hace que una tentación muy acuariana será la de mirar sólo ‘hacia arriba’, desconectándonos de las raíces. Sin embargo, todo lo que existe en la Tierra, toma energía también de ésta (no sólo del Cielo). Somos hijos del Cielo y de la Tierra. Cielo y Tierra constituyen un par fundante y complementario de cualquier existencia. Por eso, en la era entrante, habrá que reflexionar acerca del lugar adecuado, oportuno que ocupan las ‘raíces’ en nuestra existencia. La tentación a sentirnos ‘hijos del Cielo’ sin madre, será muy grande. En este sentido, habrá que meditar cuál ha sido el aporte de nuestras raíces, es decir, tanto de las culturas como de las generaciones que nos precedieron. Sir Isaac Newton –un genio, sin dudas, y uno de los científicos más grandes- tenía muy en claro esta cuestión, pues  expresó lo siguiente al respecto, en una carta a un colega (Robert Hooke): Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes.” 
    Cultivar un sentido de la proporción, y de respeto a quienes nos antecedieron, ha sido un logro de eras anteriores (Aries, Piscis). Hoy, sin embargo,  es más frecuente la expresión sombría de este rasgo en los tradicionalismos fundamentalistas. No obstante,  el riesgo a pasarnos al otro extremo desconociendo que descendemos de ancestros y de maestros que nos enseñaron lo que hoy sabemos, también lo es. Habremos de cultivar un equilibrio entre la libertad de indagación frente a personalidades consideradas como autoridades (talentos acuarianos), y la desconsideración soberbia de creernos autodidactcas, creadores únicos sin ancestros ni antecesores (sombra acuairana).
    Un ejemplo actual interesante en esta dirección lo encontramos en la figura del Dalai Lama. Es conocida la apertura del Dalai hacia las innovaciones. Desde pequeño se interesó por los avances técnicos y científicos y promovió la apertura de los tibetanos a estas innovaciones. No duda en afirmar que si la ciencia llegara a demostrar algo que va en contra de lo que establece la tradición budista, renovaría la tradición (no olvidemos el hermoso Urano en casa 11° en la carta natal del Dalai). Sin embargo, simultáneamente, es conocida su tarea de cuidar las ‘raíces’ provenientes de diferentes culturas. Ha dado conferencias en diferentes países, en la que refiere su preocupación al respecto (el Dalai es canceriano con Ascendente en Cáncer, lo cual estimula su interés por el cultivo de las raíces). Aquí encontramos un buen ejemplo de construir puentes entre los talentos salientes (Era que pasa al orden implicado), y los talentos entrantes (Era que está desplegándose hacia la manifestación). 
  •      Como cualidades que nos deja la Era de Piscis podemos citar los siguientes: Las capacidades místicas amorosas, incluyentes, serviciales, generosas, sensibles y humildes se encuentran entre los talentos más destacados de este arquetipo zodiacal. Los mismos pueden integrarse perfectamente a las nuevas tonalidades acuarianas como capacidades incorporadas en el proceso de individuación colectivo de la especie. Un ejemplo claro de estas cualidades piscianas lo encontramos en la Madre Teresa de Calcuta.
    Hoy también las vemos en el actual Papa de la Iglesia Católica, institución típicamente representativa de la Era saliente. Francisco, en este caso, aúna las cualidades y bondades piscianas citadas, con rasgos más acuarianos, como el respeto a la diversidad religiosa, el respeto a aquellos que no profesan ninguna religión, así como el ‘correrse’ del lugar tradicional de ‘Maestro omnisciente’, y ‘Autoridad infalible’ que ostentaban los Papas hasta la actualidad. Las cualidades amorosas piscianas serán una base muy importante para que el nuevo ciclo entrante integre los dones mentales característicos de un signo de aire, portando simultáneamente la sensibilidad de los signos de agua. Éste es otro caso de ‘construcción de puentes’ entre las dos eras (No en vano, Francisco es un "Pontífice", o hacedor de puentes). De paso, observemos que el actual Papa tiene también Asc. en Cáncer en su carta natal (se interesa en el cuidado de las raíces), y a Urano en el Medio Cielo, por lo tanto, no pierde de vista la necesidad de renovación constante de la institución que preside, renovación a la cual aspira; tarea nada fácil.
2.      )      Factores arquetipales acuarianos en Luz: 

  • Urano, regente exotérico de Acuario, relacionado con el 7° Rayo del Orden (notemos que estamos en la época de los 'ordenadores', las P.C.), rige la conexión con la dimensión etérica, contraparte física sutil y dimensión por la cual circula el prana o energía vital universal, simbolizada en el agua que difunde el aguador.
    El prana canaliza el propósito o voluntad del espíritu. Esta era traerá tremendos cambios en la circulación etérica planetaria. Muchos videntes, de hecho, hace años vienen informando de los mismos. Por el carácter holográfico de la naturaleza, esto implica asimismo, enormes modificaciones en la circulación etérica humana. En la clínica psicológica, de hecho, me encuentro con seres cada vez más sensibles a la dimensión etérica. De aquí la importancia de acompañar estos cambios con la práctica de alguna disciplina que nos ayude a facilitarlos (Reiki, Yoga, Tai Chi, etc.).

    Por tal motivo, los altibajos de energía vital están hoy a la orden del día. Nuestro etérico está hoy mucho más permeable a la interrelación que en épocas anteriores. Cada vez seremos más conscientes de la interrelación etérica entre los miembros de la misma especie (vivencia de red), y también de la circulación etérica entre los diferentes reinos (trama etérica planetaria), fenómenos como la telepatía y la sincronicidad serán cotidianos y no “rarezas” para recordar. El sentimiento de que ‘todo es vida’ o de que ‘todo vive’ se irá instalando rápidamente.
         
  •   Amor entre Almas sin ensalzar indebidamente a las personalidades. Esto se evidencia en el simbolismo acuariano: El aguador portando un cántaro con agua de vida. El cántaro simboliza a la ‘Personalidad- vasija’ que debe vaciarse de ego para verter agua de vida (vitalidad renovada, circulación de prana sin obstáculos).
    El aguador representa al Alma/ Espíritu. Por lo tanto, la vasija importa en tanto es el medio portador del agua de vida universal a distribuir. Sin embargo, así como una vasija rota no sirve para verter agua, la Personalidad puede ser útil al Alma si está indemne, sana. Y esto es posible, en tanto se la reconozca a la dimensión personal como una construcción anímica necesaria y funcional al propósito del Alma. (Ver tensión entre la dimensión personal y la transpersonal en la Parte 3). 
  •      El símbolo del signo de Acuario, nos muestra un par de líneas quebradas que corren paralelas. En un sentido, el mismo podría indicar la percepción de las dos caras de una totalidad, como dos realidades que son simultáneas y complementarias, y que se acompañan mutuamente. Veamos algunos ejemplos de estas dos caras constitutivas:
    Dimensión física etérica/dimensión física densa,  Consciente/inconsciente, onda/corpúsculo, materia/información, femenino/masculino, materia/espíritu, Alma/ Personalidad, Oriente/Occidente, Hemisferio cerebral Izquierdo/ Hemisferio cerebral Derecho, etc. La actual era facilitará la percepción simultánea de estas dos facetas, lo cual, de darse, inaugurará una nueva modalidad perceptiva humana y posibilidades de modificaciones vinculares, insospechadas e inéditas.
         
  • Elevado sentido internacionalista: Las fronteras entre las naciones serán vistas como diferenciaciones convencionales de orden cultural, regional-geográfico, e históricas, que posibilitan distinguir y respetar la variedad de culturas, idiomas y costumbres. Poco a poco se irá imponiendo un interculturalismo, un mestizaje enriquecedor, con respeto por los derechos humanos así como un respeto de los diferentes reinos, acompañado con conciencia ecológica. El sentido de pertenencia planetario típicamente acuariano hace que la identificación nacionalista con un país sea resignificada como una diferenciación y distinción posterior a un factor común previo: Todos somos humanos, no importa en qué nación hayamos nacido; por encima de esto, se impone ser ciudadanos terrestres pertenecientes al universo. 
  •      Sentido de fraternidad universal, de libertad y de igualdad de derechos. 
Eje Acuario/Leo en su expresión luminosa: La promesa de la nueva era consiste en la actividad grupal (Acuario) con integrantes independientes, autodeterminados y autónomos (Leo). Frente a los enormes problemas que enfrentamos planetariamente como especie, sólo equipos constituidos por humanos creativos, colaboradores y librepensadores, nos brindan una chance para la resolución innovadora de los mismos. Hoy hay varios equipos con estas características, constituidos cada uno para pensar cómo resolver situaciones específicas de alta complejidad. Estos equipos son especializados y cada miembro está altamente formado y es necesario. Los encontramos frente a temas como el de los monocultivos (con la desaparición de la variedad de granos), las contaminación de las napas subterráneas, la desalinización de los oceános y los elevados riesgos de inundación de ciudades costeras, el agotamiento de los recursos renovables, los derechos humanos, etc. Otro modo de ver la manifestación luminosa de este eje Acuario/Leo es la aparición del fenómeno denominado 'opinión pública' - un grupo de humanos altamente desarrollados que miran atentamente el desarrollo de los asuntos mundiales y hacen sentir su voz de aprobación o desaprobación, haciendo temblar el ejercicio narcisista del poder. La 'opinión pública' es un fenómeno Acuario/Leo, ya que son 'muchos' (una sociedad, un grupo, Acuario) pensando e invocando con luz personal (Leo) al unísono. Hoy se considera seriamente su peso en los asuntos internacionales, a tal punto que ya se habla de ella como el 'poder blando' (por contraste con el 'poder duro' de las armas).

 

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