lunes, 8 de septiembre de 2014

Luna Llena de Virgo - Parte 2

Introducción

Aquí, otra frase de A. Bailey para "pensar" la función simbólica de Virgo:


"Virgo es el polo opuesto del espíritu [Piscis] y representa la relación de ambos [materia y espíritu], después que se han unido originalmente en Aries." (...)


El eje zodiacal implicado en la luna llena del mes anterior (Leo/Acuario), junto con el eje que hoy nos convoca en la actual luna llena (Virgo/Piscis), son de particular importancia en el presente período mundial, pues por el movimiento de precesión equinoccial[1], estamos pasando del eón o era de Piscis al eón o era de Acuario.

Les pido que me acompañen en esta meditación mensual para tratar juntos de comprender qué hemos incorporado a nuestra conciencia del eón de Piscis /Virgo, y qué no, qué ha quedado por fuera de ella. Es realmente importante hacernos de un espacio para observar estas cuestiones, pues todo lo "no comprendido" hace destino, insiste y repite en nuestras vidas, buscando ser integrado a la conciencia.

La pregunta entonces, es: ¿Ha quedado algo importante y decisivo por fuera de la conciencia, vinculado al eje saliente Piscis/Virgo? Si es así, quedará pendiente en nuestra Psique como esas materias que "nos llevamos a Marzo". Y al igual que sucede con las materias previas, en algún momento tendremos que rendirlas.

Habrán notado que utilizo la palabra "eón". Lo hago con toda intención, aunque para nosotros sea más familiar la palabra "era". Esto es porque a lo largo del artículo, retomaré una reflexión de Jung desarrollada en su libro Aión ("eón" en griego), en la cual específicamente se refiere a la "era - eón" de Piscis, y al desafío psicológico colectivo que implica para la humanidad el ingreso al "eón"  de Acuario.


Eje Acuario /Leo

He venido haciendo énfasis en prestar atención en cada Luna llena a todo el eje zodiacal, y no meramente al signo correspondiente; porque siempre que un polo resuena, el otro estará presente resonando también a modo compensador (en sombra). Quiero decir, si hay una determinada función simbólica que está buscando ser integrada a la conciencia, esto simultáneamente irá acompañado por la función simbólica complementaria que se ubicará compensando a aquélla pero en niveles inconscientes (y que por lo tanto será proyectada en losvínculos),de modo que aparecerá privilegiadamente como destino vincular.

Por ejemplo, el mes pasado, cuando me refería al eje Acuario/Leo, remarcaba que si lo que busca el "eón de Acuario que se  viene desplegando", es el despertar una conciencia grupal (en el artículo me refería a la importancia del afianzamiento y consolidación de una opinión pública participativa y madura como una manifestación acuariana consciente); su contraparte leonina (que estará resonando como polo complementario) podrá avanzar hacia la manifestación compensatoria de la Psique colectiva con el surgimiento de líderes positivos que oficien de portavoces de esos grupos "autoconscientes" (Acuario).

Pero, si como colectivo humano, no vamos acompañando este trabajo psicológico de ir concientizando (es decir, si no vamos integrando a la conciencia, en nuestro proceso de individuación colectivo) las nuevas notas que resuenan con Acuario, las funciones arquetípicas del eje correspondiente, se manifestarán de modo descompensado, anárquico y sombrío: Un Acuario que no se va concientizando puede funcionar como un colectivo organizado pero ciego (y no como grupos autoconscientes y responsables), que responderá mecánicamente a la función compensadora automática de Leo, el cual puede arremeter de modo sombrío desde el inconsciente[2] con la aparición de fuertes personalidades autoritarias (líderes negativos) que buscarán imponer su poder sobre esos colectivos organizados.

Del mismo modo, ya que estamos atravesando una transición (en el período actual aún resuena el eje saliente de Piscis /Virgo, a la vez que comienza a alborear el eón acuariano), me interesa en esta Luna llena que exploremos qué hemos ido integrando en nuestra conciencia de la función simbólica psiciana, y qué ha sucedido con la manifestación virginiana complementaria durante los últimos 2000 años.


Eón de Piscis /Virgo

Jung en su libro Aión plantea la pregunta de cómo hemos venido "sintonizando", en niveles colectivos, con la nota clave pisciana. Antes de enlazarlo con la meditación para la luna llena de Virgo explicaré la diferencia de matices entre "era" y "eón".

La palabra eón tiene usos múltiples. "Eón" deriva del griego antiguo Aιων (Aión), y significa "una eternidad", en el sentido de un ciclo completo e indefinido de tiempo.

En geología, por ejemplo, se usa la palabra eón para referirse a una división mayor de tiempo en la historia de la Tierra -desde el punto de vista geológico y paleontológico-. El eón, entonces para los geólogos, marca la finalización y el inicio de otro eón que lo sucede. Este cambio de eón estará indicando una transición fundamental en la historia de los organismos vivos.

En otro contexto de aplicación, encontramos un uso mitológico / simbólico de esta palabra. En gnosticismo[3], por ejemplo, un eón no se refiere meramente a un período de tiempo con determinada duración. Aquí el énfasis está puesto en el hecho de que un eón se refiere a un ciclo de tiempo que está dotado y es vehículo de expresión, de ciertas inteligencias o entidades divinas emanadas de la Divinidad Suprema.

Los eones, por lo tanto, desde esta perspectiva mítico - simbólica, además de indicar un determinado ciclo temporal, aluden también un tiempo cualificado por ciertas entidades vivientes: Podemos pensar a los eones, entonces, como "tiempos o edades vivientes".

Cada eón, estará dispuesto en una determinada jerarquía que va desde lo espiritual y llega hasta lo material. En el cristianismo tradicional, por otra parte, también los ángeles y arcángeles ofician de eones al cuidado de los cielos y de los diferentes lugares en el espacio.

Como se darán cuenta, desde esta perspectiva, un  eón simboliza una duración espacio -temporal, e involucra una "sustancia viviente,  activa y condicionante". Cuando en este contexto mítico simbólico hablamos de "espacio temporal", al espacio y al tiempo se los ve como dotados de vida, una vida que está cualificada por las resonancias arquetípicas del eón al cual se hace referencia (en este caso, el eón de Piscis)

 Jung utilizó la palabra "eón" en este último sentido, privilegiando su alcance mítico/simbólico porque estaba interesado en las correlaciones sincronísticas entre las eras/eones y la psique colectiva. Es en esta dirección y con este alcance que nos referiremos al eón de Piscis /Virgo en el presente artículo. Desde esta mirada, hay una asimilación entre la era astrológica y el "espíritu" del eón correspondiente.

Señala Jung en el mencionado libro que durante la primera mitad del eón de Piscis, se dio una identificación -especialmente favorecida por el cristianismo "oficial"- con el aspecto "espíritu", la cual se vio acompañada a su vez, con una descalificación del aspecto complementario "sustancia  o materia".

Es decir, en la psique colectiva hubo dificultad para sostener esta dualidad y consecuentemente el movimiento dialéctico con síntesis progresivas en niveles crecientes, propios de toda dualidad.

Jung específicamente se refiere a la dualidad que está presente en el mismo simbolismo del pez, pues, Piscis es representado con dos peces entrelazados, cada uno de los cuales mira en sentido opuesto al de su compañero.

En el artículo actual, me interesa enfatizar que considero como la verdadera dificultad no sólo el no sostener la paradoja inherente a Piscis, sino fundamentalmente el no tolerar la tensión que propone el eje Piscis /Virgo. Los astrólogos sabemos que la oposición es el aspecto que implica la máxima distancia para la Pisque, de aquí la dificultad en su integración.

 Así es que en el caso del eón de Piscis / Virgo, como Humanidad, respondimos, "eligiendo" disociadamente al lado pisciano, y desconociendo el lado virginiano. Dejamos de lado, relegado en las sombras, un aspecto fundamental de este eón viviente: Los castramos, como si hubiéramos dividido su ser.


Elegimos Pisis Rechazamos Virgo
Espíritu Matter - Materia
Alma Cuerpo
Principio Luminoso Principio Oscuro
Principio Activo, intrusivo Principio receptivo
Lógica masculina Lógica femenina

Esta elección, decíamos relegó a la función simbólica virginiana a la sombra. La prueba más evidente de esto es el tipo de vínculo que existe con lo femenino en el cristianismo oficial: se ve a la mujer como Virgen o como "la tentadora hacia el mal", sin escalas intermedias. En psicología, también sabemos que toda proyección implica siempre una idealización: por elevación  o por desvalorización. Sólo el arduo trabajo de ir integrando poco a poco los contenidos proyectados, es lo que permite humanizar la función implicada, es decir, ir aceptando los límites, "la falta" -diría Lacan-.



Confrontación con la Sombra de Virgo: el "enojo del Eón"

En la primera parte del artículo, abordamos a Virgo como un símbolo de la sustancia viva, y en tanto viviente, sujeta a cambios alquímicos, a maduración (estadios representados en Eva, Isis, y María). Acompañar con la conciencia esta transmutación alquímica en la sustancia sólo es posible si le damos "entidad" a la sustancia, si realmente la vivimos como portadora de vida.

Al disociar al eje, escindimos al "espíritu" de la "materia", y despojamos de sustancia al espíritu. Cae así la posibilidad de percibir a la naturaleza como dotada con vida, y con presencia de hálito (Hateva), el Aliento omnipresente.

La sustancia, queda convertida en sustancia inerte, pierde su carácter de entidad viviente, y necesariamente pasa a ser cosificada, "ninguneada", diríamos hoy. Efectivamente, hemos perdido el sentido de la Vida como sagrada.

Esto -la sustancia, su oscuridad tentadora y lo femenino- que fue relegado a la sombra, como "indigno de ser o de disponer un lugar por derecho propio", buscará compulsivamente por movimiento compensador  propio de la Psique, hacerse de un lugar propio.

Digo "compulsivamente" porque no es lo mismo para la Psique, la escisión tajante de estos aspectos perturbadores, que el trabajo de ir integrando la sombra a la conciencia, de modo paciente y arduo, tolerando tensiones psíquicas junto con la dramaticidad y el conflicto moral inherentes a tal afrontamiento

El último caso, remite a un proceso de individuación saludable.

El primero, es indicador de atascamientos e inhibiciones en el mismo, que siempre desembocan en movimientos re reacomodación mucho más bruscos y con secuelas "colaterales".

¿Qué nos pasó al desapropiar a la materia de su carácter viviente, y el idealizar al otro polo de modo unívoco? ¿Qué destino vincular atrajimos hacia nosotros?

Presenciamos hoy un avance desmadrado y compulsivo de un materialismo a ultranza, una actitud de lo femenino en franca competencia -no en colaboración complementaria- con lo masculino y hasta con una actitud de desvalorización del mismo. Presenciamos un vacío espiritual, una ciencia sin alma, y un desarrollo desenfrenado  y con fines inconfesables de lo tecnológico. ¿No sentimos nuestras existencias cada vez más "tecnologizadas y robotizadas? ¿No nos lleva la tremenda presión de la rueda de la existencia a un ir rodando desenfrenado y mecánico que nos enajena día a día cada vez más?

La mecanización, los controles crecientes y asfixiantes, el ver la vida como una gran maquinaria exigente de la cual no podemos "zafar"... todo eso, es la expresión compulsiva y oscura de Virgo.

Esto es lo que en psicología junguiana se denomina compensación enantiodrómica. ¿Se observa la gran diferencia que existe entre el movimiento dialéctico de los opuestos complementarios? Éste puede ser difícil, tenso, y hasta dramático, pero siempre termina encontrando un cauce más abundante que integra a la dualidad en una nueva totalidad que la resuelve.

En cambio, las compensaciones mecánicas que advienen por el propio peso de las circunstancias, alivian momentáneamente la tensión, pero eternizan la oscilación pendular hasta que nos determinemos a resolverla.

Aún estamos transitando el eje Piscis/Virgo (Neptuno, regente de Piscis, pronto entrará a su signo regente). ¿Aprovecharemos la oportunidad?

Virgo en su cara luminosa nos propone la redención alquímica de la materia a través de un pequeño y humilde gesto: Virgo aguarda pacientemente a que nos demos cuenta que nuestros pies (Piscis) se apoyan sobre la Tierra (Virgo).¿Qué sería de nosotros sin ella?

Les propongo en esta luna llena unirnos desde el corazón en actitud de sincero agradecimiento a la gran Madre por lo que constantemente nos ofrece.Pidámosle que nos oriente hacia un vínculo más sabio y empático con ella.

Cierro con la frase de Bailey: "Virgo es el polo opuesto del espíritu [Piscis] y representa la relación de ambos [materia y espíritu], después que se han unido originalmente en Aries." (...)




[1] La precesión de los equinoccios es el desplazamiento con retrogradación ("hacia atrás") del polo norte celeste, que va describiendo un círculo completo alrededor del polo norte de la eclíptica. El ciclo completo tiene un período de 25 780 años. Este desplazamiento es debido al movimiento "hacia atrás" del eje terrestre, causado por diversas influencias  gravitacionales sobre la Tierra.

[2] En psicología junguiana esto se denomina "compensación enantiodrómica".

[3] Se suele denominar "gnósticos" a  cristianos primitivos que adherían a doctrinas sincréticas, las cuales incluían tradiciones egipcias, griegas (especialmente platónicas) y cristianas. Hay distintas doctrinas gnósticas. El factor común que las conecta es que todas se ocupan del conocimiento ("gnosis") de sí y del cosmos en un sentido vivencial y metafísico.

Cito: Sentido de la palabra Gnosis (...)  "La concepción de la presencia en el hombre de una chispa divina, que proviene del mundo divino, que ha caído a este mundo sometido al destino, al nacimiento y a la muerte, y que tiene que ser despertada por la contraparte divina del Yo para ser finalmente reintegrada". Extr. de "El Evangelio de Judas". Comentarios de J. Montserrat Torrents. Edit. Edad.

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