miércoles, 13 de febrero de 2019

Reflexiones epistemológicas sobre la Astrología - 12° Entrega



Respuestas a algunos cuestionamientos


"No existe ninguna razón científica para negar la conciencia en la totalidad de la naturaleza"
Rupert Sheldrake

Aclaraciones y comentarios finales
Quizás a alguno de ustedes le haya llamado la atención el hecho de que he dividido esta temática en 11 Partes, en vez de hacerlo en 12, lo que estaría más "en consonancia" con la Astrología. La razón es que deseaba esperar la recepción de las "devoluciones" que me fuera haciendo la gente, a fin de poder hacer un cierre más mandálico.
A continuación presentaré algunos de estos cuestionamientos y planteos,que me hicieron en relación a los 11 artículos precedentes, elegí los más significativos, y -debo decirlo-  "sorprendentes".

Primer cuestionamiento:

"La Ciencia, que tiene esta potencia para presentarnos y ayudarnos a comprender la Física Cuántica, no necesariamente tiene la capacidad de explicarnos la Astrología, que es un saber de otro nivel, de una complejidad superior. Entonces: ¿Cómo puede la Astrología ser explicada desde la Física Cuántica?"

Respuesta:
No, claro, pretender explicar a la Astrología sólo con la Física Cuántica sería hacer un "reduccionismo" muy ingenuo, en vez de "complejizar" nuestro pensamiento -como el asunto lo demanda-. Por eso, y lo deseo aclarar muy bien, mi intención no es hacer un reduccionismo de la Astrología a la Física.
Ahora está muy de moda hablar de las "Teorías de Todo" (TOE´s en inglés: "Theories of Everything"). Bueno, la Cuántica no es una teoría de todo. Hay muchísimas cosas que deja por fuera de su ámbito. Y en esto, sí concuerdo con la opinión del Dr. Mario Bunge.
En cambio, sí considero que:

1) una presentación actualizada de la interpretación de Bohm de la Física Cuántica -que no la reduce al ámbito microscópico "por decoherencia", como muchos experimentos modernos han demostrado-
2) una generalización de los Principios Cuánticos -similar a los del tipo planteados por el biólogo Rupert Sheldrake con sus "campos morfogenéticos" y la "resonancia mórfica" (que son tan afines a la interpretación de David Bohm de la Física Cuántica),
3) así como de los Principios Astrofísicos y Cosmológicos, más 
4) la Psicología (de Jung, de Freud, de Lacan o de quien sea, si lo consideramos serio y valioso),

todo ello podría darnos un primer "esbozo explicativo" de la Astrología, (que debería luego ser desarrollado con más detalle, revisado y corregido). Es decir, básicamente, quisiéramos entender por qué razón podrían estar tan íntimamente correlacionados los dibujos que van formando los astros -y que generan un Álgebra de Operadores, tal como la que caracteriza a todos los sistemas físicos- en el espacio, con nuestra red de vínculos interpersonales.
Por otra parte, intento promover un diálogo interdisciplinar, para ser coherente con mi posición de aceptar a la Astrología como Ciencia (con las reservas anteriormente hechas). Pues como hemos dicho al principio de estos artículos, dicha apertura al diálogo con las demás disciplinas científicas es una condición básica necesaria para ser una Ciencia.
Sencillamente, y desde diferentes ángulos estamos tratando de comprender la Naturaleza, el Universo con todo ese gigantesco y agitado "océano de incontables galaxias", el majestuosamente rítmico Movimiento de la Vida y su correlación con nuestros procesos psicológicos humanos....
Hoy en día, hay varios enfoques que sería bueno integrar con la Astrología, aunque no se trata sólo de que ésta "reciba", porque la Astrología tiene también mucha riqueza que "aportar" a todas las otras disciplinas científicas. Así como los principios de la Física Cuántica, por ejemplo, pueden ayudar a interpretar ciertas cosas de la Astrología (sobre todo cómo actúan los llamados "Aspectos") de otra forma, del mismo modo, la misma Astrología puede ayudar a la Física a interpretar mejor los fenómenos cuánticos. Y lo mismo sucedería con muchas otras ramas del "árbol" de las Ciencias.

Segundo cuestionamiento:

"¿Se acusa a la Astrología de "pseudociencia"? Y bueno, ¿No será que la Astrología, efectivamente, no es una Ciencia, y por ende, no necesita aspirar a ser la "convalidada" por ninguna teoría obtenida siguiendo el método científico? De hecho, podría ser el caso de que la Ciencia llega a lo que llama "verdades", o al menos, a un "conocimiento confiable", vía un método específico que tiene sus reglas, y que la Astrología arriba a otro tipo de conocimiento, que también puede ser "verdadero" -en algún sentido-, o "útil" pero accediendo a él por otra vía, que no tiene por qué justificar "científicamente", o utilizando el "método científico"1. Más aún, puede que, eventualmente, la Astrología llegue a conocimientos que la Ciencia descubrió de una manera, pero percatándose de ellos de un modo diferente".
Complemento al segundo cuestionamiento
En la misma línea de este cuestionamiento que me hicieron, se halla lo expresado por el Filósofo y catedrático de "Historia de las Ideas", Eugenio Trías en el prólogo del libro "Orígenes del simbolismo astrológico" de Guiomar Eguillor2. Dice Trías3:

"Se parte de la premisa de que la astrología está hoy, en cierto modo, "bajo sospecha". La gran tentación consiste, entonces, en quererla "dignificar" mediante diversos expedientes posibles: por ejemplo, conduciendo el cúmulo de información que encierra hacia el ámbito de la psicología; o bien tratando de adaptar, mal que bien, los conocimientos astrológicos en que se funda la astrología a nuestras premisas4 astrofísicas y cosmológicas.
Guiomar Eguillor evita esas "facilidades"5, o no se facilita las cosas mediante esas medidas con las cuales, de modo falsificado, quiere "dignificarse" un arsenal de conocimientos tradicionales que no tiene por qué ser cuestionado. Ese arsenal está ahí y "es como es" 6. Se trata, por tanto, de aceptarlo y asumirlo como lo que es: una verdadera enciclopedia de informaciones y conocimientos que debe ser examinada desde adentro.
Frente al modo externo de buscar el sentido de la astrología fuera de su ámbito de pertenencia (en la psicología, en la astrofísica o en otros terrenos), Guiomar Eguillor adopta el método más adecuado para alcanzar el conocimiento específico del objeto de su atención: un método inmanente que asume el objeto tal como se presenta y que trata de examinarlo por dentro".

Respuesta:

En primer lugar, quisiera agradecer al Profesor Trías por admitir la "dignidad intrínseca" del saber astrológico. No obstante, no estoy seguro de que su modo de hacerlo exclusivamente "desde adentro", sea el único "adecuado". Más bien me parece que ello ni siquiera sería posible, ya que -como hemos señalado a lo largo de este trabajo- lejos de tratarse de "un arsenal que ya está ahí", o de una "enciclopedia de informaciones y conocimientos tradicionales", tanto los contenidos cognitivos como los avatares del desarrollo histórico de la Astrología han ido cambiando radicalmente -por fortuna- con el paso del tiempo, y siguiendo la evolución general de la historia y del resto de los conocimientos y experiencias de la humanidad. Porque la antigua Astrología mesopotámica del "Mul-Apin" o del "Enuma Anu Enlil" (compilado alrededor del siglo XI a. C.), en la que el planeta Júpiter era el Dios Marduk; la Luna era el (masculino) hijo de la suprema divinidad de la Tierra, Enlil; y Anu era el dios del Cielo, no es la misma que la del "Tetrabiblos" de Ptolomeo, ni ésta que toda la medieval, y menos aún que la Astrología renacentista..., y así hasta nuestros días7.
A mí me parece que si hay algo "Tradicional" con respecto a la Astrología, es su condición de Ciencia -con mayúscula-. Eso sería devolverle a la Astrología el lugar que ocupó desde un principio, y que la "modernidad" le arrebató indebidamente. Porque, de hecho, lo que hoy se considera Ciencia, surgió -en particular- de lo que fueron la Astronomía, la Matemática y la Astrología juntas. Entonces, más bien, tendríamos que repetir el sabio gesto mítico de Isis, y volver a unir los dispersados fragmentos en los que el Seth de nuestro "cientificismo" dividió al cuerpo del Osiris "epistémico". O, si lo preferimos, sería continuar el verdadero camino que nos legó Isaac Newton. Éste último es universalmente considerado el físico más grande de todos los tiempos, sin embargo, también era astrólogo, alquimista y cabalista. Hoy se conoce esto porque se ha hecho accesible parte de su correspondencia privada, así como los numerosos libros que tenía Newton sobre Alquimia. Incluso hay estudios que nos hacen creer que su muerte fue -en parte- por probar excesivas cantidades de mercurio y de otros productos químicos usados en sus años de prácticas alquímicas. Es decir, como vimos que decía Keynes (el famoso economista que retuvo los escritos privados del genio): "Newton no fue el primer 'positivista', sino el último de los 'magos' caldeos" 8 -mundialmente conocido, se entiende-.
Pero quisiera volver al tema de la necesidad, por parte de los astrólogos, de entablar diálogos con gente de otras Ciencias, tanto Naturales como Sociales (y no sólo con la Física, la Matemática y la Psicología). No se trata de "los astrólogos por su lado y los científicos por el suyo"9. Considero que eso sería dejar aislada a la Astrología, que nació y creció junto a la Astronomía, la Matemática y la Física, y las demás Ciencias. Me parece mal en un doble sentido: Frenaría el avance de la Astrología y también el de las otras Ciencias, y además el de la Filosofía. Acá -como ocurre en lo psicológico- 'aislarse es morir, o peor, enloquecer'. "Vivir es estar relacionado, vinculado", decía sabiamente Krishnamurti.
De hecho, si la nueva Astrología ("nueva" porque -insistimos- ha ido evolucionando pari pasu con la cultura y el mundo) les aporta algún tipo útil de "conocimiento" o epistéme, es porque ha crecido con muchos aportes provenientes de la Psicología, la Antropología, la Biología, etc. Uno puede y debe aprovechar lo que la Humanidad ha podido aprender en el campo de la Ciencia moderna, la nueva visión, los nuevos paradigmas, para ayudar, con los nuevos matemas, a poder concebir lo astrológico de un modo nuevo o renovado. Y de alguna manera, la Ciencia genera nuevas perspectivas. Las teorías son visiones, son puntos de vista. A través de esas nuevas visiones, uno puede tener una re-visión y re-novación de lo astrológico que puede ayudar ¡Y mucho!


1) Discúlpenme, pero no entiendo. Si no se trata de Filosofía o de alguna forma de nóesis ¿De qué otra forma de epistéme "no científica" se trataría la astrología (por lo menos nuestra astrología, la que ahora estamos practicando? Eso, descartando que sea mera "opinión" (doxa), o "fe" (pístis), o bien de que sea una "ilusión" (eikasía), ya que -según estamos suponiendo- se trataría  de un "conocimieto verdadero", o al menos, de uno "confirmable" mediante alguna praxis.
2) "Orígenes del simbolismo astrológico", de Guiomar Eguillor, Ediciones Índigo, Barcelona, 1997. La autora es una Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona, y se ha graduado en la Faculty of Astrological Studies, de Londres.
3) ¡Vaya "pseudociencia" ésta, que sigue dando que hablar a tantos filósofos hasta hoy en día!
4) Supongo que por "premisas", el autor se refiere a las hipótesis y teorías vigentes en esos campos.
5) ¡Son tan "fáciles", mi estimado Profesor, que he tenido que estudiar e investigar en varias áreas diferentes durante décadas para poder escribir estos artículos!
6) A mi juicio, todo conocimiento -y en especial el que tiene el carácter de "Tradicional"- DEBE poder ser sometido a juicio crítico. No por casualidad las palabras "tradición" y "traición" son tan parecidas: muchas veces -aunque no siempre- el recurso al pasado y a "lo que debería ser" de la tradición, termina traicionando al presente y a "lo que es".
7) Aunque no descarto la posibilidad de que siempre haya existido una "Tradición esotérica e iniciática" del saber astrológico más profunda de lo que sondeamos a través de los documentos históricos que se han hallado, dicha "Tradición" sería -como todas las de su tipo- "simbólica y viviente", y por lo tanto, podría y debería ser decodificada y conscientizada de formas siempre nuevas, a medida que van cambiando las condiciones planetarias.
8) Como todavía nos quieren hacer creer en la Escuela y aún en la Facultad.
9) Maniobra intelectual a la que también recurren algunos "religiosos" para seguir propagando ya superadas supersticiones, tales como las creencias de que no hubo una evolución natural, o la de que el universo fue creado hace unos pocos "miles" de años. Estaría bien, si le agregaran a "miles" "de millones", como ha quedado bien establecido experimentalmente. Esto sólo puede esclarecerse en un diálogo respetuoso pero entre personas cuerdas.


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