PARTE IV
6. Clave de los “Reyes Divinos” que periódicamente encarnan en la Tierra,
y de los Avatares (esoterismo de las Religiones según los Rayos y las Eras
Astrológicas).
· El tema de los Avatares o ‘Encarnaciones
Divinas’ del Logos –íntimamente ligado al Sexto Rayo de Devoción e
Idealismo, y a las religiones a Ellos asociadas- es muy difícil y misterioso. En
el Bhagavad Gita de la India, dice Krishna
(representando al Logos encarnado):
“Muchas
encarnaciones he dejado Yo tras Mí, y muchas dejaste tú, ¡Oh Arjuna! Pero
Yo las recuerdo a todas, en cambio tú no recuerdas las tuyas ¡Oh Parantapa!
El Avatar Krishna |
Aunque
soy el nonato e imperecedero Ser, el Señor de todos los seres y cobijo a la
Naturaleza, que es mi dominio, también nazco por virtud de mi propio Poder. Cuandoquiera
que la rectitud desmaya, ¡Oh Bharata! Y cobra bríos la iniquidad, entonces
renazco. Para proteger a los buenos, confundir a los malos y restaurar
firmemente la Justicia, renazco Yo, con esa intención, de edad en edad, en cada
Yuga. Quien así conozca Mi divino nacimiento y Mis acciones divinas, ya no
volverá a nacer cuando deje el cuerpo, sino que a Mi se unirá ¡Oh Arjuna!”.
· A fin de llegar a una concepción lo más clara
y general posible, y siguiendo las enseñanzas del Maestro Tibetano D.K. (en
“Tratado sobre Fuego Cósmico”, Alice
Bailey, pp. 580-586), digamos que existen muchos Tipos (o Niveles) de
‘evoluciones espirituales’ para las Entidades que están pasando, o han pasado
hace más o menos ‘mahamanvántaras’
universales (de ¡15 cifras de años!) por la autoconciencia, o sea por la condición
humana.
Y se nos dice (Ídem p. 581) que: ¡Algunas Entidades lo han hecho hace nada menos que miles de mahamanvántaras, de tal modo que nuestra condición y conciencia relativamente a Ellas, es similar a la que tendría un átomo frente a nosotros! Por lo tanto, hay muchos Niveles después de pasar por la autoconciencia: el Humano, el Planetario, el Interplanetario, el Solar, el Cósmico (en cierto sentido ‘técnico’, que no viene al caso detallar aquí, etc.). Cuando una de esas Entidades, luego de muchas encarnaciones, ha trascendido uno de esos ‘Niveles’, se dice que alcanza la ‘Liberación’ (la relativa a ese Nivel), de tal modo que todos los ‘Aprendizajes’ que el mismo tiene para ofrecer ya están ‘Asimilados’. Entonces, esa ‘Entidad’ adquiere el derecho de actuar como Avatar en ese Nivel, y así adquiere el poder de descender nuevamente al mismo (del que ya nada tiene que aprender), pero esta vez como ‘Rayo de Gloria Refulgente’, y realizar así un Sacro-Oficio consistente en aplicar cierto tipo de Energía Espiritual a la Sustancia del Nivel a fin de lograr ciertos efectos previsibles. Sus actuaciones en todos los Niveles permiten la máxima manifestación, en un ‘cuerpo físico denso’ (el cual varía según el Nivel del que se trate) de un Logos Planetario, Solar, etc. (T.F.C., 586), así como ‘la coordinación inteligente de los Cielos estelares’ (T.F.C., 581).
Y se nos dice (Ídem p. 581) que: ¡Algunas Entidades lo han hecho hace nada menos que miles de mahamanvántaras, de tal modo que nuestra condición y conciencia relativamente a Ellas, es similar a la que tendría un átomo frente a nosotros! Por lo tanto, hay muchos Niveles después de pasar por la autoconciencia: el Humano, el Planetario, el Interplanetario, el Solar, el Cósmico (en cierto sentido ‘técnico’, que no viene al caso detallar aquí, etc.). Cuando una de esas Entidades, luego de muchas encarnaciones, ha trascendido uno de esos ‘Niveles’, se dice que alcanza la ‘Liberación’ (la relativa a ese Nivel), de tal modo que todos los ‘Aprendizajes’ que el mismo tiene para ofrecer ya están ‘Asimilados’. Entonces, esa ‘Entidad’ adquiere el derecho de actuar como Avatar en ese Nivel, y así adquiere el poder de descender nuevamente al mismo (del que ya nada tiene que aprender), pero esta vez como ‘Rayo de Gloria Refulgente’, y realizar así un Sacro-Oficio consistente en aplicar cierto tipo de Energía Espiritual a la Sustancia del Nivel a fin de lograr ciertos efectos previsibles. Sus actuaciones en todos los Niveles permiten la máxima manifestación, en un ‘cuerpo físico denso’ (el cual varía según el Nivel del que se trate) de un Logos Planetario, Solar, etc. (T.F.C., 586), así como ‘la coordinación inteligente de los Cielos estelares’ (T.F.C., 581).
· Se comprenderá que, en consecuencia, hay:
a) ‘Avatares Cósmicos’ y ‘Avatares Solares’ (que se han liberado de los dos Planos Cósmicos inferiores (el Plano Físico Cósmico, del que nuestros 7 ‘Planos’ son sólo ‘subplanos’; y el Plano Astral Cósmico). Este Tipo de ‘Encarnaciones Logoicas’ fueron siempre identificadas con la Divinidad misma, o con alguna de las tres ‘Personas’ de ‘La Santísima Trinidad’ –y es entendible por su incomparable Condición Espiritual respecto de nosotros-;
b) ‘Avatares Interplanetarios’ y ‘Avatares Planetarios’ que sólo se han liberado del Plano Físico Cósmico (con sus 7 ‘subplanos’, nuestros 7 Planos, desde el físico hasta el Ádico); y
c) ‘Avatares Humanos’ que se han liberado de los 5 ‘subplanos’ inferiores del Plano Físico Cósmico (nuestros 5 Planos, desde el físico hasta el Átmico). Sólo de estos últimos b) y c) habló Madame Blavatsky en “La Doctrina Secreta” (vol. I, Estancia VII, Sloka I) haciéndolas corresponder a las 5 primeras de las 12 Jerarquías Creadoras. En particular, c) al principio del vol. VI (de la edición de Kier en castellano). Allí mencionó, entre otros ‘Avatares humanos’ a Krishna, a Buddha y a Cristo (Véase también ISV vol. IV, pp. 272-276). Y como ‘Avatar Planetario’ sólo al ‘Observador Silencioso’, el ‘Iniciador Uno’ (vol. I, Comentario 7 a la Estancia VI) al que suele identificar (por razones esotéricas en las que no entraremos) con el Sanat Kumara (Melquizedek en la Biblia, a Quien Abraham entrega el diezmo luego de luchar con los ‘Reyes de Edom’, y con Quien realiza la ‘comunión del pan y el vino’ según el Antiguo Testamento; y según el Nuevo Testamento, en la Epístola a los Hebreos de San Pablo 7, Cristo fue hecho ‘Sumo Sacerdote’ a perpetuidad, ‘a semejanza de Melquizedek’. ¿Qué quiere esto decir ¡Por Dios! si no se usan las Claves Esotéricas?)
a) ‘Avatares Cósmicos’ y ‘Avatares Solares’ (que se han liberado de los dos Planos Cósmicos inferiores (el Plano Físico Cósmico, del que nuestros 7 ‘Planos’ son sólo ‘subplanos’; y el Plano Astral Cósmico). Este Tipo de ‘Encarnaciones Logoicas’ fueron siempre identificadas con la Divinidad misma, o con alguna de las tres ‘Personas’ de ‘La Santísima Trinidad’ –y es entendible por su incomparable Condición Espiritual respecto de nosotros-;
b) ‘Avatares Interplanetarios’ y ‘Avatares Planetarios’ que sólo se han liberado del Plano Físico Cósmico (con sus 7 ‘subplanos’, nuestros 7 Planos, desde el físico hasta el Ádico); y
c) ‘Avatares Humanos’ que se han liberado de los 5 ‘subplanos’ inferiores del Plano Físico Cósmico (nuestros 5 Planos, desde el físico hasta el Átmico). Sólo de estos últimos b) y c) habló Madame Blavatsky en “La Doctrina Secreta” (vol. I, Estancia VII, Sloka I) haciéndolas corresponder a las 5 primeras de las 12 Jerarquías Creadoras. En particular, c) al principio del vol. VI (de la edición de Kier en castellano). Allí mencionó, entre otros ‘Avatares humanos’ a Krishna, a Buddha y a Cristo (Véase también ISV vol. IV, pp. 272-276). Y como ‘Avatar Planetario’ sólo al ‘Observador Silencioso’, el ‘Iniciador Uno’ (vol. I, Comentario 7 a la Estancia VI) al que suele identificar (por razones esotéricas en las que no entraremos) con el Sanat Kumara (Melquizedek en la Biblia, a Quien Abraham entrega el diezmo luego de luchar con los ‘Reyes de Edom’, y con Quien realiza la ‘comunión del pan y el vino’ según el Antiguo Testamento; y según el Nuevo Testamento, en la Epístola a los Hebreos de San Pablo 7, Cristo fue hecho ‘Sumo Sacerdote’ a perpetuidad, ‘a semejanza de Melquizedek’. ¿Qué quiere esto decir ¡Por Dios! si no se usan las Claves Esotéricas?)
· El Maestro Tibetano D.K. nos dejó también la sugerencia (Ídem 583) de que Cristo, además
de haber sido un ‘Avatar Humano’, fue una
vasija (de muchas) para un ‘Avatar Solar’ -que apareció con motivo de un
incremento en la actividad del centro cardíaco de nuestro Logos Planetario-. Él habría sido la Causa (si estoy en lo correcto) del progreso
acelerado –y jamás igualado- (“Tratado de
los Siete Rayos”, Alice Bailey, Tomo II, ‘los Cinco Grupos de Almas’, p.
170) de la Mónada-Alma ‘del futuro’ Cristo, debida a su ‘Sagrado Corazón’ que resonaba con el de tan Elevado Avatar
que, como ya aclaramos, podemos identificar con ‘Vishnú’, ‘el Hijo’ o ‘2° Persona de la Trinidad Cristiana’ (o
Aspecto de Amor-Sabiduría’) a todos los
efectos prácticos que nos conciernen, dado lo inconcebible de su elevación
espiritual en relación a nosotros, aunque no sea el Principio Infinito o lo Absoluto
mismo –sino ‘sólo’ un Rayo del Logos
Solar, velado por el Observador Silencioso-. En efecto, la Mónada ‘del
futuro’ Cristo se individualizó en la Lemuria (anterior a la Atlántida) y, sin
embargo, muy pronto se acercó al progreso del Buddha, individualizado en la
Cadena Lunar, en un ciclo y una época muy anterior. Este Avatar Solar –según
D.K.- también fue responsable del incremento en la amorosa ‘actividad del
corazón’ –en relación al reino humano- y a la consecuente apertura del ‘Portal de
la Iniciación’ para muchos seres humanos. En todo caso, tenemos aquí una forma lógica y esotérica de comprender la exotérica ‘doctrina’
del carácter ‘humano-Divino’ del Cristo.
7. Clave referente a los Ciclos y sus correspondientes “Héroes” u
Hombres Terrestres. Clave Fisiológica
· Un símbolo
muy conocido, el Uróboros, la serpiente que se muerde la cola, en
esta clave, representa un ciclo, un período de tiempo.
· Otro
símbolo muy conocido es el del Dragón con siete cabezas. En un sentido
es una representación del Ciclo indicado por “las Siete Midot o Sefirót inferiores”, por ejemplo, el de “los Siete Días” de
la creación del Génesis. Es decir, tanto la Serpiente que se muerde su cola
como el Dragón, son símbolos típicos de la representación de Ciclos. (La
redondez de la cabeza sugiere la circularidad del ciclo, y la síntesis o “el Arjé donde era el Logos” del comienzo
del ‘Evangelio según San Juan’, es decir, ‘el Arca’ donde comienza a actuar la
“Ideación Divina” que trae a la existencia, gradualmente y de forma cada vez
más concreta, al universo desde la pura abstracción ‘amorfa’ del “Pensamiento Divino”)
·
También,
en simbolismo, es frecuente oír no ya del “vencedor”, sino del “matador
del dragón”. Es un símbolo de aquél que ha completado un
ciclo de experiencias y aprendizajes –sobre todo uno en el que se ha
desarrollado la Mente-.
· En los mitos
de iniciación, cuando aparece un nuevo gran “Iniciado” como el “matador del Dragón”,
porque –según dicen las diferentes tradiciones- en cada época y lugar, puede estar encarnado sólo un
Hierofante en posesión de “la Palabra o Nombre Sagrado”. Entonces, cuando
el Iniciador -o “Dragón de la Sabiduría Esotérica”- pronuncia,
transmitiéndosela a su Iniciado sucesor, aquél “muere”, o mejor dicho, “es
ascendido vivo a los cielos” –como pasó con el profeta Elías y otros, en plena
continuidad de conciencia y entre portentos, tales como se dice que ocurrieron
en el “tránsito” a otro plano del Rabí Shimón
Bar Iojai, autor del Zohar-. Recordemos los mitos de la Rama Dorada;
los de la
Tetralogía wagneriana, cuando en “El anillo de los
Nibelungos”, Sigfrido mata al dragón y come su corazón, es decir,
asimila la esencia de su Sabiduría. Dicho sea de paso, esta es una buena razón
para usar el simbolismo de la ‘serpiente’ cuando nos referimos a los Iniciados:
¡Ambos son capaces de abandonar sus ‘viejas pieles’ y salir ‘reptando’ muy
tranquilamente con su nueva piel!
· Cuando
abordamos la Kabaláh, también hay que aprovechar y ejercitar estos diferentes
niveles interpretativos. Por ejemplo, si nos referimos al Árbol de la Vida, podemos estar
aludiendo, fundamentalmente, a la estructura de los “planos” del Cosmos
y a
la estructura de los “principios” del hombre (en sentido
esotérico, incluyendo sus diferentes envolturas sutiles, etc); pero también
podemos meditar sobre él en otros niveles. Por ejemplo, el nivel referido a los
7 chakras a medida que van despertando a su actividad y formando triángulos. O
el de las Jerarquías Creadoras, correspondientes a la Jerarquía Humana (Maljút)
y a los
9 diferentes “Coros Angélicos” del Cristianismo Esotérico (según los
rosacruces), desde los Ángeles personales más cercanos a nosotros (Iesód, Benei Elohim), los
Arcángeles nacionales (Hod, Elohim), los Arcai o “Espíritus del Tiempo, o de las
Épocas” de toda la Humanidad (Nétzaj, Arelim), las Potestades o “Espíritus de la Forma” Planetarios
–que, sin embargo, tienen su residencia en el Sol- (Tiféret, Jaiot Hakódesh), las Virtudes o “Espíritus
del Movimiento” que dinamizan a los hombres y mueven a los astros, cada uno en
su órbita (Guevurá, Malajim), las Dominaciones o “Espíritus de la Sabiduría” que coordinan todos esos
movimientos independientes para armonizarlos entre sí (Jésed, Jasmalim), hasta los
Tronos, (Bináh, Ofanim), Querubines (Jojmáh, Kerubim) y Serafines (Keter, Serafim), los más elevados en espiritualidad (éstos
últimos corresponden a los Signos Zodiacales y a la Tríada Sefirotal Superior,
a un paso de la ‘Trinidad Logoica’, con la aclaración ya hecha en la 6° Clave).
· Los ‘aspectos
fisiológicos’ de la 7° Clave, relacionada con el Séptimo Rayo de Orden Ceremonial, se relacionan con las diferentes humanidades que existieron
antes que nosotros, así como con su forma de reproducción, para dar continuidad
a su especie. Esto se fue dando de un modo gradual y como un largo proceso,
que fue variando mucho en su modalidad. En esoterismo, se dice que hubo una
época en que el hombre era andrógino. Platón afirma lo mismo en sus diálogos, y
en la Biblia
también lo encontramos en el Capítulo 1 del Génesis (en el sexto día):
Sigfrido en la Cueva-gruta del Dragón |
Las 10 Sefirot del 'Árbol de la Vida' cabalístico |
“Y dijo [o “dijeron” los] Elohim [Nombre que
está en plural]: “Hagamos a Adam a nuestra imagen (...).
Creó [o crearon], pues, [los] Elohim a Adam [lo traducen “al
ser humano”] a imagen suya, a imagen de Elohim lo creó, macho y
hembra lo creó.”
·
Lo que
está en juego aquí es el problema de lo femenino y de lo masculino, Yang-Yin; Shiva–Shakti, Lingam-Yoni; desde los niveles atómicos (los polos + y -),
pasando por el hombre, hasta en lo “temporo-espacial” y cósmico. En el famoso
nombre del Tetragrámaton (“י”-Iud- , “ה” –Hei-, “ו” –Vav-,
“ה” –Hei-), hay dos letras masculinas –la iud y la vav, una simboliza al
esperma y la otra al falo-, y dos (las “hei”) son femeninas (representan al
útero). Todo esto –referido a la relativamente
transitoria etapa sexual del hombre y de los otros reinos de la naturaleza-
se puede relacionar con los otros tipos de “reproducción” no sexual, como a la
desde el Adam Rishón (el ‘Primer
Hombre’, o mejor dicho “Raza de hombres”, que era asexual), o incluso con la
manifestación o “creación espiritual” del “andrógino” Adam Kadmón (Hombre Primordial o Arquetípico). Esto hizo que
Blavatsky ‘protestara’ a su modo fuertemente temperalmental (¡De 1° Rayo!) contra las explicaciones meramente sexuales o ‘fálicas’ del
simbolismo esotérico (ya sean cabalísticas o tántricas), y en cambio alabara a
las interpretaciones orientales más metafísicas (tipo ‘Yin-Yang’, o ‘Purusha-Prakriti’)
o más místicas. Porque, argumentaba, estas últimas son mucho más generales y
abarcan períodos de tiempo o ‘Edades’ (o ‘Yugas’)
mucho más extensas, mientras que la fase sexual es –relativamente- mucho más
transitoria.
·
En todo caso, vemos cómo todas las Claves,
siendo distintas, se interpenetran y entrelazan entre sí. Y una forma fácil de
‘velado’ consiste en pasar de una Clave a otra sin avisar al lector: éste es el
problema mayor de los principiantes. Se pone a prueba su discernimiento,
dejándolo en medio de expresiones aparentemente contradictorias o
inentendibles. H.P.B. usaba mucho este método.
·
De hecho,
en la Kabaláh existen también interpretaciones
‘del segundo tipo’ (no sexuales). Por ejemplo, la concepción ideativa de la pequeña letra “י”-Iud-
cuya puntita superior apunta hacia la Sefiráh
Kéter (Corona) simboliza en su totalidad a la Sefiráh Jojmáh (Sabiduría).
La Corona es la primera Sefiráh, la ‘Álef ’ﬡלף , que por permutación, en hebreo, es ‘péle’ פﬥﬡ ‘asombro’. Algo comienza por
‘asombrarnos’. Ello ‘evoca’ en nuestro interior una súbita ‘intuición’ (o
‘concepción’), una ‘chispa’, por ejemplo,
la de un nuevo ‘concepto’, que al principio ‘se sabe’ pero no ‘se entiende’, ni
mucho menos puede explicarse a otros. Estamos en la posición de San Agustín
cuando reconocía que si bien él ‘sabía’ lo que era el ‘Tiempo’, pues lo podía
distinguir del ‘Espacio’ y de otras cosas, pero que, a pesar de ello no lo
entendía, ni era capaz de explicárselo a otros. Sin embargo, si esa ‘chispita’
es convenientemente ‘aventada’ en nuestro intelecto, puede transformarse en un
fuego ‘visible’. En tal caso, la acción germinal debe ser desarrollada ‘extendiendo a la iud horizontalmente’, y al hallar
ejemplos, la hace ‘descender hacia abajo’. Luego, al asociarse con otras series
de ideas hasta ser ‘entendida’, es como añadir el trazo izquierdo separado de
la letra “ה” –Hei- que corresponde a la Sefiráh Bináh (Entendimiento). Posteriormente, si el asunto
despierta emociones de interés, y se mantiene el pensamiento en lo que se ha
entendido, surgen ideas de cómo puede ser ‘aplicado’ en la vida. Ello queda
simbolizado en la letra “ו”
–Vav-, que hace ‘descender’ a otro plano más ‘visible’ lo meramente
intelectual. Representa las 6 midot de
rúaj (Emociones). Finalmente, las
‘e-mociones’ llevan solas al ‘movimiento’ de producir o fabricar la
‘aplicación’ que ha surgido, hasta que se ‘concrete’ en una forma física
aquello que ha sido entendido. Y ello se simboliza en la segunda letra “ה”
–Hei-, reflejo físico de la primera. Hasta aquí hemos pensado en un
‘desciframiento’ del Tetragramaton, y de las 10 Sefirot en el proceso ‘creativo’ de un hombre. ¡Pero si lo elevamos
al nivel metafísico, podremos aplicarlo también al Logos o a la Mente Universal
y a la ‘creación’ del Universo!
· Con respecto al Mito universalmente presente en todas las culturas, de la ‘Guerra en los cielos’, la 7° Clave muestra el sentido esotérico de la famosa ‘Guerra de Troya’, o también el de la ‘Guerra Taraka’ en la mitología brahmánica. El robo de Elena (o Tara) de Troya, la esposa de Menelao (Brihaspati-Júpiter) por Paris (Soma, la Luna como masculina, y el nombre del ‘brebaje sagrado’ que se daba a los candidatos a la Iniciación a fin de que recordaran en su cerebro físico la experiencia que vivían en los planos internos), simbolizan lo siguiente. Menelao representa el culto exotérico (el de los ritos y fórmulas vacías, porque su sentido se desconoce) que sigue los dogmas de la letra muerta. Elena, su esposa, simboliza el alma del religioso que ha seguido el culto externo, pero que ansía en secreto la verdadera sabiduría esotérica, identificada con Paris (Par-Isis), que por eso es representado ‘robándola’. La destrucción de Troya por las tropas de Agamenón y los griegos, indica la tan repetida persecución y destrucción de los Iniciados por los seguidores del culto externo (como el asesinato de los ‘niños’ –Iniciados- por Herodes, queriendo terminar con el Cristo). El Caballo de Troya (que se creyó regalado por Poseidón-Neptuno) simboliza el interior falso y engañoso que termina traicionando al verdadero espíritu religioso.
· Con respecto al Mito universalmente presente en todas las culturas, de la ‘Guerra en los cielos’, la 7° Clave muestra el sentido esotérico de la famosa ‘Guerra de Troya’, o también el de la ‘Guerra Taraka’ en la mitología brahmánica. El robo de Elena (o Tara) de Troya, la esposa de Menelao (Brihaspati-Júpiter) por Paris (Soma, la Luna como masculina, y el nombre del ‘brebaje sagrado’ que se daba a los candidatos a la Iniciación a fin de que recordaran en su cerebro físico la experiencia que vivían en los planos internos), simbolizan lo siguiente. Menelao representa el culto exotérico (el de los ritos y fórmulas vacías, porque su sentido se desconoce) que sigue los dogmas de la letra muerta. Elena, su esposa, simboliza el alma del religioso que ha seguido el culto externo, pero que ansía en secreto la verdadera sabiduría esotérica, identificada con Paris (Par-Isis), que por eso es representado ‘robándola’. La destrucción de Troya por las tropas de Agamenón y los griegos, indica la tan repetida persecución y destrucción de los Iniciados por los seguidores del culto externo (como el asesinato de los ‘niños’ –Iniciados- por Herodes, queriendo terminar con el Cristo). El Caballo de Troya (que se creyó regalado por Poseidón-Neptuno) simboliza el interior falso y engañoso que termina traicionando al verdadero espíritu religioso.
· Según
H.P.B. y “La Doctrina Secreta”,
existe una posible asignación de sentido (muy importante, aunque no la única) a
las 3 Sefirot Superiores (Kéter, Jojmáh y Bináh) como los 3 planos
superiores (del Plano Físico Cósmico, Ádico, Monádico y Átmico), así como a las
tres primeras Jerarquías Creadoras manifestadas, correspondientes a los signos
astrológicos de Leo, Virgo y Libra; mientras que las ‘6 Sefirot de la
Construcción’ (desde Jésed hasta Iesód) más Maljut (Reinado) corresponden a los a los ‘Cuatro Mundos’: Atzilut (Mundo Arquetípico o de la
Emanación), Briáh (o Mundo Creativo),
Ietziráh (Mundo de la formación) y Asiáh (Mundo de la Acción), o 4 planos
inferiores (desde el plano Búdico hasta el Físico), y a los 7 Globos de nuestra Cadena Planetaria Terrestre (las ‘7 Cabezas’ del
Dragón del Apocalipsis; o ‘en los Puranas de la India, las 7 cabezas de la
Serpiente Shesha que sostienen al
Universo’). Porque, dicho sea de paso, el esoterismo afirma la existencia de
más de 70 Globos planetarios en nuestro Sistema Solar (la mayoría existentes en
materia que no es del plano físico).
·
Existe otra
asignación de sentido a las Sefirot
del ‘Árbol de la Vida’ en el cual en cada
uno de los cuatro mundos hay un conjunto de 10 Sefirot. Esta tradición se
halla presente en los mazos de cartas que tienen 10 cartas de cada uno de los 4
Palos (en vez de ‘Mundos’: Bastos o Elemento Fuego; Copas o Elemento Agua;
Espadas o Elemento Aire y Oros o Elemento Tierra).
·
Es
diferente –aunque no contradictorio- con la asignación del Plano Búdico (Atzilut) a Jésed (Globo G) y a Guevurá
(Globo A); Plano Mental (Briáh) a Tiféret (Globo F) y Hod (Globo B); Plano Emocional (Ietziráh)
a Nétzaj (Globo E) y Plano Físico (Asiáh) etérico a Iesod (Globo C) y Plano
Físico denso a Maljut (Globo D).
Ejemplo de combinación de Claves
· En una parte, el Sifra Detzniuta del libro cabalístico por excelencia, el Séfer ha Zóhar, se habla de una Serpiente enroscada, ‘con la cola en su boca’, que ‘cada mil días se manifiesta’ y que ‘corre con 370 saltos’. Y agrega que ‘su cabeza se rompe en las aguas del Gran Mar, según está escrito: Tú divides el mar con tu fuerza; Tú rompes las cabezas de los dragones en las aguas’. El secreto de estas expresiones tan ‘crípticas’, era velar (con la 1° Clave) la metafísica doctrina secreta de la interminable sucesión de los ciclos de actividad (manvántaras) y de reposo (pralayas) cósmicos a través de la ‘serpiente enroscada’. Según el Esoterismo Universal, este Universo es uno de una serie infinita, sin principio ni fin. Por eso, no es correcto hablar de una ‘creación de la Nada’ en un sentido literal. Porque todo Universo surge de otros anteriores, no habiendo -en ningún sentido- uno que sea ‘creado ex-nihilo’. Aunque sí lo tiene, si pensamos esa expresión en el sentido de la Física Cuántica, e identificamos a la ‘Nada’ con el ‘estado de vacío’ cuántico, a partir del cual los ‘operadores de creación y de destrucción’ de partículas van trayendo a la existencia ‘actual’ a todo aquello que era sólo ‘latente’ en el ‘estado de vacío’. En esa Física, hay algo ‘inmanifestado’ y otro algo ‘manifestado’ en la realidad física, tal como en la tradicional enseñanza esotérica.
· Además, que
‘mil mahayugas’ o ciclos de actividad
componen un ‘Día de Brahma’ de la
manifestación; y que ‘las cabezas’ que se
rompen son los Globos de una Cadena Planetaria en el Gran Mar del Espacio cuando
llega el pralaya o período de inactividad, la ‘Noche de Brahma’. En otra
Clave, nuestra vida terrestre es
mencionada como ‘el Gran Mar’, habiendo sobrevivido hasta la actualidad la
metáfora de ‘el Mar de la Vida’. En este caso, la ‘ruptura de las cabezas en las aguas’ de la vida, se refiere a las
pruebas de los Iniciados (los ‘dragones de sabiduría’) en la vida física.
(Ver también: DS IV, ‘Sobre el Mito de
los Ángeles Caídos’ al final, p. 72)
·
Para concluir, los invitamos a mirar cuidadosamente un diagrama que aparece en el Tomo 1 de “La Doctrina Secreta”, pág. 225, Diagrama
III (siempre nos referimos a la versión en castellano de Editorial Kier,
año1962, Buenos Aires).
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