Luna Llena de Escorpio con Perigeo
Patricia Fernández Acosta
Durante esta Luna Llena, ya
famosa por su acercamiento a la Tierra, sentiremos mucho más fuertemente la
propuesta del eje Escorpio/Tauro, tanto en lo individual como en lo colectivo y
en lo grupal.
Escorpio es un signo poco
apreciado por la masa y bastante deconocido. Sin embargo, sus dones y riquezas
son abundantes. Quien se anima a bucear en sus profundidades puede salir de
esta fase de experiencia zodiacal
transmutado, alquimizado, renovado… para bien. El problema es que no siempre decodificamos como ‘Bien’
aquello que es realmente terapéutico para el despliegue integral del Ser. La Personalidad, cara externa de la vida anímica
en la cual nos reconocemos e identificamos, suele resistirse al abrirse a dimensiones
intangibles para los sentidos físicos, así como se niega a recibir aquello que
nos sana desde las raíces. La apertura y recepción incondicional de otro orden –no manifiesto,
plegado- que nos requiere Escorpio, es
vivido por la Personalidad como una especie de muerte o desafío terminal. Y
generalmente la respuesta que da a la propuesta anímica escorpiana es: Reforzar
los mecanismos defensivos de control (manipulación, descalificación,
omnipotencia/impotencia, etc.), junto
con el incremento del miedo y de las
ansiedades persecutorias.
Esto será proyectado al exterior, y la división del
mundo entre ‘buenos y malos’, ‘conocido confiable/desconocido amenazador’, será
la pauta de expresión más frecuente a la fase escorpiana de la existencia
(pertenezcamos a este signo o no, pues todos
y cada uno de nosotros, individualmente y como naciones, atravesamos este
estadio del ciclo zodiacal). Escorpio nos confronta a todos con el miedo a la
pérdida. Desnuda a la Personalidad de todas sus vestimentas.
Y haremos cualquier cosa menos duelar (retirar o entregar la energía
vital o libido de lo que estaba bajo nuestro control para estar en condiciones,
ya con la manos vacías y libres, de
abrirnos a recibir ‘aguas más abundantes’).
La fase zodiacal escorpiana no es tibia, ni superficial; es intensa, calcinante, quemante. Su acción
es de ‘muerte y renacimiento’. ¿Quién de nosotros se anima a dar una visita por
sus vapores transmutadores?
Dante lo hizo con la asistencia de Virgilio y la inspiración de Beatrice. Es decir, si no contamos con la colaboración de una conciencia (voz) intuitiva bien asentada, y con el Amor del Alma/Ánima, será difícil atravesarla y llegar a buen puerto. Lo más probable es empantanarnos, tener la sensación de perdernos o de perder el control, y desanimarnos. Y esto viene sucediéndonos como Humanidad desde tiempos inmemoriales, salvo excepciones que honran a la especie. Sin embargo, la Vida nos da una y otra oportunidad.
Escorpio, ilumina la existencia de otras dimensiones no visibles. Nos
convoca a transferir la energía a
esas dimensiones implicadas:
·
Si lo expresamos en términos psicológicos, nos
invita a descubrir la cara anímica desconocida: Lo inconsciente. La realidad
tiene dos caras: consciente/inconsciente.
·
Si lo expresamos en términos de la Física
Cuántica, Escorpio se relaciona con el descubrimiento de que la materia es ondulatoria y corpuscular al mismo tiempo,
y que los ‘campos Psi’ transmiten información que puede afectar a varias
partículas simultáneamente.
·
Si lo abordamos desde Constelaciones Familiares,
o desde la Biología de Sheldrake, este signo implicará percibir la conexión
sistémica a nivel de ‘campos
morfogenéticos’, o en el decir de Bert Hellinger, de las ‘Almas familiares,
tribales, etc’.
La cuestión es que la 8° fase zodiacal nos pide comprender que formamos
parte de un todo más vasto que el pequeño ego, y nos obliga a morir a él. Desde
la Astrología Arquetipal, estos insights (concepto de ‘transferencia’, concepto
de ‘Inconsciente ‘, noción de ‘campos Psi’, noción de ‘campos morfogenéticos’,
noción de ‘Almas familiares’, etc., se correlacionan con la fase escorpiana del
zodíaco.
Y como muchas veces he comentado, Escorpio y Acuario (signo vinculado a
descubrir la vivencia de ‘red vincular’), en este sentido están íntimamente
asociados. No es casual que Urano esté exaltado en Escorpio.
Tauro: Hemos ya afirmado en otras ocasiones, que la cualidad de la
Luna Llena, es la de incrementar
los efectos de las características zodiacales
por donde atraviesa el Sol (en este
caso, Escorpio). La Luna en Tauro
ilumina, en esta ocasión (por ser la Luna la que se encuentra en este signo, y
no el Sol), los remanentes atávicos, estereotipados, mecanizados a concientizar
y soltar de dicho signo. Tauro desde su sentido atávico, como señalamos más
arriba, representa el máximo apego a la materia, a la sensualidad restringida a
los cinco sentidos, a la acumulación de bienes y poder, en síntesis, a la
búsqueda psicológica ilusoria de seguridad material, que nos lleva por temor, a
acumular lo innecesario, a la avaricia. Concebir la realidad como si sólo fuera
corpuscular, visible, consciente, individual.
Distinguimos aquí lo atávico taurino de la búsqueda
necesaria de la seguridad básica para existir, y del sano disfrute de los
cinco sentidos. Remarco que la Luna en Tauro, en el eje de la actual luna Llena
de Escorpio, nos invita a remover las limitaciones taurinas mediante los
aportes de Escorpio.
Fuertes circunstancias mundiales
nos hacen tomar contacto con lo explicitado más arriba: el avance de fuerzas
políticas más conservadoras y proteccionistas por temor a abrirse a la
vinculación con lo diferente y desconocido que es percibido como peligroso.
Terremotos y tsunamis en diferentes partes del globo que nos conectan con el
temor a la pérdida de afectos y materiales, son una muestra de lo que esta fase
nos
solicita encarar, con ánimo austero, amoroso y contemplativo.
Un paseo con Hermes Psicopompo, por
las profundidades del Hades raramente sea motivo de tomarlo a la ligera. Sin
embargo, también recuerdo que el nombre latino de Hades: ‘Plutón’, significa ‘Rico’.
La Vida nos bendice con el contacto con lo Eterno que emerge en los
intersticios entre los instantes, a quien se anime a soltar el miedo y abrirse
incondicionalmente a su Sagrada Inteligencia.
Me ayudó mucho leerlo, gracias Patri.
ResponderEliminarGracias por tu devolución. Saludos!
ResponderEliminarDice el Talmud -tan lleno de profundas e inteligentes reflexiones- que, en realidad, no hay 'verdaderos' RICOS [Plutón] y pobres, salvo en sabiduría. Y hacia ello apuntaría nuestra cuidadosa atención a las últimas apariciones de la 'sombra colectiva' (¡La 'cara oculta' de esta superluna!) y los demás signos 'dantescos' del presente.
ResponderEliminarGracias,Adol. Como siempre,muy enriquecedores tus comentarios. Es cierto , la verdadera riqueza es en comprensión, en insights. Beso
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