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viernes, 6 de septiembre de 2019

Conferencias en Barcelona



Estaremos ofreciendo tres conferencias los días 5, 6 y 11 de Octubre en Akasha Espai.

Dirección: Plaza de la Torre 2, bajos izquierda 08006 Barcelona

Los invitamos a difundir y compartir a quienes estén interesados para que se inscriban!


 Inscripciones: 


JUNG & LA ASTROLOGÍA 
ENTRADA LIBRE
SÁBADO 5 DE OCTUBRE - 19HS

A cargo de Adolfo y Patricia Ordóñez (1h 30min)

  • La importancia de los Lenguajes Simbólicos en el Proceso de Individuación
  • El Inconsciente se manifiesta a través de símbolos.
  • Símbolos: En las narraciones religiosas (místicas).
  • Los Mitos propiamente dichos.
  • Los Sistemas Oraculares, como ‘Vía Regia’, junto a los sueños, para acceder a otras dimensiones anímicas, para sumar recursos en el proceso de Individuación, sincronizando al Icc. Con el cc.
  • Estudios astrológicos rigurosos de Jung
  • Recomendaba hacerse una carta natal cuando el proceso se estancaba.
  • Leyes Causales y Acausales según la física actual. La "Sincronicidad" como tipo especial de ley acausal.
  • La notable relación entre la filosofía de la antigua China y la Física Cuántica, tal como entendieron Niels Bohr y Wolfgang Pauli. 
  • Pauli y Jung: dos "neo-alquimistas" del siglo XX. La Astrología, según Jung, como campo de aplicación de ambos tipos de leyes naturales. 

QUIRÓN:
La Sanación como Puente hacia lo Espiritual 
INSCRIPCIÓN PREVIA
DOMINGO 6 DE OCTUBRE - 16 A 20HS

Taller Teórico Vivencial
A cargo de Patricia Ordóñez

Primera Parte:‘Quirón, la Sanación como Puente hacia lo Espiritual’
Segunda Parte: ’El trabajo con la Herida’


1ra Parte - Teórico: ‘Quirón, la Sanación como Puente hacia lo Espiritual’ (1h 15min)

  • El Mito de Quirón
  • Liberación de numerosas herramientas terapéuticas para la Humanidad: Reiki, Sanación Pránica, ‘Manos que Curan’, Terapia Floral, Constelaciones Familiares, Biodescodificación, Astrología, nuevas orientaciones psicoterapéuticas y espirituales, Reflexología, Meditación, etc.
  • Condiciones estelares singulares.
  • Los Ciclos.


Preguntas: 15 min
Break: 15 min

2da Parte - Práctico:’El trabajo con la Herida’

Visualización: Trabajando con nuestro Arquetipo Sanador

  • Tomaremos, eligiremos, una situación dolorosa de nuestra vida.
  • Pedimos permiso al Alma Familiar para abrir esa situación.
  • Convocamos a las Fuerzas sanadoras para que inicien el ordenamiento y la Sanación
  • Imaginamos que la Sanación de nuestro proceso aporta a la sanación de la Totalidad de la especie.
  • Arteterapia


Ritual posterior (último)



LA KABALAH & SRI AUROBINDO 
INSCRIPCIÓN PREVIA
VIERNES 11 DE OCTUBRE - 19HS


A cargo de Adolfo Ramón Ordóñez (1:15hs)

  • La continuidad de la hermenéutica de la Revelación del Veda y de la Toráh. La Esencia Divina, la  Voluntad Divina y el Universo. 
  • El "Tzimtzum" (u 'ocultamiento') o "Yoga-Maya" de la Luz Infinita y las luces finitas. Lo Infinito y lo finito. La Unidad y la pluralidad. 
  • Dar y recibir.  Lo Masculino y lo Femenino (Shakti).  El Propósito Divino de  "Construir una Morada  Divina" en este mundo físico

Sobre Adolfo & Patricia:

Adolfo Ramón Ordóñez, argentino, es Dr en Físico- Matemática. Investigador en Cosmología y Física Cuántica. Profesor Titular con dedicación exclusiva en el área Físico-Matemática de la Univ. Nac. Rosario. Estudió Epistemología, Filosofía, Religiones comparadas, Espiritualidad transreligiosa y Esoterismo, desde hace más de cuarenta años.

Patricia Fernandez Acosta Ordoñez, argentina, es Psicóloga y Master en Psicología Junguiana. Astróloga, Fonoaudióloga y Reikista, se dedica a estudiar sobre Espiritualidad, Mitos y Símbolos, desde hace más de 30 años.

lunes, 11 de marzo de 2019

TAROT (Parte 1)



INTRODUCCIÓN AL TAROT
Dr. Adolfo Ramón Ordóñez

En esta primera Parte, los introduciremos en los 22 “Arcanos Mayores”, que son sólo una parte de los 78 naipes de la baraja del Tarot. También hay 56 “Arcanos Menores” (los 10 Números de Basto, los 10 de Espadas, los 10 de Copas y los 10 de Oros; y las 16 “Cartas de la Corte”: los 4 Reyes, las 4 Reinas, los 4 Caballeros y los 4 Pajes, de los cuatro palos).

¿Qué es el TAROT? Se trata de una ‘sistematización simbólica’ de Arquetipos que nos pueden permitir comprender –o, al menos ‘ir vislumbrando’- los grandes Misterios y posibilidades de la Vida humana. Los Arcanos Mayores trasuntan nada menos que los diferentes niveles, crisis, estados y facetas tanto de la esencia como de la personalidad de los seres humanos a medida que vamos viviendo y recorriendo nuestro destino (que es como un ‘juego interactivo’, con cierto grado –mayor o menor- de libertad, pero ni completamente fijo, ni totalmente abierto a todo).

miércoles, 13 de febrero de 2019

Reflexiones epistemológicas sobre la Astrología - 13° Entrega



Respuestas a algunos cuestionamientos (continuación)

Complemento a la respuesta
A pesar de lo expresado por Trías en el Prólogo del mencionado libro de Eguillor, esta última hace dos citas en el Capítulo I, que están en contradicción con el “recurrir al saber astrológico sólo desde su interior”. Primero cita a la “Teoría general de los sistemas” de Ludwig von Bertalanffy, y luego a un interesante libro de Daniel Verney. Como la primera obra es muy conocida, pero la última no, y sin embargo, la juzgamos especialmente significativa, transcribiremos un pasaje de la misma:

“…la verdadera ‘justificación científica’ de la astrología procederá de estos desarrollos nuevos y revolucionarios de la ciencia y, principalmente, de lo que se halla en germen en la noción de sistemas abiertos a la información: la existencia de rizos entre diferentes niveles de lo ‘concreto’ y de la ‘información’, o también, de ensamblajes entre fenómenos aparentemente diferentes pero unidos entre sí por condiciones estructurales. Todas las premisas de esta obra parten de la idea de que uno de esos ensamblajes privilegiados se establece entre estructuras humanas y formas espaciotemporales astronómicas, portadoras éstas de una estructura de significaciones. Este ensamblaje no es en absoluto arbitrario: es posible por el hecho del carácter discontinuo y ordenado de las formas astronómicas percibidas por el hombre. Asimismo, puede pensarse que las escalas de tamaño relativo entre el hombre, la célula viva y el sistema solar intervienen como favorecedoras de una resonancia particular”
“Cuatro siglos después de la astronomía, la astrología aborda su ‘revolución copernicana’: ésta se basa para ello en las teorías científicas más recientes (sobre todo la teoría de los sistemas abiertos) y muestra cómo las figuras objetivas del mundo astronómico constituyen modelos estructurales y no deterministas de las situaciones vividas por el hombre. De este modo, podemos considerar el nacimiento (¿O renacimiento?) de una ciencia astrológica, de una ciencia del ser en el mundo y en el tiempo.
“Fondément et avenir de l’astrologie”, Daniel Verney, Librairie A. Fayard, 1974.
 (Los párrafos en negrita han sido seleccionados por el autor).

Observemos que en Verney hay una clara disposición a considerar a la Astrología como una Ciencia, y a relacionarla con varias otras disciplinas científicas. Incluso se puede apreciar una similitud en el modo de abordar varios temas de los que hemos tenido ocasión de tratar en estos artículos. El sostener esta disposición seguro redundaría en algo beneficioso. Por ejemplo, podríamos comprender lo que decíamos sobre el determinismo, y las dinámicas lineales o no lineales. Uno puede entender mejor esto, aprendiendo acerca del “determinismo caótico” en los sistemas dinámicos de la Física Clásica y del “determinismo cuántico”, a través del uso de la noción de "información activa" de Bohm, de la incerteza, y la probabilidad, con las leyes acausales y todo lo que implican, la comprensión de la sincronicidad de Jung, etc. En otras palabras, está el matema para comprender “el justo medio” entre el determinismo absoluto y el puro azar, lo cual viene dado por la introducción que se hace en Cuántica de las medidas de probabilidad dependientes del estado, que, añadidas al Principio de Incerteza, dan lugar a la posibilidad de lo creativo.
Mi intención es mostrar que la Astrología es plausible a aquellos intelectuales, que hoy en día se niegan a lo astrológico por prejuicios ya “anacrónicos”. ¡En estos tiempos que corren y nos corren hemos de mantenernos “actualizados” hasta en nuestros prejuicios!
Por lo demás, todo esto lo digo en un plano exploratorio. No hablo desde ninguna “certeza”. Y considero que sería bueno que podamos pensar lo astrológico, con un poco más de libertad. No tan “tradicional” y condicionadamente.
Se trataría también de hacer un aporte orientado a que todos juntos logremos “enderezar la historia de la Ciencia”. A mí me interesaría -como científico- que la Ciencia flexibilizase esta dura postura frente a la Astrología, el Psicoanálisis, etc. debida fundamentalmente, a prejuicios, y malosentendidos. Esta “desviación” tiene graves riesgos, y produce efectos de largo alcance en lo personal y en lo social. “La ciencia en una sociedad libre”, es uno de los libros de Paul Karl Feyerabend, un epistemólogo todavía más radicalizado que Thomas Kuhn. Él comenta ahí justamente todo lo que se ha hecho con la Astrología -a pesar de que, posiblemente, ésta no le interesaba particularmente-. Sin embargo, decía que si bien el Anarquismo había demostrado no ser bueno a nivel político, tal vez no sería tan malo a nivel epistemológico. Tendríamos que dejar competir (en fair play) a Charles Darwin, con el Génesis y el Poimandros del hermetismo egipcio. Que compitan sanamente, sin hacer trampas.
Por ejemplo, hay ciertas cosas muy interesantes del Génesis, como la creación súbita del Universo (como en la teoría del Big Bang). Los griegos, en especial Aristóteles, creían que el Universo era eterno. Nunca había comenzado y nunca terminaría. Pero en el Génesis el Mundo surge en un “fiat lux”, y la luz se hace en el primer día. El Sol y la Luna, las luminarias mayor y menor, son creadas recién en el cuarto día. Entonces uno se pregunta: ¿Cómo, si el Sol y por lo tanto también las estrellas, se formaron en el cuarto día, aparece la luz en el primero? Ahí hay como una contradicción. Uno dice “no hay que ser literal, con las escrituras todo es simbólico”. Sin embargo, independientemente de los “simbolismos extra” que pueda haber, la moderna Cosmología nos dice que, efectivamente, al principio hubo un caldo de materia y radiación a altas temperaturas, y a unos trescientos mil años del Big Bang (casi “simultáneamente” con el Big Bang, para lo que son los tiempos cosmológicos, es decir “en el primer ‘día’ del Universo”) la luz se separó de ese caldo y a partir de ahí vemos hoy al Universo. Cuando miramos la noche vemos las estrellas contra un fondo oscuro. Lo mismo le pasa al Hubble cuando mira, hay un fondo oscuro. Este fondo oscuro, hoy sabemos en Física, tiene que ver con esos trescientos mil años del Big Bang, donde no se emitía radiación. Por eso es que nosotros no lo podemos ver, ni lo puede ver un satélite tan poderoso como el Hubble.
Toda la Cosmología moderna, y la Ciencia se han hiper-racionalizado peligrosamente, y necesitan “un sentido”. Más aún, requieren urgentemente de una “comprensión más cardíaca”, más sensible, y que –con motivo de la “ascepcia científica”, u otra escusa- no pierda el “contacto” con la realidad y la vida. Yo creo que la Ciencia sin sentido ni sensibilidad es el equivalente de un hombre inteligente, pero que puede ser un “depredador tecnológico” muy cruel, que no sabe dónde está el Norte ni donde está el Sur Éticos. Y al estar sin una brújula, le cuesta vivir sin miedo a perderse. El sentido y la sensibilidad, nos darían “un Norte verdaderamente Ético, humanista y ecológico” capaz de corregir el peligroso curso que está tomando nuestra existencia.
Pues bien, y para terminar, me parece que la atenta consideración del saber Astrológico aportaría de modo natural un maravilloso sentido del Orden Holográfico Cósmico, el cual posibilitaría percibir y sería un llamado al despertar de nuestra adormecida sensibilidad, ante la profunda vivencia de “pertenencia al Cosmos” y su consecuencia inevitable: “la confianza en la Vida”, que nos está haciendo tanta falta.

Dr. Adolfo R. Ordóñez


“Fondément et avenir de l’astrologie”, Daniel Verney, Librairie A. Fayard, 1974.
Cualquier persona sensible –no necesita de mucha capacidad psicológica- puede observar los preocupantes rasgos de locura presentes en muchos científicos modernos, así como en nuestra sociedad, en general.

miércoles, 3 de enero de 2018

Carta Natal y Álgebra (Parte V)

Carta Natal y Álgebra (Parte V)
Adolfo R. Ordóñez

“Cerré los ojos, los abrí. Entonces vi el Aleph. Arribo, ahora, al inefable centro de mi relato; empieza aquí, mi desesperación de escritor. Todo lenguaje es un alfabeto de símbolos cuyo ejercicio presupone un pasado que los interlocutores comparten; ¿cómo transmitir a los otros el infinito Aleph, que mi temerosa memoria apenas abarca?................vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna en el espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo.”
Jorge Luis Borges, “El Aleph”



Las Álgebras Astrológicas y los Avatares
     
Seguramente, muchos lectores de las Partes I a IV de esta serie de trabajos se habrán preguntado por la 'practicidad' de semejantes sincronicidades astrológicas extragalácticas como las que he planteado. En esta quinta parte trataré de abordar esta delicada cuestión. 
Pero de entrada, diré que existen tres respuestas diferentes:
1) La más importante -para nosotros- es el interés 'teórico' de la 'inteligibilidad' (por mínima que fuese) metafísica y psicológica (en sentido esotérico) que posibilita. 
2) Además, existen obras de Psicología Analítica [por ejemplo, ver Pierre Solié "Sincronicidad y unidad del mundo"] que relacionan al desarrollo Cosmológico desde el Big Bang hasta nuestros días, y el Proceso de Individuación  de Jung. En particular, con los Arquetipos del 'Unus Mundus' y del 'Selbst' (o del 'Self').
Es de éstas dos de las que, efectivamente, me ocuparé.
3) La verdadera 'practicidad' está reservada sólo para ciertos Grandes Adeptos especializados en la Astrología Esotérica. Por ejemplo, en su aplicación a la vida y al trabajo que deben desarrollar los diferentes Iniciados de la Logia Blanca, o en la determinación de los Ciclos Cósmicos pasados y futuros en relación con la Humanidad y el movimiento de las estrellas de la constelación de la Osa Mayor, etc.

Con respecto a 1) y a 2), es importante aclarar lo mejor que me sea posible, el tema de los Avatares o ‘Encarnaciones Divinas’ del Logos, que es muy difícil y misterioso. En el “Bhagavad Gita” de la India, dice Krishna (representando al Logos o Verbo Encarnado): 


Muchas encarnaciones he dejado Yo tras Mí, y muchas dejaste tú, ¡Oh Arjuna! Pero Yo las recuerdo a todas, en cambio tú no recuerdas las tuyas ¡Oh Parantapa!
Aunque soy el nonato e imperecedero Ser, el Señor de todos los seres y cobijo a la Naturaleza, que es mi dominio, también nazco por virtud de mi propio Poder. Cuandoquiera que la rectitud desmaya, ¡Oh Bharata! Y cobra bríos la iniquidad, entonces renazco. Para proteger a los buenos, confundir a los malos y restaurar firmemente la Justicia, renazco Yo, con esa intención, de edad en edad, en cada Yuga. Quien así conozca Mi divino nacimiento y Mis acciones divinas, ya no volverá a nacer cuando deje el cuerpo, sino que a Mi se unirá ¡Oh Arjuna!”.

A fin de llegar a una concepción lo más clara y general posible, y siguiendo las enseñanzas del Maestro Tibetano D.K. 


(en “Tratado sobre Fuego Cósmico”, Alice Bailey, pp. 580-586), digamos que existen muchos Tipos (o Niveles) de ‘evoluciones espirituales’ para las Entidades que están pasando, o han pasado hace más o menos ‘Mahamanvántaras’ universales (de ¡15 cifras de años humanos!) por la autoconsciencia, o sea por la condición humana. 
Y se nos dice (Ídem p. 581) que: ¡Algunas Entidades lo han hecho hace nada menos que miles de Mahamanvántaras, de tal modo que nuestra condición y conciencia relativamente a Ellas, es similar a la que tendría un átomo frente a nosotros!  Por lo tanto, hay muchos Niveles después de pasar por la autoconciencia: el Humano, el Planetario, el Interplanetario, el Solar, el Cósmico (en cierto sentido ‘técnico’, que no viene al caso detallar aquí, etc.).  Cuando una de esas Entidades, luego de muchas encarnaciones, ha trascendido uno de esos ‘Niveles’, se dice que alcanza la ‘Liberación’ (la relativa a ese Nivel), de tal modo que todos los ‘Aprendizajes’ que el mismo tiene para ofrecer ya están ‘Asimilados’. Entonces, esa ‘Entidad’ adquiere el derecho de actuar como Avatar en ese Nivel, y así adquiere el poder de descender nuevamente al mismo (del que ya nada tiene que aprender), pero esta vez como ‘Rayo de Gloria Refulgente’, y realizar así un Sacro-Oficio consistente en aplicar cierto tipo de Energía Espiritual a la Sustancia del Nivel a fin de lograr ciertos efectos previsibles. Sus actuaciones en todos los Niveles permiten la máxima manifestación, en un ‘cuerpo físico denso’ (el cual varía según el Nivel del que se trate) de un Logos Planetario, Solar, etc. (T.F.C., 586), así como ‘la coordinación inteligente de los Cielos estelares’ (T.F.C., 581). Es muy significativo que esta 'máxima manifestación en un cuerpo físico denso' es lo que buscaba Sri Aurobindo, expresándolo como el Propósito de la Supramente descendiendo a la mente, la vitalidad y el cuerpo (además de nuestro cuerpo físico denso, estos 'tres mundos' o planos, constituyen los tres 'subplanos cósmicos' del Cuerpo Físico Denso del Logos Solar). También según la Kabaláh, el Eterno quiso crear este mundo físico denso porque 'quiso morar aquí' (como la 'Shejináh' o Divina Presencia, derivada del vocablo hebreo 'mishján', o 'morada'), de ahí que la Creación halla 'terminado' en este último mundo (pues uno 'para de trabajar' cuando ha llegado a su objetivo).
Se comprenderá que, en consecuencia, hay: 

a) ‘Avatares Cósmicos’ y ‘Avatares Solares’ (que se han liberado de los dos Planos Cósmicos inferiores (el Plano Físico Cósmico, del que nuestros 7 ‘Planos’ son sólo ‘subplanos’; y el Plano Astral Cósmico). Este Tipo de ‘Encarnaciones Logoicas’ fueron siempre identificadas con la Divinidad misma, o con alguna de las tres ‘Personas’ de ‘La Santísima Trinidad’ –y es entendible por su incomparable Condición Espiritual respecto de nosotros-; 

b) ‘Avatares Interplanetarios’ y ‘Avatares Planetarios’ que sólo se han liberado del Plano Físico Cósmico (con sus 7 ‘subplanos’, que son nuestros 7 Planos, desde el plano físico hasta el Ádico); y 

c) ‘Avatares Humanos’ que se han liberado de los 5 ‘subplanos’ inferiores del Plano Físico Cósmico (nuestros 5 Planos, desde el físico hasta el Átmico). 

Sólo de estos últimos b) y c) habló H. P. Blavatsky en “La Doctrina Secreta” (vol. I, Estancia VII, Sloka I) haciéndolas corresponder, al nivel b) a las 5 primeras de las 12 Jerarquías Creadoras. En particular, se refirió al c) al principio del vol. VI (de la edición de Editorial Kier, en castellano). Allí mencionó, entre otros ‘Avatares humanos’ a Krishna, a Buddha y a Cristo (Véase también ISV vol. IV, pp. 272-276). Y como ‘Avatar Planetario’ sólo al ‘Observador Silencioso’, el ‘Iniciador Uno’ (vol. I, Comentario 7 a la Estancia VI) al que suele identificar (por razones esotéricas en las que no entraremos) con el Sanat Kumara (Melquizedek en la Biblia, a Quien Abraham entrega el diezmo luego de luchar con los ‘Reyes de Edom’, y con Quien realiza la ‘comunión del pan y el vino’ según el Antiguo Testamento; y según el Nuevo Testamento, en la Epístola a los Hebreos de San Pablo 7, Cristo fue hecho ‘Sumo Sacerdote’ a perpetuidad, ‘a semejanza de Melquizedek’. ¿Qué quiere decir esto, si no se lo entiende esotéricamente?
El Maestro Tibetano D.K. nos dejó también la sugerencia (Ídem 583) de que Cristo, además de haber sido un ‘Avatar Humano’, fue una vasija (de entre muchas) para un ‘Avatar Solar’ -que se manifestó en particular, aunque no solamente, entre nosotros- con motivo de un incremento en la actividad del centro cardíaco de nuestro Logos Planetario-. Él habría sido la Causa (si estoy en lo correcto) del progreso acelerado –y jamás igualado- (“Tratado de los Siete Rayos”, Alice Bailey, Tomo II, ‘los Cinco Grupos de Almas’, p. 170) de la Mónada-Alma ‘del futuro’ Cristo, debida a su ‘Sagrado Corazón’ que resonaba con el de tan Elevado Avatar que, como ya aclaramos, podemos identificar con ‘Vishnú’, ‘el Hijo’ o ‘2° Persona de la Trinidad Cristiana’ (o Aspecto de Amor-Sabiduría’) a todos los efectos prácticos que nos conciernen, dado lo inconcebible de su elevación espiritual en relación a nosotros, aunque no sea el Principio Infinito o lo Absoluto mismo –sino ‘sólo’ un Rayo del Logos Solar, velado por el Observador Silencioso, “Astrología Esotérica”, Cuadro de las 12 Jerarquías Creadoras, pág. 30-. En efecto, la Mónada ‘del futuro’ Ungido o Cristo –siempre según D. K.- se individualizó en la Lemuria de nuestra ‘Cadena Terrestre’ (la civilización anterior a la Atlántida) y, sin embargo, muy pronto se acercó al progreso del Buddha, individualizado en un ciclo y una época muy anterior,  en la ‘Cadena Lunar’, previa a la actual ‘Cadena Terrestre’. Este Avatar Solar –según D.K.- también fue responsable del incremento en la amorosa ‘actividad del corazón’ –en relación al reino humano- y a la consecuente apertura del ‘Portal de la Iniciación’ para muchos seres humanos. En todo caso, tenemos aquí una forma lógica y esotérica de comprender la exotérica ‘doctrina’ del carácter ‘humano-Divino’ del Cristo. Así como podremos vislumbrar la trascendental relación entre el Ein Sof (Infinito) y Adonai (el Señor); o lo que es lo mismo, entre el Parabrahman e Ishvara.

Astrología, Álgebras Encajadas y Avatares

En las Partes anteriores de este trabajo, hemos mencionado que la geometría de una ‘Carta Natal’ ordinaria se corresponde ‘cartesianamente’ con un ‘Álgebra Natal’, y que nos ha sido trasmitido por Grandes Seres (por ejemplo, por el Maestro Tibetano D. K., a través de Alice Bailey, y su libro “Astrología Esotérica”) que con la ‘Maduración Espiritual’ -o ‘Evolución Iniciática’- de cada Ser en el vasto Cosmos, tanto en lo espacial como en lo temporal, van cambiando los ‘Astros’ más profundamente ‘sincronizados’ (en el sentido de Carl Jung), o ‘entrelazados’ (en el sentido de la Física Cuántica) con su Vida. Ello se traduce en una expansión del ‘Álgebra de su Vida’, hasta ir formando una torre de subálgebras ‘encajadas’ (de las cuales puede haber varias…)
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Ahora quisiéramos vincular esa información abstracta con algo muy esotérico y espiritualmente muy importante: El misterio del Advenimiento sobre y entre nosotros (y el Cosmos) de la Jerarquía de los diferentes tipos de Avatares o “Encarnaciones Divinas”.
Antes de poder tener siquiera un ‘vislumbre’ de tan Trascendente Asunto, debemos comprender ciertas doctrinas esotéricas referentes a cómo ‘el Principio Infinito’ ha devenido en las manifestaciones de los ‘Poderes Finitos’  que nos cobijan, aparentemente, mediante la ‘acción finitizante’ de un ‘Yoga-Maya’ del Brahman (como se llama en la Sabiduría de la India, clarificada por la Magna Obra de Sri Aurobindo; o lo que es muy similar, mediante los numerosos ‘Tzimtzumím’, o ‘contracciones-ocultamientos’, ‘finitizantes’ del Or Ein Sof, o ‘Luz Infinita’ de la Kabaláh caldeo-hebrea). [Recomendamos si se desea mayor claridad, ver los tres vídeos sobre ‘Kabaláh y Doctrina Secreta’, en YouTube de nexocielotierra]


Recordando el ‘poder conceptualizante’ de los mathemas, que explicamos en la Parte III, veremos que, desde el punto de vista del mathema ‘algebraico’ arriba mencionado, lo anterior, se puede concebir como un pasaje o ‘contracción’, desde la Desconocida Álgebra ‘Tav’, hasta la conocida ‘Álef’, o bien, usando el griego, desde la Desconocida Álgebra ‘Omega’, hasta la conocida ‘Alfa’ nuestra. Es posible, incluso, detallar más este ‘Yoga-Maya’ auto-ocultante de lo Infinito en lo finito.
Recordemos que en cada una de estas Álgebras, operaba un ‘corchete de Lie’ [A, B]. Ahora bien, una ‘estructura de álgebra’ implica la existencia de una ‘estructura de espacio vectorial’ subyacente, con una ‘suma de vectores’  A1+A2 , y un ‘producto de escalares por vectores’, (a+ib)A. Los 'escalares' son números complejos, del tipo a+ib, donde a y b son números reales, y donde i = √-1 es la 'unidad imaginaria' que representa un giro de 90° en sentido antihorario en el plano de los puntos de coordenadas (a, b).  El efecto de este producto es hacer girar al vector A por dicho plano, el de coordenadas (a, b), lo cual hace variar los ángulos entre los vectores (o los 'aspectos' entre los Astros correspondientes). Es decir, que tiene también, además del producto-corchete, otras dos operaciones algebraicas. Se demuestra que cada espacio vectorial puede tener dimensión finita o infinita. En cualquier caso, existe una ‘base’ de vectores, A1, A2 ,…, An  dónde n es un ‘número cardinal’ finito o infinito, según sea la dimensión. Que esos vectores sean una base, significa que cada operador (o vector) A del Álgebra, se puede escribir como una única ‘combinación lineal’ del tipo:
A = a1 A1 + a2 A2 + …+ an An
B = b1 A1 + b2 A2 + …+ bn An
En particular, cada ‘operador producto’
D = [A, B] = d1 A1 + d2 A2 + …+ dn An
De donde se ve que los dk  son números complejos que son funciones (o sea, que dependen de) los números complejos ai y de los bj.
Por la misma razón, se tiene (para ciertos números complejos ckij con i,j,k variando de 1,...,n, llamados las 'constantes de estructura del Álgebra')
[Ai, Aj] = c1ij A1 + c2ij A2 + …+ cnij An = Dij
Luego, cada [Ai,  ] puede concebirse como una función o en un holomovimiento dentro del Álgebra, que transforma o ‘mueve’ cada Aj (e incluso cada B) en otro operador Dij.
Además, añadiendo cada vez más 'constantes de estructura' ckij no nulas, lo que implica aumentar la dimensión del espacio vectorial, iremos obteniendo álgebras cada vez más inclusivas.
Y recíprocamente, anulando (haciendo valer 0) a las últimas constantes, produciremos el efecto de ir ‘contrayendo’ el Álgebra desde Tav (u Omega) hasta Álef (o Alfa). ¡El Infinito parece ‘reducirse’ a lo finito! Pero, en realidad, es una ilusión, pues basta darle valor no nulo a las últimas constantes, las que llegan hasta infinito, para recuperar la Infinitud.
En verdad, puede decir un Avatar: “Yo soy el Alfa y la Omega”.

OM - OM - OM


jueves, 13 de julio de 2017

Reflexiones Epistemológicas sobre la Astrología - 8° Entrega

  Tres Principios básicos para un “Paradigma Astrológico"

I. El Principio Cosmológico
Dr. Adolfo R. Ordóñez


“Usted se convencerá cuando la estudie [a la Teoría de la Relatividad]”
Albert Einstein


La Cosmología en relación con la Astrología contemporánea  

Según la moderna Ciencia de la Cosmología, y siguiendo lo que dicen dos tipos muy distintos de teorías de entre las muchas  posibles -los dos únicos que aquí citaremos-  todo el Universo que nos resulta asequible, donde nosotros moramos y nos movemos (como los átomos en nuestro cuerpo), provino: 
1) De una especie de “Punto Primordial” ardiente que estalló en un “Big Bang” y estuvo en su origen cuánticamente “entrelazado” en una interacción. En realidad, hoy hay muchas versiones diferentes del Big Bang. En algunas sólo se considera una única 'explosión' o 'despliegue', y en otras una serie cíclica, sin principio ni fin de estas 'explosiones' o 'despliegues' del Universo. Queda implícito, que aún no está claro -y en ello no hay acuerdo entre los cosmólogos- cuál será el futuro del Universo. Lo que sí se sabe es que el Universo -o el espacio-tiempo- se está expandiendo aceleradamente. Y la causa es atribuida a la 'Energía Oscura', que es (aproximadamente) el 70% del total energético cósmico. El 25% de la energía corresponde a la 'Materia Oscura', y tan sólo el 5% restante le corresponde a la materia y radiación conocidas que vemos por los telescopios.
2) Del choque de dos10-branas” paralelas, separadas por una undécima dimensión espacial. Una '2-brana' sería una “membrana” o superficie curva, y una '10-brana' es una especie de “superficie curva” pero de 10 dimensiones, 9 dimensiones de espacio, 3 visibles y 6 “enrolladas” muy compactamente, y por eso “ocultas” a nuestros sentidos, y 1 dimensión de tiempo. En cada 10-brana están fijos los extremos de las cuerditas “abiertas” o “no cerradas” –en el sentido de que sus extremos no coinciden- que al vibrar originan todas las partículas conocidas, así como los diferentes modos vibracionales de las cuerdas de un violín originan diferentes conciertos. Una de estas 10-branas es “la brana visible” de nuestro universo, y la otra es “la brana oculta”. El choque de ambas branas genera la energía necesaria para “sacudir las cuerdas”, creando toda la materia y la radiación que percibimos o conocemos. Este tipo de teorías, que podríamos llamar informalmente entre nosotros, para diferenciarla del otro, las teorías del "Gran Aplauso", son en general “teorías cíclicas” –que vienen de la “Teoría de Supercuerdas”- como la propuesta por Paul Steinhardt y Neil Turok, ya que estos choques ocurren periódicamente,  y nuestro universo es sólo uno de una larga serie de mundos. 
Además, ambos tipos de teorías tratan de explicar el Big Bang, en vez de concebirlo -como se hacía anteriormente- como una (inexplicable) “Singularidad” donde dejarían de valer las leyes físicas conocidas. Pero, en ambos tipos de teorías, sigue habiendo alguna especie de “Big Bang” y un “entrelazamiento” cósmico primordial, sólo que son vistos desde diferentes perspectivas. Aunque en el segundo tipo, no hay una “fase inflacionaria”, el resto es análogo al de la primera versión, la del Big Bang estándar”. 

También se sabe, gracias a la Física Nuclear, que los átomos que componen nuestros cuerpos fueron fabricados en los hornos nucleares de las estrellas (desde el Helio hasta el Hierro), o de las explosiones de las supernovas  (tal como los átomos de Zinc, Oro, Plata, etc.), o incluso del Big Bang mismo (tal como los átomos de Hidrógeno de las moléculas de agua y de los ácidos de nuestros cuerpos). Nótese que los “Atanores alquímicos”, han venido a ser los hornos estelares, donde se transmutan los átomos más ligeros en los más pesados. Bien podríamos pensar al Cosmos como “El Gran Alquimista del Universo”. Tal como decía Carl Sagan- “somos polvo de estrellas”. ¡Pero somos polvo cuántico! ¡Y lo cuántico está todo entrelazado!
Más aún, como luego veremos, el “entrelazamiento cuántico” y la ecuación de evolución temporal de los estados de la Mecánica Cuántica (la ecuación de Schrödinger), hacen mucho más factible la existencia de gigantescas cantidades de estas correlaciones cuánticas “no locales” en todo el Cosmos. Para decirlo en términos simples, la Mecánica Cuántica predice que, si dos partículas “gemelas” interactuaron y luego se separan –por mucho que sea-, pueden aún seguir “entrelazadas” y “compartiendo” algo que se llama su “estado” o “función de onda”. Y eso hace que queden correlacionadas o “sincronizadas” -utilizando terminología junguiana-. 
Por leyes y propiedades cuánticas, ello implica que si alguien mide u “observa” un valor “x” de una propiedad de una de ellas –por ejemplo el espín en una dirección elegida arbitrariamente- de la 'partícula 1', afecta al “estado” común, de tal manera que la otra 'partícula 2', instantáneamente, queda forzada a adoptar el valor opuesto “-x” en esa misma dirección arbitrariamente seleccionada para la 'partícula 1' (y de la cual esta 'partícula 2' no fue informada). Lo que ocurre, para decirlo en términos menos técnicos, es similar a los casos registrados de siameses separados al nacer y que “comparten” sus placeres y dolores, de tal modo que aún si estuvieran en ciudades diferentes y uno de ellos -digamos como ejemplo- es herido por algo, su hermano que está en la otra localidad también sentiría el dolor. Y no importa la distancia que los separe.
El "gran truco" que oculta a los ojos del mundo la existencia de todas las correlaciones cuánticas -que podrían hacer entendible las relaciones astrológicas- y nos hace creer que el Universo está regido por la Física Clásica, sin la dualidad onda-corpúsculo y sin las interferencias de las ondas cuánticas, es la llamada "decoherencia". Ésta consiste en una 'deformación de las funciones de onda' supuestamente producida por las interacciones con el entorno, o por choques entre partículas a altas temperaturas, etc. Como al comenzar el Big Bang tuvo que haber una temperatura altísima, se supuso -hasta ahora- que ésta debió acabar con todo entrelezamiento cuántico posible.
Sin embargo, no se toma en cuenta que:
1) el problema del calor-decoherencia -si existe- no es insuperable, como lo han mostrado Alexei Kitaev (1997) y Matti Pitkanen (2006). Aún a la temperatura de nuestro cuerpo, existen "trenzamientos" de partículas que se mantienen robustamente "coherentes" (es decir, no manifiestan 'decoherencia' e incluso se resisten a ella)
2) Penrose y Hameroff han mostrado que nuestro cerebro tiene una estructura (el citoesqueleto) que lo hace actuar como un receptor y transmisor cuántico, a pesar de no ser de dimensiones microscópicas. Además, reforzando dicha conclusión, el neurofisiólogo de la UNAM, Jacobo Grinberg-Zylberbaum había ya realizado en 1994 "el experimento de Aspect" (que probó la No-Localidad con fotones) con cerebros humanos. ¡Probó la No-Localidad con cerebros humanos!
3) al expandirse rápidamente, el espacio-tiempo el universo se fue enfriando, hasta que la ardiente radiación de fondo inicial llegó hoy en día a los 2,7° Kelvin (-270,3° Centígrados), casi en el cero absoluto (que es de -273° Centígrados).
4) cerca del cero absoluto la materia "macroscópica" se comporta cuánticamente, como los experimentos de  superfluidez y superconductividad lo demuestran ostensiblemente. 
 Pero hay aquí algo más profundo: no está probado -como suele afirmarse en los libros de texto- que la Física Clásica sea un límite de la Física Cuántica cuando la constante h de ¨Planck se hace tender a cero "h0", del mismo modo que la Física de Newton lo es de la de Einstein cuando la velocidad de la luz c, se hace tender a infinito "c∞". De hecho, ello no es así, y muy claramente, en la interpretación de la Cuántica de David Bohm. Para Bohm la Clásica y la Cuántica son dos Físicas distintas. Ésta última tiene un "potencial cuántico" dado por la misma función de onda y la ecuación de Schrödinger, el cual depende de la forma pero no de la intensidad -lo que origina la 'no-localidad' y todos los característicos efectos cuánticos-, pero que no tiene ningún análogo clásico.

Pues bien, en el 'despliegue' del Cosmos pasaría algo así: 

Principio Cosmológico
Como todas las partículas fueron Una en el principio, en el 'Primer Punto' del Big Bang, luego, al irse estas separando cada vez más a medida que se iba inflando y enfriado el tejido espacio-temporal -como un gigantesco Globo Cósmico que va siendo 'inflado' por un Gran Aliento-, las partículas quedaron sin embargo -sea al principio, o sea mucho después- entrelazadas cuánticamente, de modo que cuando algunas de ellas adoptaron ciertas configuraciones “x”, sus 'gemelas' en otras regiones del espacio-tiempo tuvieron necesariamente que adoptar las configuraciones “-x” correspondientes.  De este modo, puede entenderse por qué existe esa relación "como de espejo" entre nuestros átomos y los de los Astros del cielo. El Saber "escrito en el cielo" de la Astrología está en la Geometría -y por ende en el Álgebra de la Dinámica de los 'Operadores Astrales' que ella determina- de los Orbes y Ciclos cósmicos, que se hallan 'sincronizados' (o correlacionados) con los cambios de estado de los entes terrestres. El hombre y todo lo que existe es polvo cuántico de estrellas.

Y, justamente, la virtud de los buenos astrólogos está en su capacidad de poder 'leer' y 'significar', lo más aproximadamente posible, esos archivos astrales.

(Se remite a los lectores interesados a otros artículos de este blog donde todo esto es explicado en detalle y con imágenes)

lunes, 10 de octubre de 2016

La Sombra


La Sombra
Patricia  Fernández Acosta de Ordóñez

Introducción
Carl G. Jung descubrió la indisolubilidad del ego y de la sombra, en un sueño que recoge en su autobiografía, “Recuerdos, sueños, pensamientos”:

jueves, 6 de octubre de 2016

Seminario de Psicología Junguiana y Astrología





SEMINARIO

 PSICOLOGÍA JUNGUIANA Y ASTROLOGÍA


A Cargo de Patricia Fernández Acosta 

Psic. Mg en Psicología Junguiana y Astróloga



TEMAS A DESARROLLAR


✓ ¿Qué es el Proceso de Individuación, individual y colectivo? Pesquisa del proceso de individuación en la carta natal.


✓ El proceso de Individuación como proceso alquímico. Elementos, planetas y fases alquímicas en la carta natal.

✓ Noción de Mascara (Persona). La Máscara en la Carta Natal.

✓ Noción de Sombra (personal y colectiva). La sombra en la Carta Natal. Ejercicio Vivencial. Tránsitos indicadores de la “actualización de la Sombra”.

✓ Noción de Ánima y Ánimus. Factores “Ánima” en la Carta Natal de las Hombres. Factores “Ánimus” en la Carta Natal de las mujeres. Ejercicio Vivencial.

✓ Noción de Selbst. El Mandala como símbolo del Selbst. La Carta Natal como Mandala. Ejercicio Vivencial.




DIA: SÁBADO 22 DE OCTUBRE


HORA: DE 10 A 13HS Y DE 14 A 17HS (Break Intermedio de 1 Hora)


LUGAR: CENTRO HOLÍSTICO SHEDAI - RONDEAU AL 200 (Zona Norte, Rosario)


ORGANIZA: JORGELINA MORENO



Para consultas e inscripciones
comunicarse con Jorgelina al celular
(0341) 156 068 720

CUPOS LIMITADOS

sábado, 24 de septiembre de 2016

Jung y el Proceso de Individuación


Jung y el Proceso de Individuación


Patricia Fernández Acosta de Ordóñez
Psic. y Mg en Psicología JUnguiana

Introducción


La intención del actual artículo es facilitar la comprensión de la mirada junguiana en el proceso terapéutico, así como también ver la importancia de las contribuciones de Jung  al desarrollo de la Psicología y a la comprensión del fenómeno anímico en general, para Occidente.

lunes, 11 de abril de 2016

Reflexiones Epistemológicas sobre la Astrología - 9° Entrega

Tres Principios básicos para un “Paradigma Astrológico”

II. El Principio Holográfico
Dr. Adolfo R. Ordóñez

“Ver un mundo en un grano de arena
y el cielo en una flor silvestre,
asir la infinitud en la palma de la mano
y la eternidad en una hora.”
William Blake

Veamos a continuación varios ejemplos ilustrativos tomados de diferentes campos, que espero les permitan vislumbrar las inusitadas posibilidades explicativas encerradas en la idea del “Principio Holográfico”, del “orden implicado” (o implícito, o plegado) y su des-pliegue en una multitud de “órdenes explicados” (o explícitos, o desplegados).
Antes que nada, deseo aclarar que, hoy en día, se está usando una versión diferente del “Principio Holográfico”, de acuerdo con una propuesta teórica del físico holandés Gerard t’Hooft de 1993 (el año siguiente al fallecimiento de David Bohm) y continuada por Leonard Susskind (de la Universidad de Stanford, USA), así como por el notable físico argentino Juan Martín Maldacena (hoy investigador en Princeton). Según esta otra versión, el contenido informativo de un volumen de espacio puede estar “envuelto” o codificado en la superficie que lo rodea. Aunque guarda cierta relación con nuestro asunto, y es una teoría muy importante en la Física actual, no es a esta última a la que aludimos en el presente trabajo.

Ejemplo 1: el holograma. Fue enunciado matemáticamente “como una posibilidad” en base a la interferencia de ondas electromagnéticas, en 1947 por el inglés Dennis Gabor, y fue realizado experimentalmente recién en 1960, gracias a la invención del rayo láser, que posibilitó la fabricación de los hologramas. La razón es que los patrones de interferencia hechos con la luz del láser son especialmente nítidos, en cambio los que permite obtener una luz ordinaria son mucho más difusos, y eso hace que se pierda mucha información. Estos “patrones de interferencia” son la analogía electromagnética de los que se producen en una bañadera o en el río, cuando se “suman y restan” las olitas de agua. Si pudiéramos congelar una porción de interferencia de olas de agua de la bañadera, eso sería una buena analogía de lo que es un holograma. Claro que eso es diferente a los muy difundidos -y posteriormente descubiertos- “hologramas ópticos” a los que estamos habituados (en los que sí se ve una figura, y con luz ordinaria).
En una diapositiva común, digamos, con la fotografía de un hombre, cada parte contiene sólo información sobre sí misma. Por eso, si proyectamos toda la diapositiva, veremos la figura del sujeto completa. Pero si cortamos una parte, por ejemplo, la porción de la diapositiva que contiene la mano izquierda del hombre, y luego proyectamos sobre una pantalla esta “parte”, aparecerá sólo dicha mano y no “todo” el hombre. Si, en cambio, se tiene la “holografía” de un hombre  –mirando la cual, a simple vista no se ve más que un claroscuro de manchas-, y se corta una parte, a la que luego se proyecta con luz láser, se seguirá viendo todo el hombre (aunque quizás con menos nitidez). Es decir, en el holograma u holografía, la parte contiene información del todo (1).

Ejemplo 2: la clonación. Ésta es posible porque el diminuto núcleo de una sola célula tiene envuelta información acerca de todo el organismo. El Principio Holográfico, de hecho, viene siendo utilizado en Ciencias Biológicas desde hace décadas. Por ejemplo, cualquier célula de un organismo viviente (no importa a qué tejido u órgano pertenezca), tiene presente la misma información genética. Que el ADN del núcleo de una célula epitelial, de una célula hepática o de una neurona -no importa su especialización-, sea el mismo, permite a los biólogos clonar un tejido, un órgano y hasta una “oveja Dolly”.

Ejemplo 3: el holoflujo cuántico (o la “holokinesis”). Esto ya ha sido larga y notablemente explicado por el físico David Bohm. A fin de trasmitir una pálida y resumida idea, digamos que Bohm mostró cómo en la Física Cuántica ocurre algo parecido a lo siguiente: Pensemos en el “flujo electromagnético” de ondas de luz, de celulares, de televisión, de radio, etc. que nos atraviesa o “permea” constantemente. Cuando abrimos los ojos, encendemos nuestro celular, o televisor o radio, decodificamos una información que estaba “envuelta” y era “transportada” en esos campos electromagnéticos ondulatoriamente oscilantes.
Ya hemos utilizado el ejemplo del holograma y el del “pez tridimensional” (ver el artículo: La Sincronicidad (Parte 2): el misterio del "entrelazamiento cuántico"). Veamos ahora un tercer modelo, simple pero muy gráfico, que era muy usado por Bohm para trasmitir intuitivamente otros aspectos del “orden implicado”. Consideremos dos cilindros concéntricos de vidrio, uno de radio menor (digamos 5 cm) y el otro de un radio mayor (de unos 15 cm), capaz de girar alrededor del eje común de ambos cilindros. Supongamos que el espacio entre ambos está lleno de un fluido muy viscoso, por ejemplo de glicerina.
i) Coloquemos una gota de tinta mediante una jeringa en medio de la glicerina. Al hacer rotar al cilindro de radio mayor en sentido horario las partes del fluido más cerca de éste, rotarán con una velocidad mayor que las que están más cercanas al cilindro menor. Por lo tanto, debido a la viscosidad, lo que era al comienzo una gota de tinta azul, será arrastrada por el movimiento de la glicerina, y se irá estirando en una hebra cada vez más larga y delgada a medida que damos varias vueltas al cilindro externo. Como esta operación de estirado va disminuyendo la densidad de las partículas de carbono que forman la tinta, hasta quedar por debajo del umbral mínimo que el ojo necesita para ver, llegará un momento en el que la gota se habrá “envuelto” en el fluido hasta volverse invisible. Ahora bien, este proceso es reversible: si hacemos girar el cilindro mayor en sentido inverso, o sea el contrario al de las agujas del reloj, irá aumentando la densidad de las partículas de carbón disueltas en la glicerina, hasta hacer reaparecer o “des-plegar” a la gota. En el lenguaje de Bohm, cuando la gota está envuelta y resulta invisible igual “está presente” pero en un “orden implicado o plegado. Cuando se nos vuelve perceptible como gota, está presente en un “orden explicado o desplegado”. Bohm nos propone este modelo para entender la famosa “dualidad onda-corpúsculo” de la materia. La gota visible sería el estado corpuscular.
ii) Imaginemos que, en lugar de una única gota, inyectamos una sucesión de gotas de tinta, del siguiente modo. Primero inyectamos una, giramos el cilindro exterior n veces hasta que se vuelva invisible. Luego inyectamos otra un poquito más hacia la derecha que la primera y hacemos lo mismo, y así varias veces, digamos m veces. Al retroceder el cilindro, haciéndolo girar en sentido contrario nm veces, observaremos una aparente serie de “saltos cuánticos” de gotas-partículas que desfila delante de nuestra mirada. Bohm sugiere que algo similar al ocurre cuando un electrón “salta” de un nivel de energía de un átomo a otro, sin hacerlo gradualmente, es decir, pasando por todo el espacio intermedio siguiendo una espiral, sino en forma discontinua. Es como saltar del primer piso al tercero, pero sin pasar por el segundo... 
iii) Si la separación entre las gotas es suficientemente pequeña, se tendrá la ilusión de un movimiento continuo de una partícula por “el espacio” (en realidad, se trata de un movimiento por una pequeña porción de todo el espacio ocupado por la glicerina). Y, según Bohm, algo parecido ocurre en el “orden desplegado” de tipo “cartesiano” de nuestras engañosas percepciones. Nos parece ver cosas sólidas moviéndose con "aparente" continuidad de un punto a otro del “espacio tridimensional” (en realidad, es un movimiento discontinuo, pero con un "aparecer-desaparecer" tan rápido que es imperceptible para nuestra vista, como ocurre en los filmes del cine).
iv) Finalmente, supongamos que repetimos la operación de ii) pero inyectando alternativamente gotas de color azul y de color rojo. Al envolverlas, se pierde el rastro de las gotas de ambos tipos. De hecho, si se mira con un microscopio en “el orden implicado” se verán mezcladas partículas azules y rojas. Sin embargo, dicho orden es de una naturaleza tal que “sabe distinguirlas”, y las reúne en gotas azules y rojas (sin mezclarlas). Bohm dice que nos podría parecer que todas las gotas del mismo color “comparten un mismo Destino” (2).
            En el lenguaje de Bohm, lo real es un “Orden Implicado” (o “plegado” o “envuelto”), como en una holografía, pero en movimiento o flujo –tal como pasa con el orden sutil en el que están dispuestas las hebras invisibles de tinta en la glicerina en el ejemplo de los cilindros-. En el orden Implicado “el todo está en cada parte y viceversa”. Matemáticamente, se trata de un tipo de orden que –en particular- caracteriza a un “espacio de ondas” de infinitas dimensiones, lo que en Matemática se conoce como un “espacio de Hilbert”, junto con un “álgebra de observables” y un “operador unitario” que describe la evolución dinámica del sistema. Y desde éste se van desplegando “Órdenes Explicados” (o des-envueltos, decodificados, tal como aquel en el que percibimos las gotitas “reconstituídas”, y del que tenemos la ilusoria impresión de ser un movimiento continuo).
Pero nosotros estamos habituados a creer que “lo sustantivamente real” está constituido como un orden explicado, enfatizando sólo aquellas características de “lo que percibimos”. Otra analogía, sería decir que consideramos “a lo real” como si tuviera un “orden explicado” similar al que es característico de las diapositivas. Ahí –en el orden desplegado- sólo hay yuxtaposición de partes moviéndose como en la Física Clásica No Relativista (que es muy diferente de la Física Cuántica) “en el devenir temporal desde un lugar del espacio a otro”, pero dentro de un “espacio-pantalla” de dos (o tres) dimensiones. En la Física Clásica Relativista habría diferencias sutiles en ciertos aspectos –que no vienen al caso-, pero igual que antes habría una descripción en un “espacio-tiempo-pantalla” de cuatro dimensiones. Pero Einstein también supuso que lo real – consistente en el espacio-tiempo conteniendo toda la energía-materia en movimiento relativo-, se caracteriza por un “orden desplegado”. Sólo con el surgimiento de la Física Cuántica se fue desarrollando –aunque inconscientemente hasta Bohm- el sentido de que lo que habría que enfatizar como nuestra representación teórica de “lo sustantivamente real” no es lo perceptible, sino un “substratum fundamental” con un orden implicado multidimensional del cual sólo percibimos las proyecciones o los “desplegamientos” en el espacio-tiempo.

            Con respecto a la vida, la mente y la conciencia, Bohm nos hace ver que también están envueltas en el “holoflujo”. No sólo la materia, sino las plantas, los seres vivos y hasta nuestros pensamientos e intuiciones “repentinas” aparecen y desaparecen como las gotitas del experimento de los cilindros. Duran con una “relativa estabilidad” un período más o menos breve, y luego son “reabsorbidos” en la holokinesis que los generó en medio de sus vueltas o “ciclos del devenir”. ¿Acaso no tenemos “envueltos” en nuestras mentes el lenguaje y la cultura que “por destino” –o por propia elección- nos tocó? Realmente, estamos permanentemente “envolviendo” y “desenvolviendo” en todos los aspectos de nuestras vidas (3).
            ¿Y qué hay de la importante relación entre “el observador y lo observado? Según Bohm, son dos desplegamientos “explicados” desde un mismo “orden implicado”. Como las dos imágenes del único pez tridimensional (Ver el artículo del 'pez cuántico'). Por eso existen tantas correlaciones y eventos sincronísticos.

Citando al mismo Bohm (4):

“Por lo que se refiere a la mente… el contenido explícito fácilmente accesible de la conciencia se incluye en un fondo implícito (o implicado) mucho mayor… de profundidades de inconsciencia desconocidas (y por cierto, en último extremo incognoscibles), que puede considerarse como análogo al “mar” de energía que llena el espacio que percibimos sensiblemente como “vacío”… 
Al igual que el vasto “mar” de energía en el espacio está presente para nuestra percepción como una sensación de vacío o de nada, del mismo modo el vasto fondo “inconsciente” de nuestra conciencia explícita, con todas sus implicaciones [o “envolvimientos”], está presente de un modo similar”

Ejemplo 4: las correlaciones astrológicas. Este Principio es también esencial para comprender lo astrológico, porque nosotros, como “humanos”, somos “parte” de un “Todo” en permanente vibración ondulatoria (el Cosmos).
En tanto “parte” del Cosmos, los humanos tenemos la posibilidad, de “portar” información de la totalidad, en forma análoga a lo que sucede con una célula perteneciente a un organismo. Y también de “aportar” información al Cosmos, la cual se reflejaría o “quedaría matemática y mitológicamente representada” en las configuraciones astrales, y en todos los eventos sincronísticos que –si observamos con cuidado- nos rodean permanentemente bajo la apariencia de “nuestras circunstancias”, o nuestro “destino escrito en las estrellas”.
Esta es la consecuencia natural que se desprende de la expresión del Principio Holográfico en la naturaleza y en el Cosmos. Las Ciencias –en sentido usual- están hoy en condiciones de mostrar la efectividad del principio holográfico en los reinos mineral vegetal, animal y humano. La Astrología puede comprenderse si se extiende la aplicación de este Principio, aún más allá. En todo caso, esto es lo que les propongo: extender este principio que gobierna la Física Cuántica, y que la Biología ya viene aplicando (por lo menos en la clonación de tejidos) a la relación “parte–todo” entre “el hombre – el Cosmos” .
            Como ya hemos dicho, mientras que en la fotografía de un cuerpo humano la cabeza y los pies están claramente separados entre sí, en una holografía de ese mismo cuerpo humano, tendríamos información acerca de todo el cuerpo, en cada uno de sus puntos. Por ende, ahí no habría “separación espacial” entre la cabeza y los pies. Es como si en ese “orden implicado” u holográfico, en cada punto estuvieran “envueltos juntos” tanto la cabeza como los pies. Ahora traslademos esto con nuestra imaginación al Espacio Cósmico –con toda su Holokinética Profundidad, y abarcando lo explicado visible y lo Implicado Desconocido-. La cabeza representaría –digamos- a “nosotros y nuestras circunstancias”, y los pies serían símbolo de las posiciones y la marcha relativas de los astros del sistema solar en un momento dado. En el orden explicado estamos muy separados de los Planetas del Sistema Solar y de las Constelaciones. Pero en el Trasfondo Implicado, estamos plegados juntos, somos parte del mismo “Punto” del Holograma Móvil. En esto consiste la No-Localidad o No-Separabilidad cuántica.

            Otro tanto podemos hacer con la separación temporal”. Porque el espacio y el tiempo son inseparables, según nos enseñó Einstein. Luego, si Todo el Espacio está envuelto en cada punto, Todo el Tiempo debe estar envuelto en cada momento (5). En vez de pensar en la “separación” entre la cabeza y los pies, piensen en la “separación” entre el pasado, el presente y el futuro de algún suceso. 
Como ejemplos:
1) Recuerden el caso del escrito del siglo XIX acerca del “Titanic”. En 1897 (14 años antes del naufragio del Titanic) un escritor de novelas llamado Morgan Robertson escribió una obra llamada “Futility” (vanidad). Posteriormente fue reeditada en el año 1912, es decir, el mismo año de la tragedia con el nombre “The Wreck of the Titan” (El naufragio del Titán). Lo que tiene de especial esta obra, son las numerosas y acertadas coincidencias con los datos del famoso naufragio del Titánic. En este libro encontramos a un buque llamado “Titán” que es el más rápido, grandioso y seguro del planeta; en él encontramos la tecnología más avanzada del momento. Se construye expresamente para realizar la travesía del Atlántico norte a una velocidad desconocida hasta el momento, y conseguir un nuevo récord. La compañía ha dado la orden expresa al capitán de navegar a toda máquina – a pesar de la niebla existente y la amenaza de accidente-; además, el buque no dispone de los botes salvavidas necesarios en caso de accidente, ya que dadas su “súper características” lo consideran “insumergible”.
2) En el cielo nocturno de cada noche, se envuelve en nuestros ojos y “vemos” –sobre todo con la poderosa ayuda de los telescopios espaciales- nada menos que “el Museo de Historia del Cosmos”, hasta unos 300.000 años después del Big Bang ocurrido hace 13.700 millones de años –ya que sólo podemos “ver” desde el momento en que la luz se separó del “caldo” de materia a miles de grados, el período previo se nos presenta como “lo negro del cielo”.
3) Recientemente, se han hallado registros enterrados 50 metros bajo el hielo de la Antártida de la explosión de la supernova que vieron los chinos a plena luz del día en 1006 (d.C.).
4) Existen muchos ejemplos de este tipo de fenómenos sincronísticos “temporales” estudiados por Jung.

             ¿No experimentamos muchos “encuentros” con “gotitas de nuestro mismo color” y a los que nos sentimos “predestinados”? No quiero para nada sugerir que todo está “escrito” -evidentemente tenemos la posibilidad de hacer elecciones y cambios de destino- pero sí que todo “se va escribiendo” entre los cilindros”. Hay algo así como un “Libro de la Vida”. Aquí debemos contrarrestar el “pesimismo” de las doctrinas fatalistas meditando en el “optimismo” que nos trasmite el Principio Holográfico. Porque nos dice que “la parte” no es tan insignificante como cabría esperar: no es sólo “la parte”, sino “un modo de ver el Todo”.
            Es muy evidente la analogía entre los “desplegamientos” cíclicos de las “gotas de tinta sucesivas” con la progresiva actualización de las potencialidades “implicadas” en el mandala de nuestra carta natal, en las sucesivas revoluciones solares.

Observación:
Nótese la diferencia del Principio Holográfico con el “Principio Holístico”. Éste último enuncia: “el todo es más que la suma o agregado de sus partes”. Este Principio, también es válido en la Física Cuántica –así como en la Gestalt-. Por ejemplo, un átomo de Hidrógeno es más que un núcleo formado por un protón (eventualmente con algunos neutrones, según el isótopo de que se trate) y un electrón en interacción electromagnética. Un rostro es más que un conjunto de dos ojos, una nariz, una boca, etc. Una oveja es más que un conjunto de células. Pero eso es distinto que decir que cada célula contiene “envuelta” información acerca de toda la oveja.




(1) Además de “El Paradigma Holográfico” (Ed. Kairós); los libros de Bohm, por ejemplo: “La Totalidad y el Orden Implicado”; también “Ciencia, Orden y Creatividad”, de Bohm y Peat; "Sincronicidad. Puente entre mente y materia" de David Peat, todos de la citada editorial; “Diálogo con científicos y sabios” de René Weber (Ed. Los libros de la liebre de marzo); y de Briggs y Peat: “A través del maravilloso espejo del universo” (Ed. gedisa). Si leen este material, verán que Bohm –y toda la Física Cuántica detrás de él- logran “explicar” lo que –genial y anticipadamente- Jung meramente “describió”.
(2) “La Totalidad y el Orden Implicado”, págs. 250-251.
(3) Porque en rigor todo está en todo. ¿Cómo separar las moléculas de bióxido de carbono que pasan desde el aire al interior de las células de la hoja verde de una planta? O bien nosotros, en cuanto comemos, bebemos, e inspiramos, hacemos excrementos, despedimos toxinas y respiramos ¿dónde empezamos y dónde terminamos? No, hay un “continuo” cuerpo-mundo.
(4) “La Totalidad y el Orden Implicado”, págs. 290-291.
(5) Lo cual no significa que podamos “desenvolverlo”, ni siquiera parcialmente sería algo fácil, aunque podría haber personas más dotadas para ello, como algunos “Profetas”; Nostradamus o Julio Verne. También se halla relacionado con la aparente diferencia en la percepción temporal del inconsciente.