viernes, 30 de diciembre de 2016

Despedida del Año 2016 - Simbolismo

Despedida del Año 2016
Simbolismo


Por Patricia Fernández Acosta, y Adolfo Ramón Ordóñez

Introducción

Ya sabemos, que la consideración únicamente ordinal y cuantitativa de los números es algo reciente en la historia de la Humanidad y de la Cultura. El reduccionismo del método experimental científico, que mide, contrasta, y explica, nos ha posibilitado un despliegue técnico sin precedentes. Al mismo tiempo que -como sostiene el biólogo y epistemólogo francés, Edgar Morin-, ha empobrecido nuestro abordaje de la complejidad de lo viviente. En toda época anterior a la presente, los seres humanos abordaban el saber con un pensamiento uni-dual:


1. Con lo que este autor denonima el reino de Logos: la razón analítica, la mirada cuantitativa y logicista. Estamos, acá en el terreno del método hipotético deductivo y experimental de la vida psíquica. 2. Con la mirada de Mythos : que se expresa mediante las leyes de Analogía y Semejanza, y de Correspondencias. Estamos en el ámbito hermenéutico de la vida anímica que busca comprender.
E. Morin va más lejos aún, y afirma (concordamos plenamente con él) que un abordaje segmentado, es decir, una mirada en donde cualquiera de las dos modalidades de acercamiento a un hecho predomine, será desbalanceado. Y, entonces, veremos la manifestación más estrecha, reduccionista, extrema y oscura del mismo. De paso, a riesgo de hacer una generalización apresurada, creo que gran parte de los problemas de enfrentamiento entre Oriente y Occidente; y yendo aún más lejos, la dificultad de diálogo entre lo femenino y lo masculino, se debe a esta segmentación o disociación entre dos modalidades de funcionamiento anímico que se complementan, necesitan y equilibran mutuamente.

Hoy nos dedicaremos a desplegar algo de la lógica de Mythos (simbólica), en relación al año que finaliza y al año que comienza.
Hay suficiente espacio en los medios masivos de comunicación, que analizan con la mirada de Logos, la realidad del mundo actual. Lo que sigue abajo, pues, no es expuesto para ser considerado aisladamente, sino para combinarlo con Logos, según cada uno de los lectores pueda. Quisiéramos aclarar que los motivos políticos, económicos, sociológicos, etc. desde un abordaje logoico (racional analítico), tienen un valor, y en todo caso, es tan relativo como el valor de lo que expondremos. Dependerá de nuestra capacidad de apertura, permitir que ambas lógicas -la de Logos y Mythos-, encuentren un espacio flexible, convocante y evocante de nuevos sentidos e insights.


Año 2016
Al finalizar un año, es bueno recapitular y hacer un balance. Repasar como a 'vuelo de pájaro', lo placentero, lo displacentero, las alegrías y pesares, y preguntarnos para qué nos han servido... Qué provecho anímico podemos sacar de nuestras experiencias individuales, así como de las colectivas y planetarias. Entrenarnos en este modo de meditación es un modo de estimular la concientización de los procesos vitales, y así contribuir al despliegue de la Noosfera planetaria, como decía Teilhard de Chardin. ¿Pues para qué está el ser humano en el Planeta, si no es para comprender el sentido de sus procesos y los del mundo? Entonces,  este momento del año, es el más oportuno para llevar a cabo dicha tarea.



La suma pitagórica del número 2016 (2+0+1+6+) es igual a nueve (9).
Como sólo hay 9 dígitos, este número está relacionado con cierres, elaboración de duelos, finales de ciclos, pues, siguiendo la cuenta, después del nueve, volvemos al uno (1) de inicio, con el 10 (1 + 0 = 1). Por lo tanto, este año transcurrido, para todos, en un alcance colectivo, implicó la oportunidad de elaborar cierres anímicos, vitales; la ocasión para permitir que procesos inconclusos llegaran a su completitud, y luego a la esencialización. Llevar los aprendizajes existenciales a su asimilación en niveles de la esencia es una importante función del número 9. Por otro lado, desprendernos de lo externo y obvio, y alcanzar a destilar la esencia que subyace detrás de la multiplicidad de las experiencias, no es tarea sencilla. Por lo tanto, los años 'nueve', no suelen ser fáciles desde el punto de vista anímico, pues implican siempre que el 'ego' suelte su pretensión de control sobre los acontecimientos. De este
modo, en un nivel personal, el año 9 puede ser muy frustrante. Aunque desde una mirada más amplia, en cambio, puede tener un efecto sumamente terapéutico, ya que nos invita a entregarnos a una dimensión más amplia que la meramente narcisista. Si éste fue el caso, y nos animamos a abrirnos a una dimensión anímica transpersonal, el sentido del '9' es renovador, enriquecedor, y portador de una libertad que nos permite cerrar a conciencia un ciclo de 9 años, y pasar al siguiente ciclo, habiendo hecho un 'salto' vital cualitativo. La sensación general de un año 9 es como la de un avance de lo inconsciente sobre lo consciente, lo cual nos hace al principio sentir confusos y caóticos, incrementando nuestros miedos; y dependiendo de la estructura anímica, podremos observar tres destinos diferentes frente a la 'resonancia del 9' en nosotros:
  • el reforzamiento de nuestros mecanismos defensivos, incrementándose la disociación entre consciente e inconsciente y consecuentemente, también el conflicto interno y externo (con los demás).
  • que la conciencia sucumba frente al avance de lo colectivo (esto será vivido como un colapso anímico de diversa envergadura,  lo cual dependerá de nuestro equilibrio psíquico previo),
  •  o ya más constructivamente, la posibilidad de un diálogo fluido entre las dimensiones consciente e inconsciente de nuestra psique, lo cual deviene en insights profundos que nos permiten duelar, cerrar, poner fin (a modalidades de ser, sentir, pensar, y/o conducirnos, así como a vínculos externos), y comprender la naturaleza de lo aprendido en el último ciclo de 9 años. 
 Los invitamos a observar qué procesos iniciaron 9 años atrás. Y qué aspectos de esto están cerrando, o pasando a una dimensión más amplia. Algo así como un cambio de nivel, un pasaje a otro estado de conciencia.

El número 16, formando parte del 2016:
El 16 es un número complejo y contradictorio. Por un lado, representa a la totalidad manifestada, pues es la expresión de 4 x 4,  del 4 elevado al cuadrado, también es 8 x 2. Veamos qué puede representar esta situación numerológica o desde la Artimética Sagrada.

  • (16 = 4 elevado al cuadrado, o 16 = 4 x 4 ): El cuadrado siempre simboliza la completitud  material de algo. Aquí ya tenemos un alcance posible del 16, que coincide o va en el mismo sentido que el 9: llevar a algo a su completitud. Con la diferencia de que el 9 lleva el proceso hacia su incorporación esencial; y en cambio el 16 lo lleva a su expresión maximal en la dimensión material. Es decir, el 9 se dirige hacia lo inmanifestado, representa a una energía que está retirándose de lo explicado o manifestado y se dirige hacia lo implicado (sacar la esencia de los aprendizajes y experiencias atravesadas). El 16, en cambio, se direcciona hacia la externalización y materialización.
  •  Hay cuatro puntos cardinales, 4 estaciones, 4 momentos del día, 4 elementos
    alquímicos, 4 funciones anímicas. Es decir, el cuatro simboliza la plenitud manifestada. El 4 x 4 reforzará este hecho. Imaginemos, por ejemplo, a los 4 elementos: fuego, agua, aire y tierra. Aquí, al estar multilpicado por 4, implicaría que dentro de cada elemento encontraríamos incluidos a los demás, llegando la diferenciación a una expresión mayor aún. Por un lado, esto simboliza un avance hacia la plena realización de un proceso. Pero por otro, también puede indicar el predominio casi absoluto de la dimensión externalizante y material, de modo muy desbalanceado. Entonces, sería un momento de inmersión en la materia ciega y -por ende- de una oscuridad espiritual. De hecho, si observamos algunos acontecimientos mundiales, veremos que el destino planetario parece que hubiera elegido , durante este año, direccionarse hacia el triunfo del poder de la materia por sobre el de la conciencia.
  • (8 x 2): En lo cultural y arquitectónico, al 16 lo encontramos en muchas cúpulas de catedrales

cristianas y musulmanas. La Cúpula de San Pedro, en el Vaticano, consta de 16 arcos y 16 ventanas que la iluminan. Entre los musulmanes, es un número que aparece repetidamente como motivo artístico-religioso, y también en su cúpulas. Pero desde otra perspectiva, al ser el 8 la expresión más completa del Selbst según Jung, o representar a una totalidad equilibrada, balanceada, su duplicación, el (8 x 2), indicaría asimismo una bifurcación de caminos, la dualidad del Bien y el Mal. Los budistas nos hablan del 'Noble Óctuple Sendero'. ¿Qué representaría, entonces, el otro ´Óctuple sendero'? Rudolf Steiner, el padre de la Antroposofía afirmaba, que sólo hay 8 caminos para la salvación, y en cambio hay 16 caminos de perdición, algo muy parecido al sentir de los budistas .

  • (16 = 32/2) Y en Kabalá, el Árbol de la Vida, tiene 32 Senderos. El Árbol de la Vida representa
    al Universo y al Hombre realizado, íntegro. El número 16, es 32 dividido por 2. De nuevo nos encontramos con la dualidad y la división. ¿Qué puede representar esto en un alcance psicológico? Que en un 'año 16', se nos aparecerán con frecuencia situaciones que son portadoras de una ambivalencia, de un bien potencial y de un mal asimismo. Hay algo odd, desajustado, desequilibrado, en el 16. Sigamos haciendo analogías: la columna vertebral tiene 32 pares de vértebras (exceptuando al coxis). Si sólo tuviéramos 16 vértebras, tendríamos la mitad de la columna. De modo que la 'resonancia cualitativa' de este número, también se vincula a ver las cosas sesgadamente, lateralmente, de modo dividido y unilateral.




De este modo, el 2016 posibilitó el llevar a algo a su máxima expresión manifestada, pero también, se relaciona con la expresión de la división, y de la separatividad. En un sentido más constructivo, esta última cualidad del número estimula el despliegue de la individualidad y la diferenciación en el momento madurativo en que una vida en crecimiento tiene que aprender a despegarse de la totalidad indiferenciada y clánica.


 Los dejaremos pensando y reflexionando acerca de en cuáles circunstancias, tanto en su vida individual como en la colectiva (nacional y planetaria), observaron expresiones unilaterales, o muy tendenciosas hacia un lado o hacia el otro... Verán qué fácil es encontrarlas.

En el próximo artículo, meditaremos acerca de las posibilidades simbólicas del nuevo año, 2017.







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1 comentario:

  1. ¡Qué buena reflexión! Quiero decir que este ¡año 2017 cumplí los 32, espero con ansias la reflexión de este año.

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