lunes, 17 de octubre de 2016

Luna Llena de Libra


Luna Llena de Libra
Patricia Fernández Acosta Ordóñez

En este momento, el Sol está en Libra y la Luna en Aries. Hemos explicado muchas veces, que desde la antigüedad, se la denomina así "Luna llena de Libra", pues el factor emisor/informador/vital, es el solar; y el receptor y cualificado por el factor vital, es el lunar. Por lo tanto, la Luna, reflejará cualidades librianas, matizándolas con la sustancia de Aries. En todo caso, más allá de cómo elijamos denominarla, quisiera destacar que luna llena es una fase en la cual particularmente hay que destacar el eje implicado; en este caso: Libra (factor emisor) /Aries (factor receptor).
En segundo lugar, esta lunación tiene el agregado de darse en perigeo (*). Se denomina así, al momento de mayor cercanía de un cuerpo celeste con respecto a otro (en este caso de la Luna con la Tierra), debido a que la órbita lunar es elíptica. Esto ha permitido observar una luna llena tan bella, por lo grande, dada su cercanía a la Tierra. En astrología, ningún hecho astronómico es 'pasado por alto'. Todo tiene un sentido hermenéutico que repercute como un hecho psicológico. Aquí, con el perigeo, los factores simbólicos representados  por la Luna llena de Libra, se potencian; así que es un momento particularísimo para meditar y en particular, sobre las resonancias  planetarias y mundiales de esta luna llena, como ya veremos.
En tercer lugar, quisiera enfatizar la importancia de esta lunación: Libra es el signo que se encuentra a mitad de camino entre el inicio de la Rueda zodiacal y su cierre. Según sea nuestro punto de vista , desde Libra veremos que, o bien divide en dos al zodiaco, o  lo reúne  y hace de puente entre ambas mitades.


¿Qué implicancias anímicas tiene este hecho astronómico?
Antes que nada, quisiera recordar y ubicar proporcionadamente nuestra condición humana dentro del sistema que nos contiene, el terrestre. Los demás reinos que constituyen el planeta cumplen cada uno su función. Por  ejemplo, el reino vegetal, aporta oxigenación, colaborando con la fotosíntesis. También,  además de embellecer la Tierra, aporta alimento al reino animal y al humano -entre otras cosas- (podríamos seguir enlistando otras funciones). Así, cada uno de los reinos que formamos parte de Gaia, cumplimos diferentes funciones. ¿Qué función cumple el reino humano? Como no nos hemos planteado con suficiente contundencia nuestro rol formando parte del sistema Gaia, la crisis viene con el hombre. No meditamos acerca de: ¿Para qué estamos en la Tierra?¿Para qué Gaia cuenta con nosotros como un subsistema ? Somo como niños , "his majesty the baby", acostumbrados a sentirnos reyes (no sólo planetarios, sino ya universales, planificando seguir expandiéndonos, colonizando no sólo continentes, sino ahora, otros planetas del sistema solar). Semejante egomanía no es la actitud saludable que nos permitirá ir concientizando los procesos. Ésta es nuestra tarea.  En la facultad de Psicología solían recordarnos que los humanos somo los únicos que soñamos y que lo propiamente humano es la actividad onírica. Otros señalan la capacidad del lenguaje, otros la razón.... La ciencia ha mostrado que no es así, hay varios mamíferos que sueñan, otros hacen cálculos elementales y algunos tiene vocabulario (como los loros de hasta 500 palabras). Lo que es propiamente humano es la capacidad de preguntarnos: Por ejemplo, "¿Qué querrá decir este sueño?, ¿Qué simbolizará esta luna llena?" El abrir signos de interrogación, la capacidad de indagar, y de generar nuevos espacios anímicos y sentidos, es nuestro aporte al sistema terrestre. Recordemos a Tehilard de Chardin y a su noósfera. Recordemos a Victor Frankl, y la "búsqueda de sentido". Esta capacidad de preguntarnos , implica una actitud de apertura a la emergencia de un nuevo sentido. Y esta capacidad, astrológicamente hablando inicia con Libra.

De modo que aquí estamos, preguntándonos: ¿Qué implicancias tendrá la Luna llena de Libra con perigeo?
Decíamos que todo perigeo potencia los alcances del aspecto involucrado. Por otra parte, Libra marca un punto de inflexión en la circulación energética del mandala zodiacal. Un antes y un después. Como vimos, arquetípicamente, se relaciona con la capacidad de apertura, con la exploración y la  instalación de la pregunta, la cual, en potencia contiene la posibilidad del concientizar,  talento inherente a la especie humana; aporte que esta especie hace a su sistema de pertenencia.
Con Libra, además, en tanto es un signo ubicado a mitad de camino del zodiaco, que nos hace evidente la dualidad constitutiva de un todo, vimos que se nos presentan dos caminos:


  1. La percepción fragmentadora, que divide, y separa. Aquí Libra será percibida como "Yo soy esto. el de enfrente está en contra, se me opone, representa lo contrario y lo radicalmente diferente a mi."  Lo otro (que en realidad, forma parte de nosotros, pues es la mitad nuestra que nos falta aún conocer) es percibido como peligroso. Esta actitud abona el miedo, la desconfianza, el desamor, la enfermedad, la violencia, la guerra.: En una palabra, nuestro mundo actual.
  2. Una percepción mediadora,conectora o de puente, vinculante de dos caras que son percibidas como complementarias, ambas necesarias y constitutivas de la misma y única realidad, diversa, rica. Esta actitud abona la apertura a la exploración de las diferencias, el respeto por las mismas, la valoración e inclusión mediante el diálogo, la percepción de lo vincular como fundamento del psiquismo, de la vida misma ( y no como
    resultado). Aquí Libra es percibido como una oportunidad para la construcción de puentes, con su correlato:  La Paz como una dinámica de construcción dialéctica, como un movimiento entre miradas, costumbres y lógicas complementarias. Lo que nuestro planeta necesita con urgencia.
  • En el cerebro, Libra estaría representado por el cuerpo calloso, estructura cuyos haces nerviosos conectan a ambos hemisferios, permitiendo articular gnosias y praxias con la capacidad del lenguaje y el cálculo.
  • En cuestión de géneros, Libra representa la capacidad de articular dos lógicas diferentes y complementarias: la femenina y la masculina.
  • En lo anímico, Libra representa la posibilidad de combinar  dialécticamente lo consciente con lo inconsciente.
  • En lo vincular, nos da la oportunidad de practicar el arte del diálogo con quienes se diferencian de nosotros radicalmente ( y aportan algo propio que en nuestra ceguera no vemos).
  • A nivel internacional, nos solicita indagar qué aporta Occidente y qué Oriente. No es casual que nuestro calendario occidental -gregoriano- sea solar;  y el islámico o el chino sean lunares. Cada uno representa factores diferentes de nuestra naturaleza. Ambos necesarios. Lo solar remite a la razón, la conciencia que se impone sobre lo inconsciente, la cabeza que domina sobre el cuerpo. Lo lunar representa a los factores emocionales e inconscientes de nuestra naturaleza, así como también a los vinculados con los ritmos corporales. Occidente y Oriente están enfrentados. Como especie estamos eligiendo la primera vía, la de la división y disociación, la vía tristemente conocida del: - "Están conmigo o están en mi contra." Esta posición nos lleva a actitudes paranoicas, enfermedad que se caracteriza por 'poner afuera' y desconocer (forcluir, proyectar masivamente) aspectos propios, que son vistos como peligrosos , amenazadores y provenientes del exterior, cuando en verdad, aluden a aspectos propios temidos o desvalorizados y no integrados que Jung llamó "La Sombra".
Libra es un signo fundamental. Considerado desde la Psicología Junguiana, iniciaría aquí, el Proceso de Individuación en un sentido riguroso. Previamente a la confrontación con la Sombra, se constituye la Persona o Máscara (vinculada a Cáncer y a Leo). Sin embargo, el proceso de Individuación como tarea intencionada de aprender a integrar aspectos anímicos desconocidos, se inicia con la confrontación de la Sombra y con la respectiva concientización. Esto es lo que podemos aportar como especie. No es un quehacer mecánico. Involucra de aquí en más aunar todas las Fuerzas de nuestra naturaleza para llevar a cabo semejante tarea.
Creemos que el Holocausto es cosa del pasado, los pogroms, las aniquilaciones de pueblos enteros y de grupos étnicos, las persecuciones religiosas, las luchas de poder entre los diferentes sexos, etc. Las divisiones absolutas, divorcios y separaciones, sin embargo, están a la orden del día y se incrementan increíblemente. 
La Vida no nos pide que coincidamos y seamos amigos inseparables de todos. Pero sí nos solicita lo
básico: Tomar conciencia que compartimos la misma casa, nuestro Planeta. ¿Podemos desearle al otro una buena Vida? Simplemente eso. ¿Podemos considerarlo hermano, aún en nuestras diferencias? Simplemente eso. cada uno es libre de seguir su camino... pero en paz y respeto por el otro y su camino.
Discutir no es el problema. El verdadero problema es el desconocimiento del otro, la negación de su existencia como complemento necesario que nos constituye y define.
Cada muro construido (no sólo por las naciones, sino también por las palabras), rompe puentes y genera patología anímica individual y colectiva. 
Libra nos desafía a darnos cuenta, a observar que las "exclusiones" o los "destierros", no son cosa del pasado. 
Les propongo aprender a construir puentes en nuestros vínculos inmediatos y cercanos, en los vínculos cotidianos. Y ofrecerle a la Tierra nuestro trabajo constructor.




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