Patricia Fernández Acosta Ordóñez
En
la 1º Parte reflexionábamos acerca de la característica
holográfica y cíclica de la evolución
desde una perspectiva esotérica.
1) El
Principio Holográfico puede
definirse como sigue: “La parte de una totalidad contiene plegada
información de la totalidad.” En este sentido
distinguíamos el concepto de “evolución” darwinista clásico, con su carácter
mecanicista y fragmentario, del concepto esotérico de la misma. Es decir, en
este último la “evolución” implica necesariamente la maduración de la
totalidad, incluidas todas las ‘partes’ que la constituyen (concebidas éstas
como conformando una ‘red dinámica de relaciones’). Para expresarlo más
claramente, esto implica que desde esta perspectiva no es posible el
‘avance’ de algunos componentes del sistema, separadamente del resto. Pongamos
como ejemplo a un árbol frutal: En él puede haber frutos verdes, frutos maduros, y frutos "que ya están pasados". Sin embargo, el árbol en su conjunto está sujeto a un
proceso madurativo, por el carácter orgánico del mismo. Así también, es
importante comprender que en el ingreso a la Era de Acuario, la naturaleza
toda, cada reino que la constituye, el planeta en su totalidad -y no sólo la especie
humana; y no sólo algunos exponentes de este reino- están sujetos a la
influencia de esta era.
2) La
evolución, además, se manifiesta respetando y siendo estimulada por la Ley de Ciclos. El pasaje de era en era señala por este
motivo, la necesidad de un ‘salto madurativo’ para la especie y para la
totalidad del planeta. En este aspecto, la Astrología constituye una vía
privilegiada para el abordaje y estudio de estos ‘saltos evolutivos’ potenciales.
Pasaje entre eras y Crisis vital
Hoy
hablaremos de las oportunidades y desafíos que presenta el ingreso al nuevo Eón. A semejanza de como ocurre en el pasaje a través de las distintas etapas
vitales en un ser humano, la transición entre una fase y la siguiente implicará
una crisis vital. Y como sabemos, ‘crisis’ no sólo referencia dificultad y peligro;
también es oportunidad de cruce -de salto-, de crecimiento. Por eso es importante
dilucidar y desenvolver poco a poco el actual momento de transición del pasaje
desde Piscis a Acuario -por la precesión de los equinoccios, según vimos- para
avisorar mejor las posibilidades de maduración, la dirección que ésta toma;
pero también para evaluar las dificultades específicas que la misma presenta, y
estar alertas, advirtiéndolas. Si bien la evolución es holográfica, como el ser humano debe hacer un trabajo de concientización -éste es uno de sus propósitos vitales como especie-, cada uno de nosotros, responderemos a las nuevas energías entrantes de modo particular, según la asimilación a integración que vayamos haciendo del arquetipo acuariano que se está constelando. Por tal motivo, hoy introduciremos la noción de 'arquetipos en Luz y arquetipos en Sombra', que nos ayudarán a distinguir las posibles respuestas a lo que está aconteciendo en nuestro planeta.
Considero
que podríamos distinguir entre los siguientes desafíos o dificultades:
A) Factores regresivos que
no aceptan el ‘salto’ a Acuario, e insisten en resonar con Piscis:
Daremos
ejemplos de esto más abajo (Parte 3 del artículo), pero aquí nos referimos a las Fuerzas salientes
piscianas que tironean para ‘atrás’ a aquellos sobre identificados con sus
cualidades. Esta característica lentifica el proceso, dificultándole madurar. La consecuencia
grave si la identificación con lo pisciano llegara a predominar es la disgregación orgánica por triunfo de
‘tánatos’ (muerte) sobre ‘eros (vida), pues la vida siempre tiende hacia la
meta y el cumplimiento del propósito de la Esencia. Alice Bailey (en realidad, el "Maestro Tibetano" que escribió muchos libros a través suyo) define "el mal como un bien menor que ya debió haber cesado en aras de un bien mayor". Y la cabalista cristiana Dion Fortune, dice que "el mal es energía mal ubicada en el tiempo -así como la basura es energía mal ubicada en el espacio, tal como la tierra en un ojo-". Es decir, el tiempo de la Era de Acuario es para el despliegue y desarrollo de las cualidades acuarianas, y no para seguir insistiendo en las cualidades piscianas, que ya tuvieron antes su kairós, su momento oportuno.
B) Factores en sombra de la era entrante (Acuario):
Cada
era constela a un Arquetipo o molde formal que cualifica los pensamientos, el
sentir, el accionar y los valores de una época, y a la vez matiza a la
naturaleza toda. A. Bailey señala, por ejemplo, que a medida que avancemos
hacia Acuario, irán desapareciendo las flores azules, e irán siendo
reemplazadas por flores violetas. Esto es debido a que el azul es el color del
6º Rayo, que predominó en Piscis; y el violeta, es el color del 7º Rayo,
regente del signo de Acuario.
De
modo análogo, cuando comienzan a sentirse los influjos arquetipales de una era
-en este caso, de Acuario-, la psique humana debe realizar un trabajo paulatino
de concientización de cuáles características van quedando fuera de tiempo, y cuáles
están viniendo a ser. Es decir, se impone un trabajo de reconocimiento, de
discernimiento de las propiedades nuevas acuarianas entrantes. Comprender y acompañar las
nuevas energías en depliegue que buscan tomar forma. Si esto no sucede, lo cual es
frecuente en las estructuras anímicas más rígidas y frágiles, las mismas igual se
expresarán (por el carácter holográfico del proceso evolutivo, como ya vimos),
pero lo harán sombríamente. O sea, se expresarán como cualidades arquetipales
acuarianas en sombra. Esto supone una expresión masiva e indiferenciada de
aquellas, que ‘obsesan’ o ‘poseen’ a individuos y hasta a colectivos humanos.
Como dijimos, en la Parte 3, daremos ejemplos de cada un de estos ítems.
Refirámonos
ahora a las oportunidades:
A) Factores piscianos
maduros que integran a las nuevas influencias acuarianas:
Cada
fase, era o etapa vital se sustenta sobre las previas. Entonces, es saludable
integrar lo anterior con lo nuevo, pues esto emerge de aquello. Es necesario no
disociarlo o ‘castrarlo’ como si por constituir el pasado fuera ‘malo’. Podemos
visualizar lo previo como las ‘raíces’ que alimentan las nuevas hojas nacientes
del árbol. Por ejemplo podemos pensar que cuando pasamos de una etapa vital a la
siguiente, la previa queda incluida. Por tal motivo solemos decir que aunque
‘ya seamos adultos' es bueno mantener un contacto con nuestro niño interior, aunque éste constituya una
etapa previa. Lo que no es sano es comportarnos como niños siendo ya adultos.
En forma análoga, hay que trascender la era anterior, pero incorporando los
talentos desplegados por aquélla y resignificarlos a la luz de las nuevas
energías acuarianas entrantes (recuerden que daremos ejemplos puntuales de cada
ítem en la Parte 3 del artículo)
B) Factores arquetipales
acuarianos en Luz:
Los mismos se relacionan con las cualidades arquetipales propias de Acuario que van siendo
integradas a la conciencia. En tanto aspectos en ‘Luz’, los podremos expresar
de modo espontáneo y diferenciado, es decir, no de forma masiva, y tampoco con invasión compulsiva
desde el inconsciente, sino con discernimiento y creativamente. Aquí no hay peligro
de daño físico ni psíquico, pues su manifestación se hará con medida y al servicio de la
totalidad y lo que ésta se encuentra desplegando ‘aquí y ahora’. Cuando las
cualidades arquetipales de la Era en curso, -en este caso Acuario- son
expresadas luminosamente, generan armonía, salud y superación de conflictos.
Desafíos que presenta la actual transición entre Eras
1)
Factores
regresivos que no aceptan el ‘salto’ a Acuario, e insisten en resonar con
Piscis:
- Fundamentalismos ideológicos con fuertes matices emocionales y/o místicos fanáticos: En tanto Piscis está regido por Neptuno y el 6º Rayo, como Arquetipo en retirada, sus rasgos sombríos se expresarán mayoritariamente como manifestación cristalizada y rígida del campo astral/devocional. Esto lo observamos en el gran riesgo de guerras por motivos religiosos (o con otros motivos inconfesables que utilizan a personas fanáticas como medio para aquellas).
- Intolerancia a la diversidad (de credos, razas, culturas, etc).
- Inmolación por ideales.
- Emocionalidad extrema, descontrolada. El plexo solar tanto individual como el colectivo cuando se encuentra sobrestimulado tiende a la percepción dual, disociativa y dilemática de la realidad, lo cual engrosa el espejismo de la separatividad. Piscis es un signo de agua, y el plexo solar se relaciona con las emociones primarias que buscan asegurarse la supervivencia. De ahí que una vibración pisciana elemental resuene con ese centro energético.
- Sentimiento nacionalista fanático. Esto también forma parte de la expresión sombría pisciana, junto con el fundamentalismo religioso; y ambos son expresiones de un plexo solar sobredimensionado. Los puntos anteriores citados y éste lo vemos corporizado en nuestro planeta particularmente en la zona de Medio Oriente, con lo cual, se nos impone a cada uno de nosotros meditar en dicha problemática porque ésta es la expresión en alcances masivos y colectivos de un aspecto retrógrado fundamental vinculado a la sombra psiciana. Y en este sentido es un desafío para cualquier ser humano. Hasta hace poco también en Irlanda, y hoy, en la zona de Rusia y Ucrania; encotramos la misma condición, mezclada en todos los casos, con motivos políticos e intereses extra religiosos que se aprovechan de las debilidades del arquetipo pisciano en su expresión sombría. La expresión endogámica y clánica de la era saliente como una manifestación de la octava inferior de Piscis, es decir, de la Luna cuando vela a Neptuno, es un rasgo regresivo y un desafío a trascender, que anida en cada país y en cada ser humano. Hay que estar muy atentos para no alimentar esa semilla que pertenece a otro estadio ya transitado por la humanidad. Sin embargo, como vemos, la atracción magnética de la ilusión de la separatividad es aún sumamente intensa.
- Percepción de la forma sombría en la relación 'Maestro/Gurú - Discípulo'. Esta relación en su aspecto sombrío implica una devoción ciega, una idealización del Maestro y un sometimiento del discípulo. La modalidad vincular mencionada está aún omni distribuida por todo el planeta. No hay ‘zona’ planetaria libre de esta tendencia. Aquí también es muy importante que cada uno de nosotros realicemos un trabajo de concientización de nuestra propia sombra, ya sea que proyectemos de modo absoluto la autoridad sobre figuras externas, o que nos veamos velados por el espejismo de ‘Guruismo’. Siempre es bueno tener presentes las sabias palabras del Buda: “Sed lámparas para vosotros mismos”. Esto no es incompatible con el sentir agradecimiento y genuino afecto hacia aquellos que fueron nuestros docentes: La desconsideración, y la ausencia de reconocimiento y gratitud a la función docente -la otra cara extrema de la relación 'Maestro-Aprendiz'-, es un rasgo sombrío uraniano-acuariano, como ya veremos oportunamente… Por eso, es decisivo comprender que una era entrante (en este caso Acuario) se levanta sobre los aprendizajes incorporados en la anterior (Piscis). La relación balanceada del vínculo Maestro/Aprendiz, será uno de los temas a meditar a lo largo de la nueva era.
- Exceso de Controles, búsqueda desmedida de rendimiento y eficiencia: En cada era, siempre está involucrado todo el eje, en este caso, nos referimos al eje Piscis /Virgo, y a la cara oscura de Virgo: Una manifestación de la sombra de Virgo se observa privilegiadamente en Europa pero también en otros países, en los controles crecientes sobre los humanos (en impuestos, trámites, maximización del rendimiento y la eficiencia,etc.). Estos controles, y seguimientos obsesivos y minuciosos constituyen la famosa 'jaula de oro' burocrática de la cual hablaba el sociólogo Max Weber, y a la que señalaba como un signo del final de una cultura. (Continúa)
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