Simbolismo del Mago, Año Nuevo Maya
(Parte 1)
Por Patricia Fernández Acosta de Ordóñez
Los
‘stellia’ del 2013 y el Año ‘Mago (Ix)’ Maya
Durante el solsticio de verano del 2012 –verano
para nuestro hemisferio sur-, en que los astrólogos mayas habían pronosticado
el inicio de un período del “NO TIEMPO”, hubo un gran desconcierto entre
nosotros. ¿Qué habían visto los mayas y se nos escapaba a nosotros? Sabemos que
eran excelentes astrónomos/astrólogos, y que algo nos estaban señalando.
Efectivamente era así.
Apenas pasado ese solsticio famoso, a comienzos del
año siguiente, en el 2013, se produjeron seis agrupaciones planetarias extraordinarias
–conjunciones de más de cuatro o cinco planetas que los astrólogos denominamos
‘stellia’ (en latín, plural de ‘stellium’)-, los cuales caían o se daban en
signos sumamente significativos… (Piscis, Acuario, Aries, Tauro, Géminis,
Cáncer, y hacia final del año, el último stellium se dio en Capricornio).
Ese año, a partir de Julio en nuestro calendario
gregoriano, para la astrología maya, comenzaba el año
SEMILLA (Kan). Luego vendría el año LUNA (Muluk), y ahora comienza el año MAGO (Ix).
Para entender las enormes implicancias de esta sucesión: último solsticio del 2012→Año Semilla→ Año Luna→ Año Mago, en el actual
período planetario, debemos prestar atención a esos stellia absolutamente
singulares (por lo menos para nuestra humanidad actual).
Dwal
Khul, un monje Tibetano que expresó ciertos conocimientos sobre Astrología espiritual
a través de Alice Bailey, relacionó a los doce signos zodiacales con ciertas
Vidas (y su expresión en la diversidad) que animan al Cosmos en el cual
existimos.
Nos enseñó que siete (7) de esos signos en un nivel microcósmico se
relacionan con los siete chakras conocidos, distribuidos a lo largo de la
columna vertebral y la cabeza. Y que en un alcance macrocósmico se relacionan
con ‘Vidas’ que cualifican el Cosmos manifestado.
Podemos
preguntarnos: ¿Qué sucede con los cinco (5) signos restantes de esos doce (12)? El Maestro Tibetano nos responde
que están relacionados con dimensiones macrocósmicas inmanifestadas. Hoy,
siguiendo el concepto de David Bohm, físico estadounidense, podríamos denominar
a las ‘dimensiones inmanifestadas’, ‘órdenes de implicación o plegamiento’.
Siguiendo la analogía, en un nivel microcósmico se vinculan a cinco (5) centros
de energía o chakras que algunos videntes ubican por encima de la cabeza de los
seres humanos.
Entonces,
desde esta perspectiva, el zodíaco puede dividirse en dos categorías:
- Signos que aluden al universo y al hombre manifestado.
- Signos que resuenan con dimensiones de ‘más allá del mismo’. (El Tibetano, a estas cinco tipo de Vidas Sagradas las denomina ‘Vidas Liberadas –de Piscis a Géminis- y ‘al borde de la liberación’ –Cáncer-).
La
relevancia de esos stellia es que se dieron en esos cinco (5) signos que
señalan a los
órdenes de plegamiento o inmanifestación (desde Piscis a Cáncer).
En rigor, Dwal Khul afirma: “Cáncer está a punto de la Liberación”. Y hace de
puente entre lo manifestado y lo no manifestado. Por eso muchas veces lo
denomina, el signo de “la Puerta de entrada a la Manifestación”.
Oportunamente
escribimos un artículo en el 2013 acerca de la trascendencia de estos stellia.
En él remarcábamos que fueron singulares porque los planetas implicados en cada
una de estas grandes conjunciones de planetas se relacionaban estrechamente
–eran regentes exotéricos, esotéricos o jerárquicos- del signo en el cual se
daba el stellium.
Lo
importante a resaltar es que ese Cielo manifestaba un Orden, un Sentido, y una
Potencia Germinal realmente impactante, impresionante, deslumbrante. Solía
decirle a los conocidos: -‘Parece un año
en el cual un Gran Agricultor Cósmico está arando la tierra y diseminando
semillas en diferentes niveles del humus.’
Ese
año de los ‘stellia’ fue precisamente el ‘Año
Semilla Amarilla (Kan)’ para los mayas. Si bien sabemos de la repetición
cíclica de los sellos mayas, éste, sin duda fue un Año Semilla muy especial.
Fue el que siguió al famoso solsticio que anticipó los stellia. Verdaderamente
fue un año Simiente. Semillas Nuevas portadoras de la energía de la Nueva Época
entrante – Acuario-, fueron difundidas en ese momento.
Al
año siguiente, durante el período del sello ‘Muluk (Luna Roja)’, la tarea consistía en recepcionar esa
información
potencial en germen (que había sido liberada el año anterior), y brindarle
el amparo y la nutrición necesarios para que la misma fuera tomando sustancia;
es decir, que esas simientes liberadas desde planos no visibles y arupa (sin
forma) pudieran ir asimilando sustancia (brindada por el año Luna) para
eventualmente poder manifestarse en algún momento. Como sabemos, una de las
funciones simbólicas de la Luna es la nutricia o maternal: alimentar, cobijar,
proteger y estimular el crecimiento de una vida en germen, es decir,
posibilitar que esa información que se encuentra plegada o implicada vaya pasando
a órdenes de manifestación cada vez mayores… Y así llegamos al ‘Año Mago Blanco (Ix)’.
Año Mago Blanco (Ix)
Desde el famoso solsticio del 2012 y los stellia 2013, este
Año ‘Mago – Ix’, es el número tres (3), número que simboliza una totalidad “manifestándose”
pero en un plano ideal. ¿Qué queremos decir con esto? Con el uno (1) o con el
dos (2), por ejemplo, no podemos construir ninguna figura geométrica, es recién
con el tres (3) que aparece la primera figura ‘ideal’: el triángulo. No es
azaroso que las Cosmogonías religiosas dispongan siempre de una Trinidad
inicial o primigenia (Osiris-Horus-Isis,
Shiva-Vishnú-Brahma, Padre-Hijo-Espíritu Santo, etc.). Esa Trinidad dará origen
y sustento a la Creación (o manifestación), aunque se encuentra más allá de
nuestros cinco sentidos: Es la fuente de la creación constante, sin embargo, no
es la Creación ‘culminando’.
De modo análogo, llegado el Año Mago, nos
encontramos con una trinidad inicial en
la cual, la simiente sin forma aunque plena de información (Año Semilla y Año
Luna), dispone ahora de una forma incipiente, aunque ésta pertenezca sólo al
plano ideativo. El Mago, justamente se encuentra en ese punto de conexión entre
lo ideativo –aunque aún no visible- que busca la manifestación concreta –visible—.
Es decir, con el Año Mago están consteladas las
condiciones para que esa energía-información que empezó su proceso hacia la
manifestación en el Año Semilla, empiece ahora a tomar forma. Como la era de
Acuario dura 2000 años, este proceso se irá dando en círculos y círculos de
expansión creciente, tal como sucede por analogía en la existencia de un ser
humano, o de cualquier otra vida.
Comenzamos el artículo explicando condiciones
macrocósmicas singulares que obviamente van correlacionadas con condiciones
microcósmicas que las acompañan. Pero es importante ser conscientes de que estamos
presenciando un proceso de venida acelerada a la manifestación de energías
simientes inéditas. Esto irá trayendo rápidos cambios macro y microcósmicos.
Aparecerán nuevas exigencias físicas, emocionales y mentales, en estos Nuevos
Tiempos entrantes. Y estas nuevas exigencias vendrán acompañadas con modificaciones
energéticas y vitales surgidas de esta nueva información en despliegue. Así
como decíamos que los stellia sembraron simientes desde cinco (5) planos u
órdenes plegados y no visibles que se vienen abriendo paso hacia la expresión
objetiva y subjetiva; del mismo modo estamos atravesando, según mi parecer, un
proceso de cambio en la circulación energética humana. Los cinco (5) chakras
que se encuentran en el coronario y por encima de él, están produciendo cambios
en el chakra corona (asociado a la glándula pineal), y desde allí, como en
cascada exigirán progresivamente cambios en los siete (7) centros de la cabeza
y en los siete chakras tradicionales, trayendo a la manifestación un nuevo tipo
de seres humanos más acordes a los requerimientos de Gaia y del Sistema Solar.
Agradezco a Adolfo R. Ordóñez por su buena disposición de siempre y sus sugerencias tan atinadas!
Mgrs Patri. Como siempre muy acertado e ilustrativo la explicacion de los cambios que todos estamos viviendo.
ResponderEliminarGracias a vos, Guille, por tu amable comentario.
ResponderEliminar