domingo, 22 de octubre de 2017

Spinoza, Leibniz y la Filosofía Esotérica

Spinoza, Leibniz y la Filosofía Esotérica
Adolfo Ramón Ordóñez

Dice H. P. Blavatsky en “La Doctrina Secreta”, vol. II, 321-322 que Leibniz (un descendiente de eslavos, aunque nacido en Alemania) mostró, además de sus evidentes talentos científicos, una intuición metafísica notabilísima.
“Para él existía por siempre una gradación infinita de pensamiento. […] Descartes negaba el alma a los animales; Leibniz, como los ocultistas, dotaba a la creación entera con vida mental”. Esta concepción, se llama ‘Hylonouísmo’ (es decir, toda la materia o ‘hylé’, está dotada de Nous). […] “Este es el espíritu, la raíz misma de la doctrina y pensamiento ocultos. El Espíritu-Materia y la Materia-Espíritu se extienden infinitamente en profundidad…”
[…] “Si los sistemas de Leibniz y de Spinoza fuesen conciliados, aparecerían la esencia y el espíritu de la Filosofía Esotérica. Del choque de los dos –opuestos al sistema cartesiano- surgen las verdades de la Doctrina Arcaica. Ambos son contrarios a la metafísica de Descartes. La idea de este contraste de dos Substancias –Extensión [Res Extensa] y Pensamiento [Res Cogitans]- difiriendo radicalmente la una de la otra, y siendo mutuamente irreducibles, es demasiado arbitraria y poco filosófica para ellos. Así, Leibniz hizo de las dos Substancias cartesianas dos atributos de una Unidad, en que veía a Dios. Spinoza sólo reconocía una Substancia universal indivisible, un Todo absoluto, como Parabrahman. Leibniz, por el contrario, percibía la existencia de una pluralidad de Substancias. Para Spinoza no había más que UNO; para Leibniz había una infinidad de Seres procedentes de y en el Uno. De ahí que aun cuando ambos no admitían más que Una Entidad Real, Spinoza la hacía impersonal e invisible, mientras que Leibniz dividía su Deidad personal en un número de Seres divinos y semidivinos [en su Monadología]. Spinoza era un panteísta subjetivo; Leibniz un panteísta objetivo, aunque ambos eran grandes filósofos en sus percepciones intuitivas.”

Gottfried Leibniz
Baruj Spinoza

Vemos aquí la cuestión del ‘Uno en los Muchos y los Muchos en el Uno’, así como el delicado asunto de la Impersonalidad-Personalidad Divina de que nos habló también Sri Aurobindo.
Es importante también la notable metáfora del iniciado brahmin T. Subba Row, en sus Esoteric Writings [que H. P. B. no llegó a conocer en vida] y su maravillosa Obra Notas sobre el Bhagavad-Guita, citada con tanta admiración y respeto por H. P. B. Dice él que el Logos es la Fuente de todo sentido de Identidad o ‘Yo’ [en el sentido superior y bueno] en el Cosmos, como cuando el Sol se refleja en toda una multiplicidad de superficies reflectoras, algunas más pulidas que otras. En las primeras [como un espejo, o en aguas serenas], su reflejo es más fiel que en las segundas [como en una roca]. Y luego aclara: nuestro ‘karana sharira’ (o ‘cuerpo causal’) es como un espejo, la imagen del Sol que en él se forma, es nuestro ‘Yo superior’; y los rayos de luz que vinculan al Sol con sus imágenes son como los 'Ángeles Solares', a los que llama ‘Little Girls’ [considerándolos, por ende, como ‘Femeninos Sagrados’]. Si luego del rebote contra el espejo, los rayos de luz siguen su camino y se reflejan en una superficie más opaca y arrugada, como sobre una piedra, esa ‘sombra’ de la imagen del espejo sería el sentido de ‘ego’ inferior que en nosotros percibimos.

T. Subba Row



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