Carta Natal Geometría y Álgebra (Parte III)
Dr. Adolfo R. Ordóñez
Los ‘Matemas’ o (‘Mathemas’) y la Astrología
La Matemática, en tanto
actividad humana, consiste, primero en hacer ‘contacto intuitivo’ con los
‘mathemas’ o ‘ideas-gérmenes’ matemáticos, y recién después ir posibilitando su
‘despliegue-germinación’, aumentando gradualmente su entendimiento y
comprensión, mediante su des-envolvimiento eidético y lógico, sus relaciones
con otros mathemas, buscando variados ejemplos ilustrativos y también sus posibles aplicaciones.
El mathema es algo a lo cual uno ‘va
llegando’ por un proceso de acercamiento progresivo, es como un ‘límite’, un
horizonte.
Uno se va acercando, pero el
mathema siempre está más allá de cualquier formalización rígida y cerrada.
El
mathema es como una ‘matriz de inteligibilidad’ que permite concebir, captar, o
aprehender cualquier cosa.
Lamento que un exceso de ‘formalismo’
cristalizado y de lógica, en detrimento de la intuición eidética con su total
‘flexibilidad’, por parte de muchos profesores de matemática, hayan transformado en algo ‘difícil de aprender’ –y poco menos
que una “tortura”- la enseñanza (o ‘máthesis’) de esta bellísima y
maravillosa “Ciencia de las Ciencias”, cuyo
significado mismo es ‘aprender’.
Pero, a pesar de ello, la verdad sigue siendo que si alguien ‘concibe’ algo, lo hace a través
de mathemas, que son los que nos posibilitan el deleite intelectual de ‘inteligir’
todo y cualquier cosa, en particular, en la Astrología.
Hasta en la Filosofía, para concebir
las ideas filosóficas más profundas y abstractas se debe recurrir a mathemas. Como
es bien sabido, la palabra ‘matemática’ deriva del verbo griego “manthánein”,
que significa, “aprender” o “aprehender”
(con, y sin, la letra ‘h’), “entender”, “captar”. Es un término que –como la
palabra ‘filosofía’, o ‘amor a la sabiduría’- se dice que acuñó Pitágoras de Samos. Este “aprehender” o
‘tomar’, es un “tomar conocimiento”, “tomar conciencia”, de algo muy profundo
que de alguna manera tiene que evocar una verdad en nosotros, algo que, en el
fondo, ‘ya sabíamos, inconscientemente, desde siempre’. Por eso la matemática aprendida de memoria, no es matemática verdadera.
No hay ahí un ‘aprendizaje’ verdadero.
Si uno quiere entender las relaciones entre el todo y la parte,
por ejemplo, una importante cuestión filosófica, es fundamental poder ‘captar’
–entre otros-:
1) El mathema de la “cardinalidad”. En particular, hay que darse
cuenta de que hay ‘la misma cantidad’ de números pares (2, 4, 6, 8…) que de
números naturales (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8,…). Fíjense, tenemos los ‘números
naturales’: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho. Decimos que
“dos, cuatro, seis, ocho, …, son pares, los otros no, son impares”. Entonces los voy a contar,
¿cuántos son los pares que nombré? Un primer par, un segundo par, un tercer par,
un cuarto par, etc. ¿Se dan cuenta? Yo puedo contar -usando todos los números naturales- los números pares. ¿Y
qué significa “contar”? Es poner en correspondencia
biunívoca o ‘1 a 1’ dos conjuntos de cosas. Si yo quiero saber cuántas
ovejas tengo, le hago corresponder a cada oveja uno de los dedos de mi mano: y
si uso todos los dedos de una mano, entonces concluyo que tengo cinco ovejas.
Análogamente uno puede hacer una correspondencia biunívoca entre los números
pares y los números naturales (todos, los pares y los impares). Sin embargo los
pares, son “la mitad”, uno diría. Son menos.
El conjunto de los números pares es un subconjunto propio del conjunto de todos
los números naturales. Sin embargo, tienen la misma cardinalidad, representan
la misma cantidad del 'infinito numerable' (hay 'infinitos no numerables', como explico más abajo). Eso es un mathema.
Por si aún no lo entienden. ¿Qué es
eso de la cardinalidad o 'número de elementos'?
Bueno, probaré con el “Hotel de
Hilbert”. Se lo voy a explicar de este modo. Hay un Hotel (imaginario) con
infinitas habitaciones. Cada una de ellas tiene un numerito arriba. Supongan
que el hotel está lleno de gente, y viene una persona más. Veremos que, a pesar
de que el Hotel esté lleno, siempre cabe uno más. Viene esa persona y me dice
“¿Oiga me daría una habitación?” Entonces el Sr. Hilbert dice por altavoces “la
persona que está en la habitación n,
haga el favor de correrse a la habitación n+1” . Todos se corren, el que estaba en la habitación
uno pasa a la dos, y queda la habitación uno, libre. Todos siguen estando en el Hotel de Hilbert. Si cualquiera de nosotros al infinito le saca uno, sigue siendo infinito. Si
hubiera dicho: “la persona que está en la habitación n, haga el
favor de correrse a la habitación 2n”…
¡Hubiera liberado las infinitas habitaciones
impares! Siempre pueden incorporarse no sólo una, sino infinitas personas más.
David Hilbert (1862-1943) Matemático alemán. Hizo grandes contribuciones que resultaron tener aplicaciones fundamentales para la Física Cuántica y la Teoría de la Relatividad General |
Así como hay infinitos números
naturales, también hay infinitos números pares, y esos ‘infinitos’ tienen la
misma ‘cardinalidad’.
Hay también, 'infinitos' tipos de 'finitud' (está
la finitud de los conjuntos que tienen un
elemento, que tienen dos, etc.) que
no se pueden poner en correspondencia “uno a uno” o biyección. Por ejemplo, un conjunto de tres elementos no se puede
poner en biyección con uno que tiene cinco.
Del mismo modo hay 'infinitos' tipos de 'infinitud'. Está la infinitud
numerable de los números naturales o pares, y está -por ejemplo- la infinitud no numerable del conjunto de los puntos de una recta, por ejemplo. Es no numerable, pues la recta es un 'continuo' de puntos (y entonces, dado un punto cualquiera, ¿Cuál es 'el punto que le sigue' ?). Que esto es así, lo demostró Georg Cantor, el “Padre” de la
Teoría de Conjuntos, en el siglo XIX.
Georg Cantor (1845-1918) |
2) El mathema del holograma: “El todo que se
puede envolver en cada una de sus partes”. Esa es otra importantísima relación
entre el todo y sus partes, detrás de eso hay un mathema. Está ahí
actuando lo que se llama el producto
de convolución, que consiste en “envolver juntas” dos funciones.
Al ‘holograma’
lo descubrió primero en forma puramente matemática, el inglés Denis Gabor, en
1947, y trece años después, el descubrimiento del láser hizo posible convertirlo
en una realidad. Pero ya había sido previsto e ‘inteligido’ por él.
3) Finalmente,
hay mathemas donde el Todo y la Parte marchan juntos. ¡Son muy usados en la Física Cuántica, y en el ‘Yoga Integral’ de Sri
Aurobindo! Y no hay contradicción,
porque cada 'Parte' mantiene una ‘conexión
no local’ con las otras Partes y con el Todo –como la música de cada instrumento
en una orquesta-. Decía Aurobindo que nosotros somos centros individualizados de conciencia (Partes), en íntima e
indisoluble ‘comunión’ con ‘nuestro prójimo’, o los ‘otros’, y sin embargo, también somos la Conciencia Universal (el Todo).
¿Cómo es posible entender completa
y correctamente la relación entre el todo y las partes sin estos mathemas?
Hay 'Mathemas' en la base misma de cada disciplina y quehacer
Les di tres ejemplos de mathemas nada más, hay infinitos. Del mismo modo en que para poder
aprender y aprehender, completamente y en realidad, este problema filosófico,
independientemente de qué postura tenga yo con respecto a la Ciencia, y tanto si me interesa
la Matemática como si no, está el
hecho de que, para poder
aprehender algo, es necesario primero, disponer del mathema necesario para su aprehensión.
La cuestión es poder 'aprehender los
mathemas' que ayuden a comprender mejor la Astrología, así como con los mathemas apropiados se puede aprender bien la Filosofía, o la Biología, o la Física. Por eso la Matemática era una
Ciencia tan especial en la antigüedad, y Platón había hecho poner a la entrada
de su Academia: “Nadie entre aquí si no sabe Geometría”.
La matemática profundizada hasta el
nivel de los mathemas y su simbolismo, puede ayudar a hacer una mejor práctica
astrológica. Esa es mi íntima convicción. Lo demás,
es decir, si la comunidad científica académica va a re-pensar y rescatar lo
astrológico tal como fue en la antigüedad o no, es sólo cuestión de tiempo.
¿La Matemática fue 'inventada'?
Otro
asunto, que conviene aclarar, es el del ‘origen’
o ‘génesis’ de los mathemas. Hemos de inquirir en lo absurdo o falto de sentido que tiene el preguntarnos cuándo ‘comenzó’
la Matemática en sí misma (sí, en cambio, tiene sentido e interés su aparición en
la historia humana, desde luego). Si nos preguntamos con quién o cómo se inició la
Matemática... ¿Se inventó, ante todo? ¿Un hombre inventó la Matemática ? ¿Cuántos
ojos tenía ese supuesto hombre que podría haber inventado la Matemática? Dos. Y además seguramente tenía simetría
bilateral y el ombligo en proporción áurea, como muestra la Matemática que sucede en todos los seres humanos. ¡Si lo vemos así, me temo
que el “supuesto” inventor de la Matemática, seguramente ha plagiado a ‘Alguien’!
Es inconcebible pensarlo. ¿Se dan cuenta? La Matemática es previa al hombre. ¡El Universo es matemático!
Por otro
lado, la Matemática ,
por ejemplo, los fractales tienen una complejidad tal, que el mismo Benoit
Mandelbrot –descubridor de los fractales- decía: “Yo no me inventé
esto que me atribuyen a mí, ¡No tengo tanta imaginación! Lo descubrí. En
determinado momento sentimos que “nos habíamos topado con un gran oso”, en la IBM de Nueva York, por la
década de los ochenta.”
Los
fractales son ‘objetos matemáticos’ (y mathemas) que tienen una increíble
riqueza estructural en infinitas escalas y una complejidad tremenda, a pesar de
la simplicidad de las reglas de su formación. Algunos, como el “conjunto de
Mandelbrot”, están hechos simplemente multiplicando números complejos y sumándolos.
Ni siquiera hace falta aplicar logaritmos, ni exponenciales, ni seno o coseno.
Simplemente multiplicar y sumar, sólo que repitiendo ambas operaciones
muchísimas veces.
El fractal más famoso: el Conjunto de Mandelbrot |
Lo
matemático, evidentemente, es un misterio ya de por sí.
¿Cuál es el origen ontológico de la matemática?
La ontología es una rama de la Filosofía que se pregunta por el ser en sí, de algo. Esta palabra deriva del griego : 'onto' deriva de 'ente'; 'logos' es el estudio, la reflexión, en este caso acerca del ente o ser de algo. Por lo tanto, si nos preguntamos por el origen de la matemática como ente en sí, por su existencia, nos hallamos ante un problema filosófico muy profundo. Los matemáticos mismos no nos ponemos de acuerdo sobre cuál es. Yo creo que no tiene sentido pensar que “esto empezó a ser cierto desde un momento en adelante”. Pero si esto es así, entonces en ocasión del Big Bang, lo matemático ya estaba presente. Incluyendo el conjunto de Leyes Naturales. No estaría el “tejido espacio-temporal” tal como ahora lo percibimos, pero sí “estaban” los mathemas que los hicieron posible.
¿Cuál es el origen ontológico de la matemática?
La ontología es una rama de la Filosofía que se pregunta por el ser en sí, de algo. Esta palabra deriva del griego : 'onto' deriva de 'ente'; 'logos' es el estudio, la reflexión, en este caso acerca del ente o ser de algo. Por lo tanto, si nos preguntamos por el origen de la matemática como ente en sí, por su existencia, nos hallamos ante un problema filosófico muy profundo. Los matemáticos mismos no nos ponemos de acuerdo sobre cuál es. Yo creo que no tiene sentido pensar que “esto empezó a ser cierto desde un momento en adelante”. Pero si esto es así, entonces en ocasión del Big Bang, lo matemático ya estaba presente. Incluyendo el conjunto de Leyes Naturales. No estaría el “tejido espacio-temporal” tal como ahora lo percibimos, pero sí “estaban” los mathemas que los hicieron posible.
Evidentemente, hay alguna relación entre
“math” y “Mahat”, como la ‘Mente Universal’ en el pensamiento de la India. La
Mente Universal sería el “Cosmos Noeticós” o “Inteligible” de Platón, el Arjé o “Arca” conteniendo todas las
Ideas, los Arquetipos, Mathemas y Mythemas. Esto resulta muy parecido a las
Ideas platónicas. De hecho, en el siglo XX, ha habido grandes matemáticos, y
uno de los más brillantes fue Kurt Gödel,
de origen austríaco, autor del "Teorema de Incompletitud de Gödel" (que
ha dado mucho que hablar y sigue dándolo). Gödel se confesaba platónico. Decía:
“yo creo que hay tanto derecho de hablar de “entes matemáticos” (números,
círculos, rectas, fractales) como de ruedas, mesas y sillas”. Es decir, podríamos abordar esta pregunta por 'los entes matemáticos, y por la existencia en sí de la Matemática, desde la fenomenología de Husserl o,
si nos atrevemos, desde un punto de vista aún más platónico. Desde esta última perspectiva platónica, los mathemas no
están en la dimensión temporal.
Arquetipos: Mathemas y Mythemas
Los Arquetipos, 'moldes primarios' que organizan lo concebible y nuestra experiencia , y que según Jung constituyen lo Inconsciente Colectivo en sí mismo, tampoco son temporales en su Fuente. Éstos se nos presentan de dos modos: como mitologemas (o ‘mithemas’), o bien como 'mathemas'. Esto se relaciona con la conocida dualidad 'mythos' y 'logos'.
Retomando el tema de la Astrología y los mathemas, observamos que hasta ahora, la comprensión (no los cálculos) en Astrología se ha manejado -esencialmente- con 'mithemas'. La idea que les propongo, es poder ayudarse y valerse también de mathemas para entender mejor lo astrológico, y no sólo valerse de éstos para calcular, cosa que siempre se ha hecho. Es decir, no usar en la práctica de la Astrología sólo mitologemas, o sólo psicología –como está de moda- sino introducir también mathemas. Ayudando así al lenguaje, y dando nuevas “matrices de inteligibilidad” para concebir relaciones, otros modos de vinculación o religación, entre todos los elementos que conforman ‘el saber astrológico’. De paso, éste último ‘saber’ siempre va actualizándose (como debe ocurrir en toda ciencia que se precie), desde los brahmanes a los chinos, desde los sumerios y caldeos hasta los egipcios y griegos, y desde Ptolomeo hasta Dane Rudhyar…
Retomando el tema de la Astrología y los mathemas, observamos que hasta ahora, la comprensión (no los cálculos) en Astrología se ha manejado -esencialmente- con 'mithemas'. La idea que les propongo, es poder ayudarse y valerse también de mathemas para entender mejor lo astrológico, y no sólo valerse de éstos para calcular, cosa que siempre se ha hecho. Es decir, no usar en la práctica de la Astrología sólo mitologemas, o sólo psicología –como está de moda- sino introducir también mathemas. Ayudando así al lenguaje, y dando nuevas “matrices de inteligibilidad” para concebir relaciones, otros modos de vinculación o religación, entre todos los elementos que conforman ‘el saber astrológico’. De paso, éste último ‘saber’ siempre va actualizándose (como debe ocurrir en toda ciencia que se precie), desde los brahmanes a los chinos, desde los sumerios y caldeos hasta los egipcios y griegos, y desde Ptolomeo hasta Dane Rudhyar…
Dane Rudhyar (1895-1985) |
Mithemas, Mathemas , y prediccción o probabilidad
Una Astrología fatalista, se lleva muy bien conla Física Clásica vieja,
porque ya con la Física
Clásica actual, no va. Y esto es así desde que se sabe que existe el
caos determinista, es decir, el mathema del caos determinista. Consideremos los fenómenos climáticos,
por ejemplo. Hay ecuaciones que se pueden hacer para modelitos sencillos “de
juguete” del clima, pero que se sabe que
conducen al caos determinista.
Es decir, son ecuaciones deterministas, pero que tienen un horizonte de
predictibilidad (funciona muy limitadamente), y después ya la visión es
totalmente inexacta. Por eso siempre escuchamos lo que va a pasar en relación
al clima de acá a cuatro días. Después de eso...
no dice nada más el pronóstico, porque ese es el ‘horizonte de predictibilidad’
que hay, y aún en éste, a veces se equivocan. No es porque sean malos
meteorólogos, sino porque la matemática subyacente en la meteorología, obliga a
eso.
Una Astrología fatalista, se lleva muy bien con
No se puede predecir con certeza lo
que va a hacer un electrón. Uno puede dar sólo probabilidades. ¡Imagínense con
un ser humano! ‘Probabilidad 1 (uno)’ es “casi” certeza, ‘probabilidad 0 (cero)’
es “casi” certeza de que no va a
ocurrir, o sea que en el fondo, las probabilidades son más abarcativas que “la certeza
determinista”.
Aprovecho para contarles algo
que postergué hasta hoy. El azar que
aparece en la Física Cuántica, es un
azar que depende del estado. Esto es muy importante, es un mathema. Esto
tiene que ver un poco con el ejemplo del “timbero”. Si estás en perdedor, no es tu momento para ir a ningún “juego de
azar”.
En las fórmulas de la
mecánica cuántica, las propiedades de observar algo en una medición, dependen
del estado, lo cual significa que “son dados cargados”. No sólo es que Dios juega a los
dados (para decirlo ‘a lo Einstein’) sino que juega a los dados con dados cargados. ¿Qué carga al dado?
El estado. Y en la analogía con lo
psicológico, el estado del 'sistema', se relaciona con 'nuestro estado anímico'. Por lo tanto, esto influirá, y mucho, por ejemplo, en la hermenéutica de los tránsitos astrológicos.
Astrología y Ciencia
Jung, fue uno de los primeros que
hizo experimentos científicos con la Astrología (con alrededor de cuatrocientas parejas, utilizando los aspectos que podrían llegar a unirlos; tomaba el Sol, la Luna ,
Marte, Venus y el Ascendente). Él terminó por dudar de los resultados porque temía que la
introducción de la intencionalidad pudiera haber influenciado los resultados. Es decir, se daba cuenta, intuitivamente, que eso podía ocurrir.
Sin embargo, son muchos los que
sostienen que la Astrología es una “semi-ciencia”,
o incluso una “pseudociencia”. En mi caso, si
bien considero a la Astrología como ‘Ciencia’ en el sentido ‘antiguo y
profundo’, tal vez no necesita o no le convenga aspirar a la validación del
‘método científico’ –por lo menos, en el sentido tan ‘cerrado’ y ‘duro’ que se
le da actualmente-. No hay que caer
en el grosero error, desgraciadamente tan frecuente hoy en día, de identificar
a la ‘Ciencia’ (en el sentido moderno) con el ‘Cientificismo’. Es decir, la
Ciencia llega a ‘confirmar’ (por ejemplo, experimentalmente) sus ‘teorías
científicas’ vía un ‘método científico’
que tiene sus reglas. Y eso, si no prestamos atención al epistemólogo austríaco
Paul Karl Feyerabend, quien escribió un famoso libro (“Against Method”), donde niega su existencia, y da notables ejemplos de descubrimientos ‘científicos’ que se
hicieron porque, justamente, no se siguieron los protocolos de ese ‘supuesto
método’. Él decía que “si bien el anarquismo
había demostrado no ser bueno a nivel político, tal vez no era tan malo a nivel
epistemológico. Tenemos que dejar competir a Charles Darwin, con
el Génesis y el Poimandros del
hermetismo egipcio. Que compitan sanamente, sin hacer trampas”.
Pero, aún si dejamos de lado esa
posición tan extrema (del ‘anarquismo epistemológico’ de Feyerabend), ello no
significa que ése sea el único método
para acercarse a las ‘verdades’ (o ‘afirmaciones confiables’) de todos los tipos. Tal vez la antiquísima
Astrología acceda a un tipo de
conocimiento o de ‘Gnosis’, que puede
ser ‘verdadero’ (o, si lo prefieren, ‘inteligible’ y ‘confiable’), por otra vía,
percatándose de ese ‘conocimiento’ de un modo diferente.
En todo caso, considero que hoy la
Ciencia, tiene las herramientas necesarias como para presentarnos y ayudarnos a
comprender la Astrología, como un saber de gran nivel, de una complejidad
superior. ¿Entonces, puede la
Astrología ser explicada desde la Física Cuántica ? ¡No!
Eso sería hacer un reduccionismo. Por eso, mi
intención no es hacer un reduccionismo de la Astrología a la Física. Ahora
está muy de moda hablar de las “Teorías
de Todo” (TOE´s en inglés: “Theories of Everything”). Bueno, la Cuántica no
es una teoría de todo. Hay muchísimas cosas que deja por fuera de su
ámbito.
Mi intención es la de promover un diálogo interdisciplinar para beneficio de
todos. Además, sería como recuperar para la Astrología el lugar epistémico que
tuvo desde un principio y que fue perdiendo con el paso del tiempo. A mi juicio,
no puede acusársela de pseudociencia, porque de hecho lo que hoy es Ciencia, (Astronomía y Astrofísica) surgieron de lo que en
un primer momento fue la Astrología y los datos astronómicos a ella asociados, junto
con los cálculos matemáticos que requería. Entonces, más bien sería ‘volver
a unir’ algo que se separó, por diversos avatares de la historia.
Sir Isaac Newton, considerado uno de los
físicos más grande de todos los tiempos, también
era astrólogo, alquimista y cabalista. Hoy se conocen todos los libros que
tenía Newton sobre Alquimia, incluso se cree que se murió por probar mercurio y
excesivas cantidades de productos químicos, en su práctica alquímica.
Como dijo el conocido economista del
King College de Cambridge, John M.
Keynes (1883-1946), que tuvo acceso a toda la Obra y correspondencia
privada de Newton, él no fue el “primer científico positivista”, que nos tratan
de hacer creer en la escuela, sino “el último de los magos” [los astrólogos caldeos].
De hecho, si la nueva Astrología (que no es la misma que la del “Tetrabiblos” de Ptolomeo, ni que la
medieval, ni que la renacentista…) les aporta algún tipo útil de “conocimiento”
o episteme, es porque ha crecido con
muchos aportes provenientes de la Psicología, la Antropología, la Biología,
etc.
Uno puede y debe aprovechar lo quela Humanidad ha podido
aprender en el campo de la
Ciencia moderna, la nueva visión, los nuevos paradigmas, para
ayudar, con los nuevos mathemas, a poder concebir lo astrológico de un modo
nuevo o renovado. Y de alguna manera, la Ciencia genera nuevas perspectivas. Las teorías son visiones, son puntos de
vista. Por eso nunca habrá una ‘Teoría de Todo’ (TOE), porque no se
puede ver ‘todo’ a la vez: si vemos una naranja y sus gajos y semillas, no
podemos, simultáneamente, ver sus átomos y los astros… A través de esas nuevas
visiones (en plural), uno puede tener una re-visión y re-novación de lo
astrológico que puede ayudar ¡Y mucho!
Uno puede y debe aprovechar lo que
Por ejemplo, comprender esto que
decíamos: “determinismo lineal o no lineal”. Uno puede entender mejor esta complejidad, aprendiendo acerca del
“determinismo caótico” en los sistemas clásicos y del “determinismo cuántico”,
a través de la incerteza, y la probabilidad, con las leyes acausales y todo lo
que implica una ley acausal, la comprensión de la sincronicidad de Jung, etc.
Considero que ello podría hacer plausible la Astrología para una
gran masa de intelectuales, que hoy en día se niega a lo astrológico por
prejuicios ya “anacrónicos”. ¡Hemos de mantenernos “actualizados” hasta
en nuestros prejuicios! Por lo demás, todo esto que digo está aún en un plano
exploratorio. No hablo desde ninguna “certeza” delirante. Sencillamente,
estamos tratando de comprender la
Naturaleza , el mundo, la vida.
Necesidad de un diálogo entre la Ciencia, la Filosofía y la ‘Espiritualidad
Transreligiosa’
Un poco se trata también de
“enderezar la historia de la
Ciencia ” que se ha 'retorcido'. A mí me interesa -como científico- que la Ciencia no se aparte
indebidamente, y por confusos motivos ideológicos, del sendero de la verdad
histórica. Esta desviación tiene graves riesgos, y produce efectos de largo
alcance en la sociedad, en la libertad. “La
ciencia en una sociedad libre”, es otro de los libros de Paul K. Feyerabend, el antes mencionado epistemólogo todavía
más radicalizado que Thomas Kuhn. El comenta, justamente, todo lo
‘inquisitorial’ que se ha hecho con la Astrología -a pesar de que,
posiblemente, a él no le interesaba particularmente-
Hay ciertas
cosas muy interesantes del Génesis, si lo vemos con ojos modernos, por ejemplo,
desde la Teoría del Big Bang. Entre los griegos, por ejemplo Aristóteles, creía que el Universo era eterno y siempre igual,
girando en torno de la Tierra y siempre movido gracias al ‘Motor Inmóvil’.
Nunca había comenzado y nunca terminaría. Pero en el Génesis bíblico, el Universo surge
de un “fiat lux” (“hágase la luz”), y
la luz se hizo en el primer día.
Ahora bien, el Sol y la Luna, las luminarias mayor y menor, son creadas recién
en el cuarto día. Entonces uno se
pregunta: ¿Cómo, si el Sol y por lo tanto también las estrellas, se formaron en
el cuarto día, aparece la luz en el primero? Ahí hay como una contradicción.
Uno dice “no hay que ser literal con las escrituras, ya que en ellas hay mucho
que es mítico y simbólico”. Sin embargo, independientemente de los simbolismos ‘extra’
que pueda haber (y los hay), la moderna Cosmología nos dice que efectivamente,
al principio hubo un caldo de materia y radiación a altas temperaturas, y a
unos trescientos mil años del Big Bang (casi “simultáneamente” con el Big Bang,
para lo que son los tiempos cosmológicos) la luz se separó de ese caldo y a
partir de ahí vemos hoy en día, el
Universo. Cuando miramos la noche vemos las estrellas y un fondo oscuro. Lo
mismo le pasa al Hubble cuando mira, hay un fondo oscuro. Este fondo oscuro, hoy sabemos en Física,
tiene que ver con esos trescientos mil años del Big Bang, donde no se emitía
radiación. Por eso nosotros no lo podemos ver, ni lo puede ver un satélite
tan poderoso como el Hubble.
El telescopio espacial Hubble (Puesto en funciones en 1990 y funcionará hasta el 2018) |
Es sabido
que la Teoría del Big Bang surgió de relacionar los agujeros negros con la
cosmología. Pues bien, actualmente hay nuevas teorías sobre los agujeros negros,
y por ende, también cosmológicas que afirman que, si bien el Universo es eterno, lo que vemos hoy es ‘el último de los infinitos
Big Bangs’ que han ocurrido, los cuales no han tenido un comienzo ni tendrán un
final.
Toda la Cosmología moderna, y la Ciencia necesitan un
sentido. Yo creo que la
Ciencia sola es el equivalente de un hombre que no sabe dónde
está el Norte ni donde está el Sur. Vive en un punto pero está sin la brújula.
El significado, el sentido, es lo que nos da “un Norte” en la vida. Eso hace
que la Ciencia necesite de algo más. El científico se “autolimita” para poder
hacer su Ciencia y tener sus corroboraciones experimentales. No se da cuenta de
que, al hacerlo, también limita lo que puede llegar a conocer. Sin embargo,
muchas veces extrapola incorrectamente, sacando conclusiones en campos que están fuera de aquél al
cual él se auto-restringió. El problema
no está en lo que se afirma, sino en lo que se niega. Este creo yo que es
el gran problema que hay con la
Ciencia y también con las religiones. Muchas veces el problema –por lo general- no está tanto
en lo que dice de sí cada religión, sino en lo que niega de las otras.
Me parece
que estamos en un momento en el que los bordes entre lo que es especulación
científica y lo que es filosofía y lo que es espiritualidad, están muy borrados.
Yo les diría incluso que ya han reventado, si tengo que ser sincero.
Eso de que “hasta acá es Ciencia, y
desde acá es Filosofía”, debe ser revisado. Hay
teorías científicas cosmológicas que cuentan con más datos experimentales sobre
el cosmos, de los que se tienen sobre el átomo de hidrógeno, y que podemos
explorar cómodamente en un laboratorio. Son tantos los datos que todavía no se
han podido procesar. De acá a diez años vamos a poder saber.
En una Ciencia teórica y
experimental, como es hoy la Cosmología, hay teorías sobre Universos paralelos
que –posiblemente- nunca vamos a poder constatar. Eso está fuera de la
constatación experimental ‘efectivamente posible’. Alguien de principios de
siglo XX hubiera afirmado que eso –por definición- es Metafísica. Se enseña lo
que pasa dentro del horizonte de eventos de
un agujero negro, en un curso de Relatividad General. Ahora yo me pregunto:
¿Quién podría salir de dicho horizonte de un agujero negro para poder
confirmárnoslo? La misma teoría nos da la respuesta: ¡Nadie!
Hay también muchos casos registrados
de gente que estuvo con electroencefalogramas chatos, que pareciera que
“vuelven de la muerte” y empiezan a contar sobre la experiencia en el túnel, de
una luz que ven, pero muchos científicos no quieren considerarlos seriamente.
Se niega porque se prefieren otras explicaciones menos audaces, como que son
acciones del cerebro (…) se reducen a lo viejo, a lo que ya conocemos. Pero en
el fondo -dice el común de la gente- nadie volvió de la muerte como para poder
hablar y decirnos algo sobre ella. Yo les aconsejo que se informen de los casos
que volvieron de un prolongado coma profundo. Aceptamos que no sabemos qué
ocurre después de la muerte, porque nadie vive para contarlo. Ese tema
pertenece al ámbito de ‘la Fe’, o de la especulación metafísica. ¿Ahora bien, qué pasa dentro de un agujero negro? Eso sí puede “contarlo” la ecuación
relativista de Einstein, y eso –supuestamente- es Ciencia. Uno está haciendo “Ciencia Fáctica” con cosas que no pueden ser
contrastables experimentalmente y sobrevivir para comunicarlas. ¿Dónde
termina la Ciencia
y comienza la Metafísica ?
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