“La
Supermente” de Sri Aurobindo y “El Logos” de Helena Blavatsky
Adolfo
R. Ordóñez
“Tres
Poderes de la Luz sostienen los Tres Luminosos Mundos Divinos”
Rig
Veda V, 29, 1
“Antes de que pasemos a esta más fácil
comprensión del mundo que habitamos desde el punto de vista de una aprehendente
Verdad-Conciencia que ve las cosas como una individual alma liberada de las
limitaciones de la mentalidad y admitida para que participe en la acción de la Supermente Divina, debemos detenernos y
resumir brevemente lo que hemos comprendido o podemos aún comprender de la
Conciencia del Señor, el Ishvara tal
como desarrolla el mundo mediante Su Maya, de la concentrada unidad original de
Su Ser.
[…] Pero cuando de este modo afirmamos esta Unidad de Sachchidananda [Lo Absoluto, según Sri Aurobindo] por un lado y
esta mentalidad dividida por el
otro, planteamos dos entidades opuestas, una de las cuales debe ser falsa si la
otra es verdadera, una de las cuales ha de abolirse si la otra ha de
disfrutarse…De esta solución no hay
escape a menos que exista un eslabón intermedio entre los dos que pueda
explicarlos uno con respecto al otro y establecer entre ellos una relación
tal que posibilite realizar la Existencia, Conciencia y Deleite únicos en el
molde de la mente, la vida y el cuerpo.
El
eslabón intermedio existe. Lo llamamos Supermente, o Verdad-Conciencia, porque es un Principio superior a
la mentalidad [el Logos teosófico] y existe, actúa y procede en la verdad y
unidad fundamental de las cosas y no como la mente, en sus apariencias y
divisiones fenoménicas. La existencia de
la Supermente es una necesidad lógica que surge directamente de la posición
con la que empezamos.”
[…] Descubrimos que en el
Principio de la Supermente misma,
ella tiene tres equilibrios o sesiones
generales de su conciencia fundamento-del-mundo. El Primero [1° Logos] fundamenta la inalienable unidad de las cosas;
el Segundo [2° Logos] modifica esa unidad de modo que sostenga a la
manifestación de los Muchos en Uno y de Uno en los Muchos; el Tercero [3°
Logos] modifica ulteriormente esto de modo que sostenga la evolución de una
individualidad diversificada que, por acción de la Ignorancia, viene a ser en
nosotros, en un nivel inferior, la ilusión del ego separado.” [“La Vida
Divina”, Libro I, Capítulo XVI, 142-3, 145-6]
[…] Obviamente, estos tres equilibrios sólo serán diferentes
modos de tratar la misma Verdad; la Verdad de la existencia disfrutada
sería la misma, el modo de disfrutarla o más bien el equilibrio del alma en el
disfrute sería diferente. El Deleite, el Ananda variaría, pero moraría siempre
dentro del estado de la Verdad-Conciencia y no implicaría deslizamiento dentro
de la Falsedad y la Ignorancia. Pues la
Segunda y Tercera Supermente sólo desarrollarían y aplicarían en los
términos de la multiplicidad divina lo que la
Supermente Primera sostuvo en
los términos de la unidad divina. No
podemos estampar ninguno de estos tres equilibrios con el estigma de la
falsedad y la ilusión. El lenguaje de los Upanishads, la antigua autoridad
suprema para estas verdades de una experiencia superior, cuando hablamos de la
existencia Divina que se está manifestando, implica la validez de todas estas
experiencias. Sólo podemos afirmar la
prioridad no en el tiempo sino en la relación de la conciencia, y ninguna
declaración de la suprema experiencia espiritual, ninguna filosofía Vedántica niega
esta prioridad ni la eterna dependencia de los Muchos en cuanto al Uno. Es porque en el Tiempo los Muchos no
parecen ser eternos sino manifestarse procedentes del Uno y retornar a él como
su esencia, que la realidad de aquellos es negada; pero igualmente podría
razonarse que la eterna persistencia o, si se quiere, la eterna recurrencia de
la manifestación en el Tiempo es una prueba de que la multiplicidad divina es
un hecho eterno de lo Supremo más allá del Tiempo no menos que la unidad divina
de otra manera, no podría tener esta característica de inevitable recurrencia
eterna en el Tiempo."
[“La Vida Divina”, Libro
I, Capítulo XVI, 148]
Los “Collected Writings”
de Helena Petrovna Blavatsky son 15 volúmenes de alrededor de 450 páginas cada
uno, donde están sus numerosos artículos escritos como contribuciones para
varias revistas esotéricas, pero en los cuales no se hallan sus otros libros. En
el volumen X, se hallan las “Transactions” de 1889 de la ‘Logia de Londres’ de
la Sociedad Teosófica, donde Blavatsky respondió largamente a las muchas
preguntas que se le hicieron acerca del significado de muchas expresiones que
les resultaban dudosas en su obra “La Doctrina Secreta” (recién editada, en
1888).
Una pregunta era si Fohat es uno de los tres, Padre, Madre o
Hijo. HPB respondió:
“Fohat es un término
genérico y es usado en muchos sentidos. Él es la Luz (Daiviprakriti) de todos los
tres Logoi –los símbolos personificados de las tres etapas espirituales de la
Evolución-. Fohat es el agregado de todas las ideaciones creativas
espirituales arriba, y de todas
fuerzas creativas y electrodinámicas abajo,
en el Cielo y en la Tierra. Parece haber una gran confusión y malos entendidos
entre el Primer y el Segundo Logos. El
Primero es la ya presente aunque aún inmanifestada potencialidad en el seno
del Padre-Madre; el Segundo es la
abstracta colectividad de creadores llamados ‘Demiurgi’ por los griegos o los
Constructores del Universo. El Tercer Logos es la ulterior diferenciación del
Segundo y la individualización de las Fuerzas Cósmicas, de las cuales Fohat
es el jefe; porque Fohat es la síntesis de los Siete Rayos o Dhyan Chohans que
proceden del Tercer Logos.”
Otra pregunta se refería
a ‘las etapas de la manifestación’, a
lo cual HPB respondió como estuviera referida a lo Absoluto y al Triple Logos (¡Sobre lo cual tanto y tan mal se ha
escrito, aún entre autores ‘teosóficos’!). Ella aclara que no se deben
confundir ‘el Punto en el Círculo’, que “es el Logos Inmanifestado” [el 1° Logos], con el ‘Germen [es decir, el
poder creativo que habrá de emanar] en el Huevo Mundanal [la Materia en su
sentido abstracto]’ que corresponde al 2°
Logos, el Triángulo dentro del Huevo Mundanal. “Pitágoras habló de la nunca
manifiesta Mónada, que vivía en soledad y en tinieblas; [pero que] cuando la
hora llega, irradia de Sí Misma a UNO [la Potencia, la Causa aún no revelada],
el primer número. Este número, descendiendo produce a DOS, el segundo número [el
Pensamiento aún latente] y DOS, a su vez, produce a TRES, formando un Triángulo,
la primera figura geométrica completa en el mundo de formas [el Demiurgo, la
Voluntad activa, desenvolviendo de su Ser universal el efecto activo, el cual,
a su vez, deviene la causa en un plano inferior.” […] Habiendo vibrado a través
del Germen, el Rayo [como la irradiación de la Mónada pitagórica] es absorbido nuevamente
dentro del Punto, y el Germen desarrolla el 2° Logos.” [CW, X, 334, 351-2]. “[…]
el 3° Logos, el universo subjetivo y
objetivo. Luego, de este Logos manifestado, surgirán [el CUATRO, como el cuatrifáceo Brahma, que completa a la
Tetraktys pitagórica, y] los Siete Rayos, que en el Zohar [libro kabalístico fundamental] son llamados los [siete] Sefirot
inferiores, y en el Ocultismo oriental los siete rayos primordiales. De ahí
procederán las innumerables series de Jerarquías.”
NOTA:
Los corchetes, y las frases en negritas o en itálicas son del autor ARO.
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